La parte más difícil de toda esta situación fue tener que volverme a Buenos Aires porque en dos días debía preparar nuevamente la valija para irme a Mar del Plata con mi amigo Mauricio a pasar Año Nuevo de una manera íntima ya que el plan de pasarla con amigos pasó de ser una tradición futurqa a ser fiesta de un año y luego, un fiasco. La despedida con mis viejos me ultrajó mucho, de hecho mi hermana y mis sobrinas se quedaron a pasar Año Nuevo ahí. No sé, el sentir que ellos se quedaban y yo me volvía me parecía súper raro ya que yo me volvía a lo que era mi casa, en Buenos Aires donde vivíamos. Ellos me estaban saludando y viéndome subir a un micro de larga distancia, y encima eso, estábamos a kilómetros de distancia. Los abracé porque no sabía cuándo los volvería a ver. Tanto ellos como yo nos debíamos acostumbrar a que por el momento y por una buena causa ellos tenían su casa allá y yo tenía mi departamento acá, un poquito lejos de lo que solía ser "nuestra casa".
domingo, septiembre 06, 2020
#238 - Por Las Costas Entrerrianas
Suscribirse a:
Entradas (Atom)