
Yo había visitado otros boliches pero no me gustaban tanto como este. Entonces un día decidimos ir a Amérika él, otro conocido (feo y con cara de viejo, que en más de una ocasión me lo crucé solo adentro y me encaró. Asco) y yo. Lo esperé a Gastón J. afuera de AMK para poder entrar juntos, y bueno, al principio hablamos de la facultad, las materias, de algunos planes a futuro que nosotros teníamos. Y me gustaba porque, por fin, encontraba a alguien que estaba en mi misma situación y pensaba igual que yo: estaba haciendo una carrera, quería recibirse para trabajar y construir su vida; y mientras tanto se daba el lujo de salir a bailar y hacía la doble vida gay. La psicóloga me decía que no es bueno que me junte con personas como yo, moverme dentro de un círuclo de personas iguales porque me cierra el contacto con otras personas distintas que hay en la vida.
Gastón es muy buen chico aunque en lo que no nos parecíamos era en la concepción del gay como objeto sexual y, vuelvo con lo mismo: mi meta máxima es la de mi chico ideal pero mientras tanto hay que vivir la vida y dejarse llevar, consagrarse con experiencias locas que el destino te va poniendo en el camino. A mí me encanta que el otro hombre me desee y se sienta satisfecho cuando mantengo relaciones sexuales con él. De mi parte, mucho no me ayuda a mi vida pero me encanta hacerlo sentir hombre. Yo no tenía miedo de ir a un telo con un hombre que recién conocía, tampoco de estar con 2 hombres a la vez. Es parte del instinto gay; sin embargo Gastón J. era igual que Joel y decía que esas cosas son de promiscuo, que a él le da mucho miedo el tema de las enfermedades, y es cierto. Es un tema muy complicado que hay que tener cuidado y un control sobre nosotros y lo que hacemos.


-Hello ¿how are you? ¿Do you speak english? - Fue lo primero que me dijo y caí en la cuenta que él era extranjero, y quién mejor que yo para chamuyar en inglés. Yo ya tenía experiencia en esto. Le contesté en inglés que sí, entonces él largó un pequeño suspiro y me dijo "Menos mal". Entonces empezó a relatarme que me ellos me estuvieron mirando desde la primera vez porque les parecía lindo. Miró mis pies y me preguntó si esos eran zapatos de universidad ya que llamaban mucho la atención, entonces yo aproveché la confianza y le pregunté dónde estaban sus amigos, que estaría bueno conocernos, pero él me respondió que los estaba buscando porque los había perdido de vista. Me costó mucho entender cuál era su nombre por eso me lo deletreó, entre la música y el alcohol no podía entender lo que él me decía: su nombre era Jake. Le pregunté de dónde era y qué hacía en Buenos Aires, él intentó explicarme cuál era su propósito acá en la ciudad y tampoco podía entender lo que me decía, tuvo que hablar más despacio y me contó, entonces, que era mochilero y que estaba viajando por todo el mundo. ¡Wow! ¡Qué coraje! Al parecer se manejaba bien por el mundo siendo mochilero, igual me dijo que no era la primera vez que venía a Argentina aunque ahora él estaba casi recién llegado desde África. Jake era un chico bajito, de unos 25 años de edad, pelo negro y con una barbita que lo hacía lindo, su forma de hablar era muy tierna.

-Es un muchacho extranjero, habla inglés y vive en Londres. Está acá como mochilero. Dijo que va a buscar a sus amigos.

Le dije que no tenía idea y si él conocía algún lugar donde estar más tranquilo pero me respondió que no, entonces le dije mi propuesta
-Podemos ir a un lugar que conozco, está a tres cuadras de acá pero tenemos que pagar para pasar la noche - Menos mal que después de casi un año yendo a Amérika descubrí que a tres cuadras había un telo, lástima que me di cuenta tarde después de lo que alguna vez pasó. Otra vez me miró raro pero esta vez la propuesta le gustó más, sin mucho que lidiar nos fuimos de AMK y yo les avisé a mis amigos: no sé que habrá pensado Gastón que nunca me había visto ni siquiera darle un beso a un hombre (salvo cuando me lo besé). Al saludarlo él me dijo que me cuidara, lo que te dicen todos cuando estás con un chabón, pero bueno a veces yo me dejo llevar y depende del resultado si nos cuidamos o no con el otro chico porque a la mayoría no les importa cuidarse y coger sin forro.
En fin, salimos de Amérika con Jake y el cielo se estaba cayendo, llovía como nunca vi en mi vida. Prácticamente era común salir de AMK y que llueva pero esta vez era muy fuerte. Nos paramos en la puerta y nos miramos entre todas las personas que estábamos ahí:
-Si queremos ir, tenemos que correr – Le propuse a Jake en inglés
-Bueno, hagámoslo – Me respondió totalmente decidido, entonces nos agarramos de la mano y comenzamos a correr debajo de lluvia, saltando charcos y mojándonos todo, de pies a cabeza; no había techo que nos salvara. Paramos en la esquina donde había un kiosko y él me dice:
-¡Esto es lo más loco que podríamos estar haciendo! – Nos acercamos y nos besamos frente a gente que esperaba que la tormenta parara. Nosotros contamos hasta tres y seguimos corriendo, rogando que ninguna ola de agua nos arrastrara por ahí. Al llegar al telo le dije:

-¿Viste? Al menos en esta ciudad las cosas funcionan así.
-Nunca estuve en un lugar así, para mí todo esto es muy alocado – Se sentó en la cama y yo me acerqué para besarlo, nos fuimos acostando hasta que nos empezamos a sacar la ropa lentamente, yo tocándole el bulto y él mi culo – Sos tan bonito. Al verte ahí bailando nunca pensé que podía tener algo con vos.
-Sos muy dulce, Jake. Yo pensé lo mismo – Lo volví a besar y lo desvestí completamente. Lo dejé en bóxer y le besé el cuerpo, pasé mi lengua desde sus pectorales hasta su abdomen, y fue ahí cuando le saqué el bóxer; cabe aclarar que no tenía nada sorprendente. Agarré su pija y la empecé a chupar y pude su sentir el pre-semen en mi boca. Este chico estaba todavía sorprendido debido al lugar donde estábamos y por lo estábamos haciendo. A mí me encantaba la situación porque Jake estaba extasiado y eso lo volvía loco. Me agarraba de la cabeza y se levantaba a besarme, entonces me dejaba que le chupe la pija otra vez. Me volvió a agarrar de la cabeza para besarme. Decía que yo la chupaba muy bien y mientras tanto me tocaba el culo porque me quería penetrar aunque de repente paró y se acomdó para chuparme la pija a mí ¡Uh Dios! Hace cuánto no me la chupaban. Supongo que Jake era versátil o que, a pesar de ser activo, le encante hacer cosas de pasivo. A mí me gusta chupar culos a pesar de que soy pasivo. Se sintió bien, me sentí cómodo conmigo mismo porque estaba excitado pero recuerdo que cuando estuve varias veces con Martín, me chupó la pija y yo me sentía totalmente incómodo pero la respuesta es que esa fue una de mis primeras experiencias sexuales (después de mi pre-etapa sexual).

-Puedo sentir tu calor. Puedo sentirte por dentro ¡Esto es muy loco! - Me dijo casi susurrando y su pija entró toda. Suspiró y puso sus manos hacia atrás, Jake se movía lentamente para cojerme y yo también, me excitaba ver cómo él gozaba.
-Tu agujero es tan sensacional que entró toda, estoy adentro - Volvió a exclamar y a cojerme más fuerte, y yo empecé a gemir.
-Sí, hacé ruido, hacé ruido - Me ordenaba y me cojía más fuerte hasta que le dije que me podía acabar adentro si quería, y mientras yo gemía para él me siguió cojiendo pero después cambiamos de pose y yo me puse de costado para que él me cojiera. Recuerdo que después nos acostamos uno al lado del otro empezamos a pajearnos, Jake tardaba en acabar y yo también, él decía que quería que le acabara en la boca para probar mi leche. Entonces me pajeé y para acelerar el proceso pensé en cómo sería cojer nuevamente con Naim, mi primo, y eso me puso a mil. Cuando le dije que iba a acabar, me puse de costado y él aceptó en su boca mi leche. Comenzó a degustarla con una sonrisa mientras me miraba y se pajeaba, la tenía ahí y la saboreaba, hasta que la tragó y dijo que iba a acabar, se puso de costado y me acabó en mi pecho.

-A Avenida Córdoba, no sé dónde es, no me ubico acá.
-Ah, son dos... ¿cómo se dice 'cuadras'?
-¿Cuadras? Blocks - Me respondió, y le expliqué que Av. Córdoba quedaba dos cuadras a la izquiera, mientras tanto yo me iba para el otro lado. Lo despedí, no sin antes pasarle mi número de celular para hablarnos, ya que él se quedaba una semana más en Bs. As. y quería verme. Al caminar una cuadra, vuelvo a mirar hacia atrás y veo que él también se dio vuelta, entonces lo saludo de lejos y ahí nos perdimos de vista.

-Hola, no pude ubicarte porque tu número estaba mal escrito. En vez del código de área '15' es '011'.
-Jake, mil disculpas. Es verdad, 011 es para un celular que no es de Buenos Aires. Pero bueno, gracias por averiguar y hablarme - Me contó que quería volver a verme pero yo estaba ocupado y él también... Jake hacía algunas actividades de turismo acá, por lo tanto, no coincidíamos en horarios y le dije que lo más probable era que no nos volvamos a ver. Me daba cosita porque él me buscaba y decía que al menos me quería despedir, seguramente viajando por todo le mundo se olvidara de mí, qué se yo. Así fue pasando la semana hasta que llegamos a viernes, y él me contó que el sábado era su último día porque iría a conocer otras provincias de Argentina. Me pidió por favor para vernos unos segundos como sea, entonces le dije que podría verlo a la noche pero había un problema. Él el sábado por la mañana supuestamente se iba entonces me propuso lo siguiente: ese viernes vernos a la noche y salir a bailar a Amérika, él cambió de pensión porque en la que estaba no se sentía cómodo, y esta vez estaba más cerca del obelisco. Su idea era que yo lo pasara a buscar por ahí e irnos juntos aunque me aclaró que antes tenía una actividad y que dormiría hasta las 0hs y ahí se prepararía para ir a bailar, entonces yo debería estar tipo 1am. Muy tarde para mi gusto, yo no suelo andar a esas horas caminando sin hacer nada y solo; a lo sumo espero unos minutos a mis amigos para ir a bailar por ejemplo, pero esperar por esperar, no.

-Hola Jake, te envío este mensaje para decirte que te esperé acá afuera del hotel pero como no obtuve respuestas me voy porque tengo mucho frío y miedo. Sólo te deseo un buen viaje y fue un gusto haberte conocido... De pronto, me responde y me pide por favor que no me vaya porque se quedó dormido y no escuchó el despertador. Que me acerque a la pensión y tocara timbre, que subiera al primer piso y ahí estaría recepción, que lo esperara ahí.
No sabía si hacer eso, me daba cosa subir y decir "Estoy esperando a fulanito" pero me insitió que lo hiciera hasta que lo hice. Subí las escaleras y ahí una especie de bar con pool y música, allí un chico y una chica. Lo veo de repente a Jake que se me acerca:
-Hola Fede, por fin. Mil disculpas pero me quedé dormido - Me besó en la boca - No quería que te vayas, vení sentate - Ahí habían dos chicos sentados entonces los saludé - Ellos son dos chicos de Brasil
-Wow ¿Brasil? ¡Que lindo! - Era la segunda vez en mi vida que me cruzaba con brasileros.
-Si, ellos están buscando un boliche del ambiente para ir pero no saben a cuál o cómo llegar, entonces les estoy explicando pero no entienden nada de inglés.
-Yo sé algo de portugués, a ver si los entiendo - Hablé con ellos muy amablemente pero su pronunciación era muy cerrada y no pudimos ayudarlos. Se nos acercan los chicos de la barra y nos dan una cerveza para tomar, yo tomé sólo por la invitación, no porque me gustara la cerveza. Ellos intentaron explicarle mejor a los chicos y algo entendieron, yo con Jake hablaba en inglés hasta que los chicos de la barra me preguntaron algo:
-No, estoy con él - Le respondí y lo señalé a Jake. Él subió unos minutos a su habitación y yo quedé escuchando la charla que intentaba darle el muchacho a los brasileros.


-¿Qué pasa Fede, que estás callado?
-El frío y demás me tienen sin vocabulario, como que me cuesta más pensar lo que voy a decir que hablarlo - Entendía lo que me decía pero a veces no sabía qué contestarle y cómo decirlo en inglés. Jake me propuso tomar un taxi y que el chofer nos llevara a un hotel. Tras caminar unas cuadras, paramos uno y subimos, yo fui quien le preguntó y nos respondió que había uno a 2 cuadras de donde nosotros estábamos. Caminamos hasta ese lugar pero no encontramos nada, así que le preguntamos a un señor en un puesto de diarios y nos dijo que estába a la vueltita. Claro, el hotel está en una mini peatonal de una cuadra muy escondido, casi llegando a la Plaza San Martín o sea que caminamos un montón. Entramos y era un lugar muy top, uno de los telos más caros a los que fui, obviamente esta vez Jake pagó todo y hasta compramos preservativos por las dudas.


-Fede, no te preocupes por mí, conozco el camino hacia la pensión, sino preguntaré. Ve y después avísame cómo has llegado
-No quisiera dejarte solo, pero bueno.
-Ok, creo que llegó el momento - Dijo él y nos dimos un abrazo.
-Estaremos en contacto, no te olvides. Un gusto y te deseo lo mejor - Le dije en inglés obviamente y ahí nos perdimos de vista. Otra aventura loca, la vida es mejor así, cada experiencia y anécdota que te sirve en todos los aspectos de la vida. Mi idea era que a fin de año, cuando él ya estuviera en su casa, pudiera invitarme algún día ya que siempre quise visitar Londres: fantasías.