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viernes, enero 17, 2014

#54 - Millas De Distancia

De vez en cuando Gastón J. me enviaba un mensaje preguntándome cómo estaba y qué era de mi vida ya que hacía tiempo no sabía nada de mí ni tampoco nos encontrábamos en Amérika. Gastón era ese chico que conocí el mismo día que conocí a Martín, que lo besé porque me parecía lindo, y que este año me lo volví a encontrar en varias oportunidades cuando frecuentaba Amérika de seguido. No se sorprendan si notan que muchas de mis relaciones son por facebook o por whatsapp ya que en el ambiente gay uno encuentra personas de todos lados, la mayoría de las veces esos chicos viven lejos y no queda otra que recurrir a la tecnología para no perder el contacto. Además, yo no quiero tener contacto con gente gay de mi barrio, los chicos de acá están en una sintonía muy distinta a la de mi sintonía, por lo que voy a contar a continuación... Gastón J. siempre me decía que teníamos que salir a bailar juntos, obviamente con otros chicos que él había conocido y que se prendían en la movida. Yo no tenía problemas; eso sí, yo estaba a full con el estudio y con mi trabajo y debíamos coordinar con tiempo. A principio de año cuando me lo crucé, él me dijo que AMK era su templo, al igual que el mío.


Yo había visitado otros boliches pero no me gustaban tanto como este. Entonces un día decidimos ir a Amérika él, otro conocido (feo y con cara de viejo, que en más de una ocasión me lo crucé solo adentro y me encaró. Asco) y yo. Lo esperé a Gastón J. afuera de AMK para poder entrar juntos, y bueno, al principio hablamos de la facultad, las materias, de algunos planes a futuro que nosotros teníamos. Y me gustaba porque, por fin, encontraba a alguien que estaba en mi misma situación y pensaba igual que yo: estaba haciendo una carrera, quería recibirse para trabajar y construir su vida; y mientras tanto se daba el lujo de salir a bailar y hacía la doble vida gay. La psicóloga me decía que no es bueno que me junte con personas como yo, moverme dentro de un círuclo de personas iguales porque me cierra el contacto con otras personas distintas que hay en la vida.

Gastón es muy buen chico aunque en lo que no nos parecíamos era en la concepción del gay como objeto sexual y, vuelvo con lo mismo: mi meta máxima es la de mi chico ideal pero mientras tanto hay que vivir la vida y dejarse llevar, consagrarse con experiencias locas que el destino te va poniendo en el camino. A mí me encanta que el otro hombre me desee y se sienta satisfecho cuando mantengo relaciones sexuales con él. De mi parte, mucho no me ayuda a mi vida pero me encanta hacerlo sentir hombre. Yo no tenía miedo de ir a un telo con un hombre que recién conocía, tampoco de estar con 2 hombres a la vez. Es parte del instinto gay; sin embargo Gastón J. era igual que Joel y decía que esas cosas son de promiscuo, que a él le da mucho miedo el tema de las enfermedades, y es cierto. Es un tema muy complicado que hay que tener cuidado y un control sobre nosotros y lo que hacemos.

Entonces, siguiendo con el relato, a Gastón J. también le gusta tomar, por eso elegía AMK como boliche porque era barra libre: un trago de acá, otro trago de allá, nos hacía marear y hasta cierto punto ver todo nublado. Mientras bailábamos tuve que decirle que no quería tomar más porque no iba a poder terminar la noche bien, de repente veo a lo lejos un chico que me captó mi atención: alto, blanquito de piel, con barbita, vestido con ropa blanca y bilando de una forma muy distinta a los demás. Él estaba junto a tres chicos más: uno que era rubiecito que estaba muy lindo pero ese chico alto captó mi atención; seguramente era paki y lo podía presentir. Sus gestos faciales no eran como los de un gay, lamentablemente no podía tener nada con él así que sólo me conformaría con mirarlo durante toda la noche. La gente se iba haciendo a un lado y me iba dejando la vista panorámica hacia él y sus amigos, que al darse cuenta de mis mirada excesivas, comenzaron a mirarme también pero esa típica mirada cuando vos le decía a tus amigos
-¡Miren, ese chicos nos está mirando! - Que todos se dan vuelta a mirar y se dicen cosas en el oído. Seguimos bailando y sus otros amigos nos observaban muy seguidamente, el heterosexual no, sólo bailaba y cantaba, y sonreía demasiado: a mí me hacía ver las estrellas. Gastón J. me dijo que se iba al baño o a buscar otro trago, entonces yo me senté porque me dolían las piernas; sin embargo cuando vuelvo a mirar hacia el grupito del heterosexual, ellos ya no estaban más ahí ¿¡A dónde se fueron!? Me quedé sentado esperando a mis amigos que vinieran pero estaban tardando, entonces fue cuando de repente veo que uno de sus amigos pasa frente a mí, me mira y sonríe como con ganas de hablarme. Pero se va ¿será que me puede hacer la segunda con su amigo? ¿Y si no es tan heterosexual como yo pienso? Sonreí yo deseando tener a ese paki en mis brazos, sería batir un nuevo record. 

Ese chico vuelve a pasar por en frente de mí y me mira nuevamente, yo lo miro y sonrío, entonces se detiene y mira para todos lados. Mágicamente se sienta a mi lado y me convida su bebida
-Hello ¿how are you? ¿Do you speak english? - Fue lo primero que me dijo y caí en la cuenta que él era extranjero, y quién mejor que yo para chamuyar en inglés. Yo ya tenía experiencia en esto. Le contesté en inglés que sí, entonces él largó un pequeño suspiro y me dijo "Menos mal". Entonces empezó a relatarme que me ellos me estuvieron mirando desde la primera vez porque les parecía lindo. Miró mis pies y me preguntó si esos eran zapatos de universidad ya que llamaban mucho la atención, entonces yo aproveché la confianza y le pregunté dónde estaban sus amigos, que estaría bueno conocernos, pero él me respondió que los estaba buscando porque los había perdido de vista. Me costó mucho entender cuál era su nombre por eso me lo deletreó, entre la música y el alcohol no podía entender lo que él me decía: su nombre era Jake. Le pregunté de dónde era y qué hacía en Buenos Aires, él intentó explicarme cuál era su propósito acá en la ciudad y tampoco podía entender lo que me decía, tuvo que hablar más despacio y me contó, entonces, que era mochilero y que estaba viajando por todo el mundo. ¡Wow! ¡Qué coraje! Al parecer se manejaba bien por el mundo siendo mochilero, igual me dijo que no era la primera vez que venía a Argentina aunque ahora él estaba casi recién llegado desde África. Jake era un chico bajito, de unos 25 años de edad, pelo negro y con una barbita que lo hacía lindo, su forma de hablar era muy tierna. 


Cuando yo pude entrar en conversación, me explicó que él vive desde los 13 años en Londres pero él en realidad nació en India ¡qué cosa más loca! Nunca en la vida pensé estar viviendo esta situación. Él me repitió que yo era muy lindo y se acercó para darme un beso mientras estábamos sentados, y se lo dí. Nos comimos la boca pero yo esperaba a su amigo heterosexual, por eso le pregunté si sus amigos lo estaban acompañando en el viaje.  Me contestó que no, que los había conocido cuando llegó a Buenos Aires porque todos compartían la pensión en donde se alojaban, ellos eran de acá. Mis amigos aparecieron y bailaron cerca de mí mientras me veían chamuyar, yo volví a besar a Jake, y tras hablar casi como 20 minutos, me dijo que iría a buscar a sus amigos pero que por favor no me moviera de mi lugar. Le dije que vaya, que yo no me iría; entonces en ese momento Gastón se acerca y me pregunta qué onda:
-Es un muchacho extranjero, habla inglés y vive en Londres. Está acá como mochilero. Dijo que va a buscar a sus amigos.

-Ah bien, encima justo porque vos sabés inglés. Vení, tomá un trago y bailemos - Me ofreció Gastón. Le acepté el trago pero no bailar porque me dolían las piernas. De pronto aparece Jake y se vuelve a sentar al lado de mí, me decía que no encontró a sus amigos pero que en la pensión los vería. Me preguntó dónde vivía y obviamente le dije que vivía lejos del boliche, aproximadamente una hora con suerte en colectivo. Él me dijo que le gustaría que estemos en un lugar más tranquilo porque con la gente y la música era casi imposible hablar "normalmente" pero me advirtió de mano que no podíamos ir a la pensión porque no dejaban ingresar personas extrañas. Entonces yo recalculé y le ofrecí ir a una plaza o algo por el estilo para "hablar" y se sorprendió preguntándome en broma si yo estaba loco, no era una buena idea si algo más llegara a pasar por más que yo ya tuviera experiencia en eso también. 

Le dije que no tenía idea y si él conocía algún lugar donde estar más tranquilo pero me respondió que no, entonces le dije mi propuesta
-Podemos ir a un lugar que conozco, está a tres cuadras de acá pero tenemos que pagar para pasar la noche - Menos mal que después de casi un año yendo a Amérika descubrí que a tres cuadras había un telo, lástima que me di cuenta tarde después de lo que alguna vez pasó. Otra vez me miró raro pero esta vez la propuesta le gustó más, sin mucho que lidiar nos fuimos de AMK y yo les avisé a mis amigos: no sé que habrá pensado Gastón que nunca me había visto ni siquiera darle un beso a un hombre (salvo cuando me lo besé). Al saludarlo él me dijo que me cuidara, lo que te dicen todos cuando estás con un chabón, pero bueno a veces yo me dejo llevar y depende del resultado si nos cuidamos o no con el otro chico porque a la mayoría no les importa cuidarse y coger sin forro. 


En fin, salimos de Amérika con Jake y el cielo se estaba cayendo, llovía como nunca vi en mi vida. Prácticamente era común salir de AMK y que llueva pero esta vez era muy fuerte. Nos paramos en la puerta y nos miramos entre todas las personas que estábamos ahí:
-Si queremos ir, tenemos que correr – Le propuse a Jake en inglés
-Bueno, hagámoslo – Me respondió totalmente decidido, entonces nos agarramos de la mano y comenzamos a correr debajo de lluvia, saltando charcos y mojándonos todo, de pies a cabeza; no había techo que nos salvara. Paramos en la esquina donde había un kiosko y él me dice:
-¡Esto es lo más loco que podríamos estar haciendo! – Nos acercamos y nos besamos frente a gente que esperaba que la tormenta parara. Nosotros contamos hasta tres y seguimos corriendo, rogando que ninguna ola de agua nos arrastrara por ahí. Al llegar al telo le dije:

-Es acá ¿entramos? – Le dije, y sin dudarlo ingresamos, entonces lo primero que vimos fueron los precios. A él no le alcanzaba para pagar solo así que juntamos entre los dos hasta monedas y con eso pagamos una habitación. Al entrar, él se asombró y riéndose me relataba:-No puedo creer que alquilen una habitación, que ahora tengamos una habitación para nosotros y estar a solas.
-¿Viste? Al menos en esta ciudad las cosas funcionan así.
-Nunca estuve en un lugar así, para mí todo esto es muy alocado – Se sentó en la cama y yo me acerqué para besarlo, nos fuimos acostando hasta que nos empezamos a sacar la ropa lentamente, yo tocándole el bulto y él mi culo – Sos tan bonito. Al verte ahí bailando nunca pensé que podía tener algo con vos.
-Sos muy dulce, Jake. Yo pensé lo mismo – Lo volví a besar y lo desvestí completamente. Lo dejé en bóxer y le besé el cuerpo, pasé mi lengua desde sus pectorales hasta su abdomen, y fue ahí cuando le saqué el bóxer; cabe aclarar que no tenía nada sorprendente. Agarré su pija y la empecé a chupar y pude su sentir el pre-semen en mi boca. Este chico estaba todavía sorprendido debido al lugar donde estábamos y por lo estábamos haciendo. A mí me encantaba la situación porque Jake estaba extasiado y eso lo volvía loco. Me agarraba de la cabeza y se levantaba a besarme, entonces me dejaba que le chupe la pija otra vez. Me volv a agarrar de la cabeza para besarme. Decía que yo la chupaba muy bien y mientras tanto me tocaba el culo porque me quería penetrar aunque de repente paró y se acomdó para chuparme la pija a mí ¡Uh Dios! Hace cuánto no me la chupaban. Supongo que Jake era versátil o que, a pesar de ser activo, le encante hacer cosas de pasivo. A mí me gusta chupar culos a pesar de que soy pasivo. Se sintió bien, me sentí cómodo conmigo mismo porque estaba excitado pero recuerdo que cuando estuve varias veces con Martín, me chupó la pija y yo me sentía totalmente incómodo pero la respuesta es que esa fue una de mis primeras experiencias sexuales (después de mi pre-etapa sexual).


-Muy rico - Me dijo mientras me la chupaba, y hasta tenía ganas de acabarle en la boca. Después de unos minutos, me dijo que me quería cojer por el culo entonces, ante su propuesta me paré en la cama y lubriqué mi agujero con mi saliva, él se lubricó con la suya y me senté lentamente sobre su pija. Iba sentándome de a poquito y yo podía ver su cara de placer total, Jake estaba en el paraíso
-Puedo sentir tu calor. Puedo sentirte por dentro ¡Esto es muy loco! - Me dijo casi susurrando y su pija entró toda. Suspiró y puso sus manos hacia atrás, Jake se movía lentamente para cojerme y yo también, me excitaba ver cómo él gozaba.
-Tu agujero es tan sensacional que entró toda, estoy adentro - Volvió a exclamar y a cojerme más fuerte, y yo empecé a gemir.
-Sí, hacé ruido, hacé ruido - Me ordenaba y me cojía más fuerte hasta que le dije que me podía acabar adentro si quería, y mientras yo gemía para él me siguió cojiendo pero después cambiamos de pose y yo me puse de costado para que él me cojiera. Recuerdo que después nos acostamos uno al lado del otro empezamos a pajearnos, Jake tardaba en acabar y yo también, él decía que quería que le acabara en la boca para probar mi leche. Entonces me pajeé y para acelerar el proceso pensé en cómo sería cojer nuevamente con Naim, mi primo, y eso me puso a mil. Cuando le dije que iba a acabar, me puse de costado y él aceptó en su boca mi leche. Comenzó a degustarla con una sonrisa mientras me miraba y se pajeaba, la tenía ahí y la saboreaba, hasta que la tragó y dijo que iba a acabar, se puso de costado y me acabó en mi pecho. 


Así fue cómo terminamos esa noche de lujuría extranjera, limpiándonos para dormimos de la nada en el poco tiempo que teníamos. Jake quedó 'planchado' y roncó durante los 35 minutos disponibles que teníamos, yo también dormí pero no tan bien como él. En las habitaciones suele haber un teléfono donde te comunicás con recepción, entonces nos llamaron y nos avisaron que en 15 minutos se terminaba el turno. Con él nos levantamos, fuimos al baño a limpiarnos y demás, hasta que decidimos irnos. Ya era de día prácticamente pero estaba nublado por la lluvía, caminamos hasta la esquina mientras él me besaba y le pregunté hacía dónde tenía que ir:
-A Avenida Córdoba, no sé dónde es, no me ubico acá.
-Ah, son dos... ¿cómo se dice 'cuadras'?
-¿Cuadras? Blocks - Me respondió, y le expliqué que Av. Córdoba quedaba dos cuadras a la izquiera, mientras tanto yo me iba para el otro lado. Lo despedí, no sin antes pasarle mi número de celular para hablarnos, ya que él se quedaba una semana más en Bs. As. y quería verme. Al caminar una cuadra, vuelvo a mirar hacia atrás y veo que él también se dio vuelta, entonces lo saludo de lejos y ahí nos perdimos de vista.


Sinceramente no era el chico con el que yo quería estar, pero bueno, él tenia un 'extra' para mi prontuario que era el ser extranjero, además el otro era heterosexual, por eso mismo decidí hacer lo que hice. Gastón J. me envió un mensaje y me preguntó cómo llegué a casa y si me había cuidado, obviamente, desde que me hice el análisis del HIV aquella vez con Joel me dijeron sutilmente que con los extranjeros me cuidara más. A los días siguientes, no obtuve respuesta por parte de Jake hasta que un día recibo un mensaje con un número raro y era él:
-Hola, no pude ubicarte porque tu número estaba mal escrito. En vez del código de área '15' es '011'.
-Jake, mil disculpas. Es verdad, 011 es para un celular que no es de Buenos Aires. Pero bueno, gracias por averiguar y hablarme - Me contó que quería volver a verme pero yo estaba ocupado y él también... Jake hacía algunas actividades de turismo acá, por lo tanto, no coincidíamos en horarios y le dije que lo más probable era que no nos volvamos a ver. Me daba cosita porque él me buscaba y decía que al menos me quería despedir, seguramente viajando por todo le mundo se olvidara de mí, qué se yo. Así fue pasando la semana hasta que llegamos a viernes, y él me contó que el sábado era su último día porque iría a conocer otras provincias de Argentina. Me pidió por favor para vernos unos segundos como sea, entonces le dije que podría verlo a la noche pero había un problema. Él el sábado por la mañana supuestamente se iba entonces me propuso lo siguiente: ese viernes vernos a la noche y salir a bailar a Amérika, él cambió de pensión porque en la que estaba no se sentía cómodo, y esta vez estaba más cerca del obelisco. Su idea era que yo lo pasara a buscar por ahí e irnos juntos aunque me aclaró que antes tenía una actividad y que dormiría hasta las 0hs y ahí se prepararía para ir a bailar, entonces yo debería estar tipo 1am. Muy tarde para mi gusto, yo no suelo andar a esas horas caminando sin hacer nada y solo; a lo sumo espero unos minutos a mis amigos para ir a bailar por ejemplo, pero esperar por esperar, no. 


Esa noche me bajé en Once alrededor de las 0hs, una de las pocas veces que llegó antes a un lugar, entonces decidí caminar por Av. Rivadavia pasando Congreso hasta la 9 de Julio: su pensión era en la esquina de esta última y Av. de Mayo. Caminar vestido para ir a bailar a las 0hs por Congreso no es de lo mejor pero lamentablemente no puedo gastar plata en viaje porque sino viviría en la pobreza. Recuerdo haber llegado y hablarle a Jake por whatsapp... tardaba en contestar así que me senté en un banco que había en la vereda frente a un boliche para extranjeros. Al ver caras feas de personas que quizás podrían robarme, me levanté y comencé a caminar hacia la 9 de Julio pero Jake no me contestaba nada de lo que le enviaba. Hacía tanto frío que yo temblaba aunque más por el miedo. 

Me senté frente a su pensión y no sabía que hacer, porque el tiempo pasaba y yo no recibía respuesta: lo llamé varias veces y tampoco contestaba ¿qué le habrá pasado? Me dio tanta cosa porque yo me moría de frío sentado afuera, y tenía miedo que algo me pasara, no sabía si irme y dejarlo solo ahí, sin embargo, estábamos a tan pocos metros e irme sin saludarlo, no daba. Eran como las 1.30am y yo intenté volver a llamarlo y a enviarle mensajes hasta que sentí que el frío me iba a congelar entonces le envié un último mensaje:
-Hola Jake, te envío este mensaje para decirte que te esperé acá afuera del hotel pero como no obtuve respuestas me voy porque tengo mucho frío y miedo. Sólo te deseo un buen viaje y fue un gusto haberte conocido...
De pronto, me responde y me pide por favor que no me vaya porque se quedó dormido y no escuchó el despertador. Que me acerque a la pensión y tocara timbre, que subiera al primer piso y ahí estaría recepción, que lo esperara ahí. 

No sabía si hacer eso, me daba cosa subir y decir "Estoy esperando a fulanito" pero me insitió que lo hiciera hasta que lo hice. Subí las escaleras y ahí una especie de bar con pool y música, allí un chico y una chica. Lo veo de repente a Jake que se me acerca:
-Hola Fede, por fin. Mil disculpas pero me quedé dormido - Me besó en la boca - No quería que te vayas, vení sentate - Ahí habían dos chicos sentados entonces los saludé - Ellos son dos chicos de Brasil
-Wow ¿Brasil? ¡Que lindo! - Era la segunda vez en mi vida que me cruzaba con brasileros.
-Si, ellos están buscando un boliche del ambiente para ir pero no saben a cuál o cómo llegar, entonces les estoy explicando pero no entienden nada de inglés.
-Yo sé algo de portugués, a ver si los entiendo - Hablé con ellos muy amablemente pero
su pronunciación era muy cerrada y no pudimos ayudarlos. Se nos acercan los chicos de la barra y nos dan una cerveza para tomar, yo tomé sólo por la invitación, no porque me gustara la cerveza. Ellos intentaron explicarle mejor a los chicos y algo entendieron, yo con Jake hablaba en inglés hasta que los chicos de la barra me preguntaron algo:
-¿Vos hablás español? ¿Sos de acá? ¿Y qué haces en la pensión? - Claro, esta pensión era para gente extranjera del ambiente gay. Wow, qué genial ¿no? ¿Quién se iba a imaginar que existiera un lugar así en Buenos Aires, sin embargo hay tantas cosas por descubrir aún en esta hermosa ciudad.
-No, estoy con él - Le respondí y lo señalé a Jake. Él subió unos minutos a su habitación y yo quedé escuchando la charla que intentaba darle el muchacho a los brasileros. 


A los pocos minutos Jake me llama para que suba y me preguntó qué quería hacer yo ¿salir a bailar? Al menos esperar casi 1 hora y media en el frío me quitó las ganas, así que no. Quizás ir a un bar a tomar algo podría ser aunque él me dijo sutilmente que quería estar dentro de mí por última vez. Mientras sujetó algunas pertenencias, lo agregué a facebook, cosa rara a pesar que él viviese en otro continente. Despedimos a la gente del lugar y salimos, le conté que el frío casi me congelaba y que me iba a volver a casa pero bueno, ahí estábamos. Él me contó dónde estuvo estudiando español mientras cruzábamos por la 9 de Julio. Y de repente me dijo que tenía algo para decirme y me pidió que no me enojara: me confesó que él tenía pareja, salía con un chico que no lo acompañó a Buenos Aires porque habían tenido una pequeña pelea pero ahora estaba viniendo para acompañarlo por las otras provincias, entonces ese sábado ellos pasearían juntos, no era que él debía viajar. Le respondí que no había problema sinceramente, yo era como alguien que apareció en su vida por arte del destino pero que no le iba a traer ningún problema con su chico. En todo caso a quién debía hablarle era a su novio. Estuvimos caminando hasta que nos preguntamos a dónde íbamos a ir, y entonces, por acuerdo mutuo, decidimos ir al telo. Sí, realmente eso queríamos ambos, la despedida. Jake me preguntó si yo conocía algún telo por ahí pero eso siempre me pregunté, uno nunca sabe por cuál zona va a necesitar un telo, así que hay que estar al tanto de todo. Busqué en mi celular y encontré uno a 8 cuadras de donde nosotros estábamos así que fuimos, y en el camino estuvimos hablando y dándonos algunos besos, tampoco la zona era muy linda a esa hora. 

Al llegar a esa dirección nos encontramos con nada, un lugar cerrado y nos decepcionamos porque no sabíamos a dónde ir, nos sentamos en la vereda y él me contaba cosas de su vida hasta que me preguntó:
-¿Qué pasa Fede, que estás callado?

-El frío y demás me tienen sin vocabulario, como que me cuesta más pensar lo que voy a decir que hablarlo - Entendía lo que me decía pero a veces no sabía qué contestarle y cómo decirlo en inglés. Jake me propuso tomar un taxi y que el chofer nos llevara a un hotel. Tras caminar unas cuadras, paramos uno y subimos, yo fui quien le preguntó y nos respondió que había uno a 2 cuadras de donde nosotros estábamos. Caminamos hasta ese lugar pero no encontramos nada, así que le preguntamos a un señor en un puesto de diarios y nos dijo que estába a la vueltita. Claro, el hotel está en una mini peatonal de una cuadra muy escondido, casi llegando a la Plaza San Martín o sea que caminamos un montón. Entramos y era un lugar muy top, uno de los telos más caros a los que fui, obviamente esta vez Jake pagó todo y hasta compramos preservativos por las dudas. 

Subimos a la habitación y nos empezamos a besar y a desnudar rápidamente. Hicimos lo mismo que la primera vez porque le chupé la pija y se la lubriqué, lo pajeé un buen rato y justo cuando me puse arriba de él para que me cojiera, escuchamos gritos de placer de una mujer proveniente de otra habitación, él se r a más no dar y vuelve a sorprenderse de un lugar así. Durante nuestro turno de 2hs se escuchaban seguido esos gritos aunque algo leve. Me puse boca abajo para que su pija entrara más fácil y cuando entró me cojió un rato y después me senté sobre él, metí su pija en mi culo y seguimos, era mi turno de hacer ruido, como Jake decía. Al rato tuve que parar la acción porque sentí que había un escape, le pedí unos segundos y me fui a lavar al baño, creo que las sábanas también se habían manchado pero poquito, lo hice rápido y seguimos, yo me senté en su pija y me cojía fuertemente mientras nos bésabamos. Me decía que le encantaba cojer conmigo porque sentía toda su pija adentro de mí y mi calor corporal. El polvo vino rápido esta vez, cuando estuvo a punto de acabar le dije que me la de en la boca y me acabó en la cara mientras yo me pajeaba, entonces cuando me tocó acabar en mí, acabé en su cuerpo. 

Extasiados de placer, nos levantamos y nos fuimos a limpiar porque éramos un asco, nos bañamos prácticamente juntos y después de eso decidimos dormir un rato pero fue tan corto el período que nos fuimos al instante. Al salir, Jake ve un cartel en la puerta y dice "Albergue transitorio ¿qué significa?" Entonces yo le contesto "For a while" y él se empieza a reir porque era muy expresivo que haya un cartel así en un hotel ¿existirán los telos en Inglaterra? Quisiera conocer. Caminamos hasta Florida y Córdoba y ahí nos detuvimos, lamentablemente era hora de despedirnos y esta es la parte fea de la historia porque, como dije, el destino me puso a una persona por segunda vez que quizás nunca vuelva a ver en mi vida. Obvio que íbamos a estar en contacto, con la tecnología podíamos: tenía su facebook y tenía su celular ¿qué más? algún día iría yo a visitarlo si él me invitara a su casa en Londres. Nos miramos a los ojos y nos dimos un abrazo:
-Fede, no te preocupes por mí, conozco el camino hacia la pensión, sino preguntaré. Ve y después avísame cómo has llegado
-No quisiera dejarte solo, pero bueno.

-Ok, creo que llegó el momento - Dijo él y nos dimos un abrazo.
-Estaremos en contacto, no te olvides. Un gusto y te deseo lo mejor - Le dije en inglés obviamente y ahí nos perdimos de vista. Otra aventura loca, la vida es mejor así, cada experiencia y anécdota que te sirve en todos los aspectos de la vida. Mi idea era que a fin de año, cuando él ya estuviera en su casa, pudiera invitarme algún día ya que siempre quise visitar Londres: fantasías. 

F.A.M.