Entrando en el año 2020, después de unas vacaciones tanto en lo de mis papás en Entre Ríos, y con Mauricio en Mardel, se vino una etapa de receso y enfriamiento a nivel sexual y afectivo. Podría resumir el año en un capítulo, sin embargo, algunas cuestiones merecen ser desentrañadas con detalles. Después de las dos fiestas en Enero, tanto Elías como Mauricio y yo decidimos aflojar un poco con la joda. Estábamos gastando mucha plata, yo le estaba dando un lugar serio e importante al entrenamiento por lo que tomar y comer after-boliche no me beneficiaba, y además sentíamos que estábamos grandes ya. Trataba de cuidarme en las comidas y hacer un poco de ejercicio al aire libre como correr y andar en bici, sin embargo, no me estaba dando demasiado resultados. Siempre tuve el complejo de la panza, desde que era adolescente cuando engordé a los 13 años, pero eso fue cambiando cuando crecí. Aunque al ponerme de novio en 2014 volví a engordar y hasta el día de hoy lo sigo padeciendo porque pude bajar, pero nunca pude tonificar la panza ni marcarla. Nunca.
