Pages

sábado, febrero 28, 2015

#120 - Te Seguiré [Parte I]

Sábado 31/01/2015
Acá estoy nuevamente, después de tomarme unas vacaciones. Lamentablemente, los hechos que sucedieron desde hace un año hasta hoy en día, quedaron congelados porque no tuve tiempo de contarlos, fue un año complicado con respecto al estudio y al trabajo, y sobre todo, con respecto a mis amigos. Lo que sí empecé a hacer fue relatar los hechos de hoy en día pero tengo pensado contar esos sucesos que dejé; ya que hay cosas importantes que tienen que ver con el hoy. Lo que me pasó esta semana fue fatal, mi mundo colisionó con aquella realidad pasada, a la cual olvidé hace unos meses atrás. Nunca pensé que ahora, mejor dicho, nunca pensé que tan pronto me encontraría con aquella persona cara a cara, quien sacudió mi mundo hace 3 años exactamente.

La primera parte de la historia que voy a relatar, trata sobre el inicio y final, dejaré el desenlace para otro capítulo. Entonces: la semana pasada,decidimos ir a visitar a mi mamá y a mi papá que se mudaron a una ciudad alejada de Capital Federal, a 180km apróx. Como conté anteriormente, en año nuevo le confesé a mi mamá sobre mi sexualidad, cosa que ella ya sabía pero yo necesitaba decírselo para poder afrontar esta nueva relación distinta que tengo con Ian. La visita a esa ciudad fue muy gustosa, disfrutamos estar allá pero por el hecho que había tranquilidad, y tanto Ian como yo, pudimos descansar de su familia. y trabajo. Mis amigos, tanto Ricky como Elías y Damián están un poco celosos y me viven tratando de prisionero, y demás; cosas que son mentiras pero que deberían entender que estar en pareja no significa vivir la vida de la misma manera que yo la vivía antes de conocer a Ian. Por suerte, tanto mi papá como mi mamá aceptaron mi decisión.  No pudimos estar más de dos días porque justamente, mi chico debía volver  a la rutina y yo tenía que acompañarlo, pero el domingo pasado nos fuimos 5 días a Mar del Plata: mismo destino que mis vacaciones 2014.

No quería que las mismas cosas se repitieran, fuimos prácticamente sin hotel establecido, con ganas de playa, boliche y algún que otro teatro. Ojo, mis vacaciones pasadas me gustaron pero, como sabemos, mi historia con Diego terminó a las semanas después de la vuelta a Buenos Aires.  Ahora, este año, probamos suerte con mi novio Ian en el nuevo tren que el gobierno propuso para ir a Mar del Plata; sin embargo, me llevé una gran desilusión porque tarda mucho en llegar a destino, más que un micro de larga distancia. Ese domingo que partimos, la madre y el padre de Ian nos llevaron hasta Plaza Constitución para arribar. Lo más loco del viaje fue conocer a una señora que pegó buena onda con nosotros, ya que está en la misma rama de la vida que Ian (la del arte) y empezaron a hablar. Se respira buen clima y hay mucha gente copada que justamente  se toma el tren porque es más barato propicio a viajar de una forma distinta y más sociable que en un micro. Sin embargo, lo peor es que cuando bajamos del tren, esta señora se reencontró con su familia y prácticamente quedó el viaje olvidado, aunque es una experiencia vivida digna de recordar. 

Casi a las 21hs empezamos a caminar en la noche encontrando un hotel, pero lo único que veíamos eran dos avenidas y gente "rara"; es que nosotros ni sabíamos dónde quedaba el centro ya que estábamos desorientados. En parte fui yo el que impulsó a Ian a todo esto y me daba cosa pensar que él estaba ahí conmigo por "seguirme"; pero bueno, yo soy así de liberado. Caminamos mucho y los hoteles, hoteles posta, estaban muy caro para nosotros dos que sólo necesitábamos un lugar para dejar nuestras cosas y dormir; por eso le propuse ir a Punta Mogotes, lugar donde yo estuve el año pasado, y donde hay varias posadas donde seguro habría lugar y saldría más barato. Tomamos un taxi y bajamos, caminamos unas cuadras y encontramos uno que tenía, justo, una habitación matrimonial disponible. Nos atendió un muchacho de rastas, buena onda; sin embargo, no nos imaginábamos que nuestra salida de esta posada sería una pesadilla.

Tras acomodar todo, y sobre todo, haber perdido el día, decidimos salir a bailar; aunque claro, yo no conocía ningún boliche. Averigüé usando el wifi y encontramos uno, con data del año pasado que decía que era free; pero cuando llegamos, nos tomaron de sorpresa con el precio. A dos cuadras antes de llegar, cruzamos a un chico, Ramiro, un conocido con el que tuve "algo" muy pequeño. Lo que pasó con Ramiro fue lo siguiente: un día en Plop se me acerca tras bailarme todo y me comió la boca así de una, él me había fichado. Ramiro es grandote, musculoso aunque con panza y una caminata con pachorra pero con una carita para comértelo vivo. Al salir de Plop, nos encontramos con una lluvia a más no dar, llovía a cántaros y Ramiro ahí, que pin que pan, me tiró la indirecta de irme con él, que vivía en Quilmes, pero no estaba tan convencido de llevarme, me había propuesto algo así como "dormir juntos"... ¿y nada más? Lo más lamentoso fue que rechacé su propuesta y rematé con una contra-invitación a vernos en la semana. Me pasó su número y en la semana arreglamos para ir a tomar unas cervezas en Quilmes, y fui. Me pegué semejante viaje hasta allá y era la segunda vez que iba a esta localidad luego de ir a cenar con mi ex Joel, pero nada más, mucho no conocía. Él a la vez demostraba interés porque me llamaba, yo recuerdo que no tenía línea, y así fue como nos encontramos. Me llevó a un bar y tomamos dos cervezas mientras hablábamos de todo, desde nuestro inicio en el ambiente, hasta nuestros padres y nuestros ex. Sin embargo, a la hora y media, me comunicó que un conocido vendría. No obstante, yo ya había perdido la esperanza de irme con él o poder besarlo. Cuando vino, fuimos a pasear, él parecía mucho no conocer el centro de Quilmes. A continuación, fuimos a un restaurante a comer, yo fui casi sin plata, pero igual. Lo peor de todo era que la cerveza me había hecho efecto y me sentía mareado, es que también extrañaba que sea día de semana y no poder ir a bailar. Cuando todo terminó y la noche era oscura, caminamos de nuevo hacia la estación y despedimos a su amigo... "Bueno, ahora me va a proponer ir a su casa" Supuse pero no, ni siquiera me dio un beso ni nada y al llegar a las paradas de colectivos, me dijo que su colectivo paraba en tal lado y que se iba, y es más ni me indicó dónde para el colectivo que al menos me llevaba a la Estación Lomas. Nada, ni un beso de despedida ni nada, me tuve que rebuscar solo y me tomé el 85 hasta Capital para combinar con otro colectivo. Decepción total, y desde ese día, no quise darle más bola porque no me parecía. Lo único que hizo fue hablarme para preguntarme si había llegado bien; y a los días siguientes, hablamos boludeces pero ya no había tema de interés para hablar.

Entonces, volviendo a Mar del Plata, tras cruzarlo, dudé en decirle a Ian que lo conocía pero se lo dije; y me respondió que él también lo conocía y que ese chico era el del video porno que una vez me mostró.
-¿¡Ese es!? ¿En serio me decís que ese pibe era el del vídeo porno que me mostraste? No te la puedo creer. Qué se yo, en el video no lo veía bien, ni tampoco me imaginé.
-Sí, ese es. Mi amigo Leito me lo pasó y me dijo que era él, él que siempre va a Plop.
-Sabés que yo con él me vi una vez - No sé para qué se lo dije, se puso celoso y lo primero que me preguntó fue si me lo cogí - No, jamás, solo besos. Compartimos unas cervezas y nada más.
-¿Cervezas? ¿Nada más, entonces? - En fin, fue ahí cuando averiguamos el precio y tras una promo, entramos para ver que onda él lugar. Un asco, pero al menos había un show de un transformista muy bueno. Además vimos, que había como una especie de túnel de AMK. Ese día salimos temprano y nos fuimos a dormir.

Al día siguiente, después de lluvía y frío, a la noche decidimos ir a ver una obra de teatro, la misma que fui a ver el año pasado con Diego. Sin embargo a la salida, decidimos volver a ir a bailar al mismo lugar porque era free. Sin embargo, al sucedió... Ian y yo estábamos en la entrada, donde hay unas sillas frente a la escalera y en un momento decidimos ir al baño, y vimos una figura inconscientemente conocida peor no el di importancia, ya que me enojé porque Ian salió con el pantalón abrochándose, y las pasivas de atrás al toque lo miraron. Volvimos a la entrada, y luego al centro de la pista... pero en este último movimiento, se me cruzó la imagen de un chico mirándome, sus ojos brillaron, era una figura muy familiar. Por ende, me quedo en la mente. Era como si me estuviera mirándome a mí, aunque yo no le di bola y cambie mi vista en cuestión de segundos. Al instante se me viene una figura a la cabeza y me digo a mí mismo que no puede ser. En donde nos quedamos, en el centro de la pista, miré hacia atrás disimuladamente... y sí, ese chico estaba con otro mirándome y comentándo algo al oído. Enseguida lo reconocí, era Martín... sí, Martín, el ex amor de mi vida. ¡¿Qué hacía ahí?! En Mar del Plata, lejos de su Mendoza natal, en el mismo lugar que yo. Me puse nervioso y no sabía qué hacer. Yo estaba con Ian y lo peor de todo era que la vida me puso ese obstáculo no sé bien para qué...

F.A.M.