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lunes, noviembre 20, 2017

#193 - Otra Oportunidad

Fue una semana complicada con respecto a mi vida personal. La semana pasada, me vi con un muchacho con el que hace tiempo estábamos hablando por Whatsapp. Tiene a sus padres en Temperley y las veces que vino nunca nos pudimos ver, en parte porque me juró que era muy dominante y uno no siempre está con esas ganas o ese humor para ser dominado. Lo esquivé, pero el sábado pasado frente a necesidad de pija nueva y no con alguien que no me atraiga como Byron o nicolás de 17 años que me pintó de colores el cielo para ser compañeros sexuales y experimentar cosas y ahora resulta que no quiere nada de eso conmigo porque se está enganchando (y que su higiene últimamente no me está gustando). Me caminé por Palermo casi paralelamente por las vías hasta que llegué a su casa en plena tarde y con mucho calor. El chabón me gustó más en persona, su sonrisa me iluminó y me dio vida por un rato aunque, como yo había comido hacía un momento, más que un pete no pudimos hacer más. Le tragué la leche y me gustó servirlo. Quedamos en vernos, pero cuando alguien ya te empieza a clavar el visto y dejarte colgado en las conversaciones es porque no hay demasiado interés. En Grindr están todos ariscos, me estoy dando cuenta que hay muchos falsos que usan unas pares de fotos de otros chicos para robarle fotos a uno mismo, otros te dicen para arreglar y cancelan sobre la marcha y meten excusas... así que estoy harto. Me quedan las figuritas repetidas que no quiero porque ya no me atraen. 

Es más, ayer fui al sauna y adentro me arrepentí tanto de haber gastado plata que no tengo para nada, porque estaba lleno de viejos y los que valen la pena se la creen y se ponen con la histeria peor que los pasivos en general. Cuando vi que los otros dos pasivos -que estaban por debajo de mi nivel- se metían en los boxes con esos, los pocos musculosos o que valían la pena, me retiré sin haber tocado una pija. Algo parecido a lo del sauna me está pasando con salir a bailar. Puedo estar aburrido un viernes o sábado, pero no me dan ganas de salir, por ahí, después me agarra culpa por no haber salido. Pero cuando salgo, me carcome la cabeza el arrepentimiento porque no la estoy pasando bien. Encima salí del sauna y los de Grindr estaban en exquisito y, como yo estaba en pleno centro de Buenos Aires totalmente desamparado sin poder volverme a mi casa por el horario, entré en el juego del histeriqueo. Siempre me pasa lo mismo, esos histéricos me hablan cuando yo cedo y me terminan bloqueando porque se hacen los exquisitos. Me pone de la cabeza eso porque para exquisito ya estoy yo. Si bien sabía a lo que me iba a enfrentar por salir de madrugada del sauna, salí igual porque nada iba a pasar ahí adentro. Solo me seguían los viejos o los de edad más grandes y no quiero. Quiero a alguien joven ¿es mucho pedir? Creo que no estoy para agarrarme a uno que no me guste y tener sexo. 

Es más, la semana pasada iban a venir Nazareno, Elías y Mauricio a casa e íbamos a tomar en la terraza mientras escuchábamos algo de música porque hacía mucho no nos estábamos viendo y queríamos pasar un sábado juntos. Nazareno no vino y ese el primer punto detonante de la noche porque después anda diciendo que nosotros no lo invitamos, que la base siempre somos nosotros tres y a él lo excluimos, que esto, que aquello; y no es así. Durante las primeras horas en mi departamento, ví actitudes de Mauricio que no me gustaron y me las guardé para mí. Así fueron pasando las horas y noté más actitudes hasta que nos empedamos en la terraza con vodka más jugo y frutas licuadas. Se vinieron a quejar por la música y eso ya me puso de la cabeza también, nosotros seguimos como hasta la 1am y cuando bajamos para mi departamento, en la puerta se me cayó el equipo de música que traíamos y adentro de mi departamento también. Así que supuse que se iban a venir a quejar otra vez por el ruido que estábamos haciendo y, mientras yo estaba de mal humor, Mauricio se reía y se reía. Fue ahí cuando yo estallé por el alcohol que tenía en sangre y le dije que se callara porque a mí no me estaba causando gracia la situación. Empezamos a discutir mientras yo le preguntaba qué tenía él contra mí que desde hacía tiempo yo notaba que me hacía aparte, me usa como objeto de burla cuando estamos con el grupo de amigos, y otras cosas más. Mauricio se ofendió, que no quería hablar; como siempre hace cuando no tiene palabras para defenderse o cuando no tiene la razón. Agarró su celular y se refugió ahí como lo hizo cuando estábamos en Mardel de vacaciones y, en un momento de la discusión, me levanté y le dije que se sentara en la mesa porque tenía que hablar y él no quería. Sin querer, él levantó la mano y me pegó en la pera. Y yo le hice lo mismo aunque ellos lo tomaron como que yo lo agredí, pero en realidad quería demostrar que después el violento soy yo (sarcástico).

Hoy me arrepiento, no estuvo bueno porque yo eché a Mauricio de mi casa, y sé que las reuniones acá en mi departamento se terminaron por este mismo tema. Mauricio se quería ir y, de hecho, se fue temprano al día siguiente y sin saludarnos. Quedó una sensación rara entre los dos. Era obvio que después de guardarme cosas yo iba a estallar, y les dije todo lo que me molestaba a ambos. No fue la forma, pero en vez de suplir esas actitudes que a mí no me gustan, esa noche Elías y él las potenciaron. Le hablé igualmente a Mauricio por whatsapp y quedamos en tener una charla para aclarar ciertas cosas, cosa que todavía no se dio. Pero bueno, ayer nos volvimos a juntar para ir a bailar y no me gustó algo que dijo Nazareno respecto a los enojos, la mala onda y no sé qué más dando a entender sobre mis actitudes ya que la última vez que salimos a bailar desde la casa de Lara yo me había enojado porque tenía sueño y no quería ir a bailar; y aparte, por cómo quedó ahora mi amistad con Mauricio. Lo que tampoco me gustó de la salida de ayer fue que Nazareno y los demás se habían enterado con lujos detalles nuestra pelea. Creo que cuando yo discutí en Mardel con él no anduve ventilando a los cuatro vientos lo que él me dijo o me hizo pasar o sentir en ese momento. Algo que cuando lo hablamos se lo voy a decir. Igualmente ayer a él lo sacaron del boliche por estar muy borracho y nosotros continuamos la noche. No la pasé tan mal, pero me sigue pareciendo aburrido ir y no encontrarle nada atractivo al hecho de salir a bailar: caras conocidas, sin ningún tipo de trato, ariscos, envidia, todos tímidos, nadie encara. Me hartaron.

De hecho, el sábado a la madrugada cuando salí del sauna, me fui a McDonalds a hacer tiempo, aunque me quería volver a mi casa a toda costa porque hacía mucho frío. Para eso, tuve que caminar hasta la terminal de colectivos de Pto. Madero para tomarme el 74 aunque yo sabía que a esa hora no pasaba ninguno. Sin embargo, dije que iba a esperarlo con la gente que estuviese en ese lugar. Tras haber caminado y sorteado varios obstáculos de la misma noche porteña y ocultándome para que ningún gay conocido me viese cuando yo pasaba por el boliche de Florida y Av. Córdoba, llegué a Av Córdoba y Av. Alem y me encontré con que nadie había en la terminal y yo casi me morí. Pensé en ir a tomarme el 160 en Av. Rivadavia y Av. Medrano porque ese sí pasaba toda la noche, aunque para llegar a esa parada tenía que tomarme otro colectivo que me dejara ahí. Tenía varias posibilidades: el 5, el 26 o el 132; así que me quedé en la parada del 5 donde estaba un muchacho y un chico morocho muy lindo. Me vinieron a pedir monedas, cigarrillos, y así fui sorteando los obstáculos a los que ya estoy acostumbrado. A los 10 minutos escucho un grupo de chicos venir detrás de mí y supuse que me iban a pedir algo también cuando pasaran. Al pasar por mi lado, miré con atención y vi a mi ex novio Ian con su nuevo novio y un grupo de chicas hablando en voz fuerte, típico de Ian:
-¡Qué chico que es el mundo, la puta madre! - Me dije a mí mismo - que no  me vean, que no se de vuelta - Deseé también por dentro porque era obvio que si se daba cuenta que yo estaba mirándolo, lo iba a agarrar al novio y lo iba a besar en frente de mí para darme celos o decirme "mirá, tengo novio y a vos te olvidé". Es tan predecible que pareciera que yo lo parí. Pensé que él salía de alguna obra de teatro, ensayo o lo que tenga que ver con lo que él se dedica. ¿Pero con el novio? Había algo que no me cerraba. Cuando él iba llegando a la esquina y ya lo perdí de vista, se dio vuelta y miró creo que al chico morocho que estaba un poco más adelante de mí. Esas actitudes de hacerse el tonto y mirar a otros chicos también las tenía conmigo. Lo por de todo es que, al haberme tomado el 5 y ya haber bajado, me fui a la parada del 160 que estaba en la esquina que antes mencioné, y a los 5 minutos miro hacia atrás y había aparecido el colectivo 132. Mi tercer ojo, poder de la seducción, o lo que mierda haya sido me dijo "Mirá adentro del 132" Así que me volví a dar vuelta y veo en el último asiento a un chico con la misma camisa que tenía Ian cuando lo vi en el centro. Ahí hice toda una conexión rápida del por qué me los crucé: ellos salían de bailar de 'The sub' y las chicas que estaban con él eran las mejores amigas que son pareja, entonces se fueron a tomar el 132 para irse a la casa de estas chicas, amigas de Ian. Algo así como lo que nosotros hicimos cuando éramos novios. Menos mal que no fui a esperar el 132 porque podía haber viajado con ellos, la puta madre. Yo sí que tengo un sexto sentido que me hace predecir hechos. Lo peor de todo es que él ya no va más a bailar a Puerca porque sabe que me va a encontrar a mí, y entonces por eso sale a bailar a otro lado. No sé si me habrán visto cuando yo me di vuelta a mirar el colectivo, en fin. 

Si tengo que hacer un balance, creo que yo no hubiese aguantado la relación con Ian, hubiera explotado. Sin embargo, lo vi a él tan parecido en actitud a cuando estaba conmigo más allá de salir con sus amigas y volverse a casa de ellas, sino porque le encantaba ir por la calle gritando y llamando la atención. Y aunque yo esté solo acá, con tanta paz y tranquilidad que a veces me aburre fatalmente a tal punto de ponerme triste por tanta soledad, me doy cuenta de que no necesito nadie a mi lado para seguir mi vida y que todo lo que tengo a nivel material y personal es porque lo logré por mí mismo. Recuerdo que Ian me llegó a dar lástima a los 7 meses después de habernos separado, por cómo se comportaba y porque sus actitides me hacían decir cosas de él que yo no hubiera querido: que llegó a usar ropa mía, que yo le compré ropa, que él estaba enceguecido por su familia, que lo controlaban, etc. Ese es el peor sentimiento que le puedo tener a una persona. Todo esto a tal punto de producirme un nudo en la garganta y que los ojos se me llenaran de lágrimas. Ese momento en donde una persona me provoca lástima, es el punto donde dejo de tenerle bronca y me apiado de él dejando el rencor de lado y hasta pedirle perdón y decirle que todo está bien, que la guerra terminó, que solo lo quiero ver bien, que ya nada me afecta a mí. Es verdad, yo ya ni me pongo nervioso al verlo ni me voy a un lugar con la idea de llegar a verlo. Esto me sucedió con varias personas en mi vida, entre ellos mi primo Naim quien fue, es y seguirá siendo mi enemigo natural. A pesar de que nos teníamos bronca, él me llegaba a dar lástima. Mi primer ex novio Joel y mi primo Francisco, hermano de Selene, me han dado lástima y me he apiadado de ellos.

F.A.M.