Es más que seguro que si me pongo a leer mis capítulos anteriores, me de cuenta de las sensaciones vividas con mucha rapidez en mi vida. Yo no sé si a todos les pasa, o se dan cuenta de eso. Igual siempre me consideré alguien distinto al resto. Resulta que, después de cuatro años a full en el ambiente, creo que necesito apartarme un rato de los boliches y pasar más tiempo, onda juntada, con mis amigos. Todos estamos de acuerdo porque se viene el invierno y andamos muy cortos de plata; y a pesar de que yo no hable de política, es porque estamos viviendo un período de transición económica en el país donde hay muchos ajustes y cambios en nuestros bolsillos, más allá de las peleas de las personas por ideologías distintas que se agrandó después del cambio de gobierno en diciembre. Entre otras cosas, volví a empezar la facultad y cada vez más entusiasmado porque me quedan pocas materias para recibirme: orgulloso de mí por mi intelecto y mis ganas de siempre, pero sobre todo porque, pese a las situaciones difíciles que me tocó vivir a nivel personal, sigo adelante. Y esto último no es para minimizar.
Otra de las razones por la cual yo opto no salir a bailar es para evitar ver a ciertas personas, léase Damián o Ian, y por más que los ignoramos, también nos aburrimos de tener la misma rutina los fines de semana. Igualmente ya hace unos meses que optamos por juntadas antes que salir a bailar. A la facultad le estoy poniendo garra pero trato de cuidarme mucho con el tema del stress, stress que padecí por salir a bailar miércoles, viernes, sábados y hasta algunos domingos. Todo para mostrar que ahí estaba, flameando como si mi separación no me hubiese afectado. Y aunque mentía emocionalmente, yo quería que esa etapa de mi vida pasara rápidamente... hubiese querido no vivirla, de hecho pensé (y pensamos, porque mis amigos coinciden en lo mismo) que nunca iba a atravesar esa situación límite. Y como vengo diciendo hace mucho tiempo, las heridas cerraron, pero ahí quedó la cicatriz... y como dice el dicho "Te quemás con leche, ves vaca y llorás". Por eso, para evitar ver a ciertas personas, prefiero alejarme. Tampoco es que a Ian lo vea siempre, a quien si vemos es a Damián y siempre está la guerra esa como si fuésemos enemigos. Pero es todo por su culpa. Si bien, no somos enemigos, creo que tampoco volvería a ser su amigo.
Si bien la pasábamos genial, muchas falencias como amigo encontré y prefiero no volver a hablar con él. La otra puso un estado en facebook como que es patético que Elías se haya peleado con él por mi influencia y que debemos sonreír más cuando salimos a bailar... y terminó con un "Los extraño", no sé si irónico o verdadero. El tema es que él debería auto-juzgarse y ver esas malas conductas que tenía con nosotros. Pero es cierto que a todos quienes estén en nuestro grupo, se les sube el ego y después, para bajarlos del pony imaginario, hay que desterrarlos de raíz. Entonces por estas razones, se me fueron las ganas de salir a bailar todos los fines de semana como lo venía haciendo hace 4 años, quizás una vez que me reciba, vuelva con esas energías a querer salir todos los días.
Con respecto a Ian, algo sucedió el domingo pasado que salimos a Palermo después de una juntada en casa con Mauricio, Cecilia y otra chica más. Todos se volvieron al mediodía a sus casas, y Elías tenía que verse con un amigo que a la vez le presentaría a su amigo para ver si pegaban onda. A este nuevo amigo de Elías, ya lo había visto varias veces en Plop/Puerca, de hecho se conocieron ahí. La cosa que nosotros primeros fuimos a comer a Microcentro y después nos encontramos con estos chicos en Palermo. A primera vista a Elías no le gustó el amigo de su nuevo amigo, Nazareno. Iban a patinar con rollers pero terminamos sentados hablando de nuestros ex, sobre todo porque este chico había tenido una relación tormentosa y lo quería hablar. Yo, desde mi punto de vista también le conté mi experiencia con Ian... pero un momento, el amigo del amigo, pregunta el nombre de mi ex para ver si lo conocíamos. Cosa que por las dudas, le dije que probablemente no lo conozcan, guardándome el nombre. Bueno, nada... pasó la tarde y decidimos ir a merendar al Alto Palermo. Cosa que cuando estábamos haciendo la fila para hacer nuestro pedido, Nazareno, el amigo de Elías, estaba en facebook desde su celular y dice algo. Entonces yo miro de reojo y veo el nombre de alguien en la pantalla... me llamó la atención, y más cuando Nazareno comenta que ese chico era el primo de su amigo. Miré con cara de asustado a Elías, quien enseguida notó que algo pasaba y no entendía qué. No pudo leerme los labios, así que, yo con el Jesús en la boca agarré mi celular y le envié un mensaje a su whatsapp para que entendiera que el amigo de Nazareno era el primo del mejor amigo de Ian. ¡Ay Dios! ¿Por qué es es tan chico el ambiente gay?
Nos fuimos a sentar después de hacer el pedido, y pueden creer que Nazareno dice:
-Estoy hablando con el primo de mi amigo y dice que alguno de ustedes es el ex de su amigo. Me lo dijo recién por whatsapp porque vio una foto de nosotros - Yo, que estaba tomando mi Frappé trataba de obviar la situación porque, horas antes había estado hablándole a Nazareno de mi ex. Pero nada, no quería que otra vez las cosas se mezclaran y no pueda tener paz por el simple hecho de que mi ex es conocido de unos nuevos amigos. Nos preguntó a ambos y yo lo negué a muerte haciendo de cuenta que no lo conocía, de hecho merecía un Oscar por mi actuación. Elías también negó que no lo conocía. Hasta el amigo de Nazareno nos mostró una foto que es la que Ian tiene de perfil en su facebook. Y aun así me seguí haciendo el que no lo conocía. No veía la hora de salir de ahí y hablar con Elías de todo esto. Nazareno es un buen pibe, aunque todo se complicaría siendo que él conoce a Ian ya sea de vista, y que me conozca a mí y sepa que yo fui ex de él.
La cosa para mí quedó ahí. Sin embargo, resulta que este viernes que salimos a bailar, cayó Nazareno y en un ínterin que nos quedamos solos bailando, me dice:
-Che, ¿sabés qué...? Algo con respecto a lo que hablamos la otra vez. Decime la verdad ahora que no está ni mi amigo ni Elías. ¿Ian es tu ex? - Yo hacía que lo escuchaba atentamente pero negué a muerte - Porque, la otra vez, mi amigo habló con el amigo de su primo y le dijo que vos fuiste el ex de él.
-¿Ah si? - Hice que pensé cuatro segundos - ¿Cómo me dijiste que se llama? - Nuevamente cuando me contestó, negué conocerlo. Pero le dije que si conocía a un chico así aunque hacía como un año había cortado. Y que si es él, el que yo pienso, ya quedó en la historia porque después estuve con otro chico que se había separado de su novio para estar conmigo. Mentira, pero para que le cuente su amigo y este amigo le cuente a Ian. Es de malo, no obstante, necesito herirlo así como él me hirió. No me importa, es más, aparezca o no me da lo mismo. Ahora tan solo quiero continuar con lo mío, mis cosas y dejar de lado ciertas otras.
F.A.M.