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miércoles, septiembre 21, 2022

#262 - Switchblade

Amor y enamoramiento
Pasó un año y casi dos meses desde que nos vimos por primera vez con Kevin. Y hace casi 1 año que oficializamos y nos pusimos de novios. Yo, un poco inseguro por todo lo que conté de mí: que no me gustan los compromisos, que no puedo enamorarme de nadie, que tengo un caracter fuerte, y que estoy demasiado acostumbrado a vivir solo y estar solo. Los primeros dos meses de "conocernos", todo fue fuego y pasión, y nos habíamos puesto como objetivo que si todo iba bien hasta los tres meses, íbamos a oficializar. Aunque en agosto de 2021 decidimos adelantar el trámite porque ya estábamos casi conviviendo y, si bien, el título de "novios" no nos modificaba en nada, era agradable ya asumir la responsabilidad. Sin embargo, ese mismo mes, agosto de 2021 empecé a sufrir un montón de situaciones raras y shockeantes como robos y hechos que jamás me habían pasado anteriormente y que llamaban la atención. De hecho, el mismo día que me pasó el primer robo, un punga en el tren que me robó mi iPhone, también me dijeron de un colegio donde trabajaba que mis 12hs cátedras suplente iban a cesar porque el titular había renunciado y que a mí no me iban a dar las horas ya que yo tenía mis 8 titulares. 

Ansiedad y stress
A partir de ese momento, dejé la psicóloga, empecé a tomar horas en otros colegios y enfoqué mi mente en cuestiones laborales. Como volvimos a clase presenciales en Provincia de Buenos Aires, dejé de cursar justamente por falta de tiempo en la Universidad donde había empezado mi segunda carrera, y dejé de asistir a la esteticista después de que me inyectara unas enzimas para controlar mi grasa en la zona de la panza. Y, si bien, el entrenamiento lo había abandonado en mayo, en agosto y, al estar en pareja, se me hizo imposible retormarlo. Frente a toda esta ansiedad e impotencia, lógicamente engordé y eso me ponía peor. Fue una crisis muy fuerte y, seguido, en septiembre, un segundo robo de celular que me había comprado el mes anterior, fue un manoteo desde una moto. Se lo atribuyo a un colegio donde no me llevaba bien con el director ya que había discutido fuertemente por mensajes y quiso que me fuera de ese lugar acudiendo a algún curandero seguramente. No había otra posibilidad: día que iba a ese colegio, al día siguiente me pasaba una fatalidad. De todos modos, la saqué barata, podría haber sido peor.

Enfriamiento sexual
Esto afectó muchísimo a mi sexualidad, me volví frío con mi novio Kevin y, a partir de ahí, con él siempre fueron constantes pleitos porque él decía que yo había cambiado y que ya no lo tocaba ni quería nada sexual con él. Y no era así, lo amaba, pero no tenía libido sexual; quizás, por ese mismo gualicho que me tiró el bastardo ese. La única manera en que todo se "tranquilizó" fue cuando renuncié a ese lugar. La importencia que sentía era increíble y nada podía hacer más que renunciarle y escribir un testamento escrachándolo en el grupo de Whatsapp. Si bien, ahora, hace un año que ya estábamos así con Kevin, yo sabía que a él le molestaba no tener sexo a lo bestia; no obstante, me pasaba algo muy raro con respecto a eso y se lo dije a los meses después: no quería que él se tiraba en la cama y yo tener que hacer todo. Al principio, cuando nos conocíamos, estaba bien, pero, que toda la vida sea así, no. Siempre dije que a mí me gustaba la persona que era dominante. Me encantaba estar con él, dormir a su lado, hacer nada o hacer cosas. 

Ayuda al otro
Todo eso, estaba genial y me gustaba porque había fluidez y no me pasaba como me pasó con otros chicos que se les acababan el tema de conversación. Las complicaciones vinieron con el tiempo: fueron problemas de convivencia, quizás, por mi decisión rápida de que se viniera a vivir conmigo. Sentía la necidad de ayudarlo ya que me preocupaba mucho que saliera de trabajar a las 22hs y no pudiese volver a su casa por el tema de los colectivo. O también que en una casa pequeña, viniera él con sus dos hermanos y sus padres, y que no hubiese nada para hacer en ese lugar aburrido. En fin. El trabajo ese del que salía tarde y no lo beneficiaba económicamente lo soltó al tiempo y consiguió en una verdulería cerca de lo que era su antigua casa. Y se sentía muy bien ahí, de hecho, comparaba siempre su trabajo anterior con este nuevo y lo bien que lo trataba su nuevo jefe.

Cruza con Pastor Belga
En noviembre, adoptamos un perrito que lo tenía de paso un señor. Y principios de diciembre fue un caos porque tenía que adaptarse a una casa donde no era donde estuvo desde que nació. De hecho, estuvo en la calle, luego, en lo del señor y, por último, en nuestro departamento. Haciendo miles de maniobras para que no se quedara solo o llevándolo a dónde nosotros íbamos. En enero, cuando yo empecé mis vacaciones, siguieron los problemas que afectaban a nuestra pareja. Cuando todo parecía que marchaba bien, el exterior de una u otra forma nos sacudía y eso chocaba de lleno con nuestra relación. Su jefe le pedía cubrir todo el día e inclusive los sábados y domingos. A Kevin le venía bien proque era plata que él sumaba en su economía, pero yo me enojaba porque no podía hacer nada porque teníamos al perrito solo y rompía todo cuando se quedaba solo. Mi enero fue así: estar encerrado y hacer arreglos en el departamento que hacía mucho quería hacer, además de adaptarlo para convivir los tres: Kevin, el perrito y yo. Frente a mis enojos y reproches de por qué tenía que trabajar todos los días, todo el día, veía cierta impotencia en Kevin de no poder decir que no. Y así fue durante todo febrero y marzo. En abril, le dijo al jefe que empezaba a estudiar por la mañana e incluso los sábados, todo para no ir y no decirle que no, que necesitaba descansar algunos días. Lo de los días de semana era verdad, lo de los sábados no. Pero yo necesitaba que él se hiciera cargo también del perrito porque él no estaba en todo el día y, el que iba y venía de su trabajo para atenderlo era yo.

La hermanita perruna que no pudo ser
En abril también, pensamos que era hora de traer una hermanita perruna para nuestro perrito ya que solo hacía mucho lío. Fue ahí cuando trajimos a Ámbar, una perrita que, por negligencia de los que la tenían, estaba muy avanzada con los parásitos. Ella falleció a raíz de todo esto, estuvo casi una semana con nosotros y, a pesar que la llevamos al veterinario, no se pudo hacer nada. En mayo, vinieron dos hermanitos perrunos, hermanitos de sangre entre ellos y de corazón para el que ya teníamos. Yo creía que Kevin se iba a poner las pilas, pero esos mismos temas que pasaban antes, pero no. Sumado a esto, desde Enero que yo venía bancando ciertos ataques de enojo que tenía Kevin debido a cosas de la casa que yo le decía o supuestas acciones que yo tenía. Le duraban 3 días aproximadamente hasta que lo sentaba a hablar porque era infumable aguantarlo así, y me destrataba, me esquivaba, me ignoraba y hasta me hacía ciertos gestos faciales que no me gustaba para nada. Así se repitió montón de veces estas escenas, sobre todo desde que dejó de trabajar los sábados y la pasábamos juntos. En junio le di un ultimátum, cosa que se tranquilizó, decidió empezar la psicológa aunque estos ataques eran recurrentes y a mí no me gustaban porque llenaba el departamento de una energía de mierda.

Ruptura sentimental
Fue así cuando, ya en agosto le pedí separarnos porque yo ya no aguantaba estar de novio y convivir. No nací para esto. Y es triste decirlo, pero saber que en esta vida todos vinimos con habilidades y no habilidades, y por más que uno lo deseé nunca se va a dar. Kevin se enojó e hizo un escándalo que ahora no tengo ganas de contarlo, quizo suicidarse y demás cuestiones que jamás pensé pasar ya que, si bien, yo tuve mis problemas en la adolescencia, jamás llegué a ese punto. Y menos con un hijo, o pareja. Pero bueno. Decidí darle la posibilidad de continuar, pero otra vez volvió a suceder por cosas que él se imagina, es que ve una situación y ya saca conclusiones erróneas. Kevin tiene muchísimas cosas lindas, como personas y como novio, muy diferentes a las de mis anteriores dos ex. Sim embargo, también tiene esos ataques como los tenía mi primer ex de querer atención, que nadie lo quería según él y le agarraban ataques de llanto y de depresión.

La paz es prioridad
Lo necesitaba hacer porque ya me estaba sintiendo mal a nivel personal, interno, algo que nadie iba a entenderlo más que yo. En un principio, lo hice por eso aunque jamás creí que iba a pasar por la situación de no saber como contarle a alguien. Ya lo pasé con mi primer ex, Joel, hace 10 años; sin embargo, él mucho no me interesaba al fin y al cabo. Kevin sí me interesaba, pero las cosas para mí ya estaban fuera de control y pasar por situaciones que no quería sabiendo que yo tenía una vida en paz y sin problemas ajenos, no. Me cuesta un montón todavía, pero la tranquilidad que me da saber que puedo llegar de trabajar y no tener que estar lidiando con nadie, es lo más. A mis casi 30 años puedo decir que descubrí que no existe el "chico ideal" del que siempre hablé, es más un fantasía, aunque nunca podemos estar enamorados para siempre de alguien y todo lo que eso conlleva: aspecto sexual, actitudinal y sentimental. En sí, no quiero saber nada de él. Los primeros días me daba pena, aunque "ojos que no ven, corazón que siente" y estoy bien así.


F.A.M.