Este capítulo es un resumen de las cosas que sucedieron entre navidad y la primera semana de enero, antes de irme de vacaciones a Mar del Plata. Si bien sucedieron varias cosas importantes, voy a hacer un punteo general. Esto está en disputa los capítulos que cambian a mi tercera etapa sexual porque, desde que conocí a Andrés, Mateo y Ricky, mi vida sexual se intensificó. Pero a la vez, lo que contaré después también es un click que me hizo dar cuenta de que yo ya estaba en otra etapa sexual. Este cambio de etapa sucede por arte de magia, yo no lo incentivo pero pareciera que cambiamos de año y todo cambia también. Antes de comenzar con el punteo de cosas, tengo que contar algo que sucedió antes de mis dos aventuras en el hipódromo, que no las conté porque no es como para dedicarle un capítulo entero.
El sábado anterior a esos hechos habíamos salido a bailar a Puerca con Elías y con las chicas: Samanta y Nicole, también ya estábamos organizando para hacer una juntada en la casa de Samanta por el cumpleaños de Elías a principios de enero, previa + Puerca. Ese día, bailamos un montón, vi a los muchachos de siempre y, encima, si mal no recuerdo a mi platónico 1. Lo que tengo que recalcar de esta noche es que, aparte de haber tomado un montón, mientras nosotros bailábamos, detrás había un chico lindo: rubiecito, pinta de canchero, que se le notaba en la cara que chamuyaba de lo lindo; entonces al darme vuelta, él choca a sus amigas que estaban a su lado y me habla:
-¡Qué lindo que sos! - Me dijo de una.
-Gracias - Le respondí humildemente.
-No, en serio. Sos re lindo. ¿Tenés novio?
-Ando solito. Pero bueno... - Sus manos tocaron mi culo y me corrí disimulando ya que el lugar estaba lleno de gente. Se me abalanzó y casi nos besamos pero nuestros labios sólo se acercaron. Volví a darme vuelta para volver con mis amigos dejándolo a él con los suyos, le había sacado la ficha al toque. Y si lo que él buscaba era besarnos y nada más, entonces con gusto. En un momento de la noche Elías, me pidió que lo acompañe al baño y, al pasar por la barra, me lo encuentro a este chico en el pasillito. Me toca, pero eso no es nada ya que al volver, nos quedamos con Samanta y Nicole, y este chico se me vuelve a acercar. Terminamos besándonos a full y el diciéndome "que sólo quería cojerme", que es re cojedor y lo romántico casi ni le va. Nos tocamos todo y, mientras estábamos re en pedo, le paso mi número de celular que dudé en pasárselo pero bueno, quizás mi destino sea estar con él. Nos seguimos besando con todas las ganas, este chico me metía la lengua hasta el esófago y mis amigos me miraban desde algún lugar cercano:
-Me re calentás, me ponés a mil. Si yo te digo que vayamos a otro lugar, no vas a querer ¿no? - Si era por mí, me iba con él pero creo que Elías ya vio demasiado de mí respecto a eso, y yo tampoco quería cojer y después no verlo más al chico. De última, chamuyemos un tiempo más y después sí veámonos. A cada rato me decía que la pija la tenía re parada y que no daba más, entonces se me cruzo que podíamos salir y le hacía un pete en alguna calle aledaña como lo hice otras veces pero esta vez era muy temprano para irnos.
-Se me ocurrió una idea - Le dije - Podemos ir al baño
-¿Al baño? ¿Pero se puede, no va a ser muy obvio? - En más de una ocasión vi a chicos en los urinales que se tocaban la pija, me pareció totalmente asqueroso pero nadie vino a decirles algo más allá que el cuidador siempre está en la puerta. Además todo el mundo iba y venía y los veía.
-Sí, o sea tampoco vamos a estar un turno pero para para un pete va - Le propuse y, de la mano, subimos al baño. Pasamos rápido y sin levantar sospechas, fue así como entramos a un cubículo los dos y mientras se bajaba los pantalones, yo me agacho le chupo la pija. Era un poco incómodo, a mí se me dormían las piernas pero yo seguí chupándosela a full, y a él le gustaba, lo mejor de todo es que me dijo:
-Voy a acabar - Yo no iba a dejar que acabara en cualquier lugar, así que acepté toda su leche... pero, de repente, nos abren la puerta y nos dicen que salgamos: era el cuidador del baño aunque, mucho tiempo después, me contaron que en el techo de los cubículos hay unas aberturas que corresponden a las ventilaciones, y ahí hay cámaras, entonces hay una ventilación por cubículo. Fue así como nos descubrieron.
-Escupí - Me dijo él mientras yo salía urgente de ahí para no llamar la atención, aunque más de uno nos vio. Tragué la leche y me acerqué al espejo para enjuagarme la boca y hacer el que escupía. Bajamos y quedamos en que él me hablaría en los próximos días. De que era lindo, era lindo, un poco narigón pero venía bien. Fue así como habíamos arreglado: me habló a los días siguiente y recuerdo que durante Navidad nos mensajeábamos pero el chabón era muy cojedor y quería que le pase fotos de mí desnudo, y a mí eso no me va, o sea podemos hablar de cojer o que te envíe una foto pero tampoco ser alzado. Fue así como perdí interés al toque y dejamos de hablar.
Después de las aventuras en el hipódromo, no volví a frecuertarlo más porque, como expliqué, me quedaba muy lejos y solo no da ir. Las veces que organizamos con algunos amigos siempre caemos en la negación por esos mismos motivos. Al día siguiente de la última vez en el hipódromo: viernes, yo me junté con mis amigos Patricio, Mariángeles, Ignacio y Silvina porque Mariángeles se recibió de docente y estuvimos en la entrega de diplomas. Hacía mil que no los veía a ellos, después del acto, fuimos a comer algo a casa de ella y nos iríamos a quedar a dormir, lo que aseguro es que estuvimos toda la noche en el patio de su casa, tomando frío y yo empecé a levantar temperatura. Me agarró fiebre y le pedí a Mariángeles ir a dormir, los chicos intentaron a las horas venir a dormir pero decidieron irse amanecidos a su casa; yo tuve que irme también pero fue la muerte haberme vuelto con fiebre a casa. Lo peor de todo es que, ese fin de semana, iríamos a festejar navidad por adelantado con Agustina y Facundo en Whip pero, lamentablemente, yo estaba con tanto cansancio y mi cuerpo ardía como nunca. Por eso, a último momento les dije que no saldría a bailar con ellos, que disfrutaran por mí. En realidad, iba a ir pero Facundo me aconsejo que mejor descansara que igual él saldría con Agustina; y para que tengan una idea, ese fue el único fin de semana que no salí a bailar en estas vacaciones de verano.
Llegó Navidad, llegó la juntada en familia, la cena, la mesa dulce y la pirotecnia. El concepto de navidad cambió, para mí, desde que entré al ambiente gay, o me animo a decir, un año antes...
para mí lo era todo al igual que las fechas patrias porque significaba
unión familiar y lo que siempre me gustó fue sentirme cerca de mis parientes y sentirme querido. Siempre mis tías tenías cosas que contar o chusmear para hacernos reír, siempre hablando de la familia de parte de mi mamá. Pero ahora ya no, es como si yo priorizara otras cosas o no me importara la unión familiar; además, cabe destacar que desde chico es como una tradición que tiene mi familia en juntarnos a almorzar las fechas patrias. Aparte, tengo que mencionar, como alguna vez dije, que mi familia es numerosa con respecto a tías/os y primos/as. Esa noche, mientras estábamos cenando me sentí mal y hasta me agarró nuevamente fiebre porque no me había curado bien. Mi mamá hasta me decía que yo tenía el cuerpo caliente, frase que me han repetido anteriormente. Lo peor de todo fue que al día siguiente, jugamos al carnaval en la casa de una de mis tías con algunos de mis primos/as y me volvió a agarrar fiebre.

En la semana siguiente estuve hablando con el chico al que le hice el pete en Puerca: me pedía que le pasara fotos y fotos, y como dije en los capítulos anteriores, esa onda no me va... Ok, le pasé algunas pero él quería más y más, y por más que él me mandó alguna que otra ¿para qué quería fotos yo si eso no me gusta? Le dije que otro día le pasaría; sin embargo, dejé de hablarle porque no me gustaba esa onda por más que el pibe fuese lindo. Después fue como si nunca nos hubiéramos conocido antes. Con quien también hablé fue con Benjamín, le pregunté cómo pasó Navidad porque todo el gran problema que se le armó prácticamente lo dejó, al menos, sin padre. Me respondió que pasó junto a una amiga y su familia, entonces le dije que me alegraba que no la haya pasado solo. Pero a mí me había molestado la última vez que nos vimos que él me dijera que un chico de Salta lo invitó a ir hacia allá para pasar las fiestas de fin de año con él: casi ni lo conocía, entonces por eso, le reproché. Y fue para estas fechas que cortamos todo tipo de relación ya que él también se enojó porque yo le decía que no tenía tiempo para vernos y tampoco quería que me dijera "amor", "corazón" y demás cosas amorosas. Terminó su discurso diciéndome que si yo sentía interés en hablarle alguna vez, que lo hiciera pero que no esperara de él más nada porque se había cansado de andar atrás de mí sin que yo le demostrara lo mismo. ¿Acaso existe alguna forma de explicarle que no era mi chico ideal, y que yo estoy en busca de eso, y etcétera?
El próximo fin de semana, el viernes salimos con Elías y Facundo a Plop que era barra libre; sin embargo, fue un caos porque se quedaron sin hielo en el medio de la noche y los tragos parecían jarabe para la tos. Si no me equivoco, ese día estuvo Nicolás que, por culpa de Elías y Facundo, le di un beso. En realidad, yo estaba medio tomado y eso hizo que yo lo besara siendo que antes dije que nunca más lo iba a besar. Al día siguiente invité a Ricky a Puerca, yo iría a despedir el año con Agustina, él me dijo que no conocía pero iba a ser su primera vez porque nosotros siempre salimos ahí. A medida que íbamos construyendo nuestra amistad, salíamos juntos a todos lados. Aunque esa noche algo sucedió, algo que me hizo pensar que, realmente, la vida me pone a gente del pasado en el camino, que ese sendero que recorremos se cruza en algún momento nuevamente con los senderos de otras personas de quienes ya nos había alejado. Ricky se sudó la vida, bailó un montón más allá que en ese lugar siempre hace mucho calor; por otra parte yo en un momento de la noche lo dejé solo y me fui por ahí, aunque justo me la crucé a Agustina que estaba re en pedo. Obvio que eso sucedió alrededor de las 5am ya cuando la noche en Puerca iba finalizando.
Yo estaba cerca del escenario, atrás de Agustina que íbamos juntos para algún lado entonces, de repente, siento que alguien pone su mano en mi hombro.
-Hey, nene ¿cómo estás? Tanto tiempo - Me dijo él sonriendo. Era Agustín, la pareja de Santiago.
-¿Qué haces, che? Bien, vos. ¿Qué andás haciendo acá? - Le dije yo súper sorprendido, mirándolo sin poder creer a quién tenía frente a mis ojos. Él se había rapado el pelo y se lo notaba un poquito más flaco.
-Nada, acá vine a bailar con amigos, a pasar la noche. ¿Así que acá venís vos a bailar?
-Sí, siempre vengo acá. Pero pará, ¿vos solo por acá? ¿Qué pasó?
-No. Nos peleamos con Santiago...
-¿En serio? No te la puedo creer, pero ¿por qué?
-No, es una historia muy larga.
-Pero dale, contame.
-No, acá no da. La próxima será. Pasó que incluimos a un tercero en la pareja y bueno, se confundieron algunos términos y nada. Eso, decidimos no ser más pareja y cada uno siguió su camino.
-Sí, yo me di cuenta de algo. Por eso me alejé y corté todo vínculo con ustedes.
-Así es. Pero bueno, me alegro haberte cruzado después de tanto tiempo. Qué andes bien, che. Me vuelvo con mis amigos - nos saludamos y cada uno siguió su rumbo, y yo quedé IMPAKTADO frente a esa aparición que me hizo dar cuenta que yo tenía razón y que ambos estaban separados desde algunos meses. Todo porque yo los stalkeaba a ambos después de desbloquearlos en facebook. Agustina, quien estaba a mi lado, me preguntó quién era ese chico, que era muy lindo, y le recordé que ese chico era la pareja del muchacho que conocí en el recital de Madonna y con el que me relacioné luego de cortar con mi ex Joel. Uno de los tantos tríos que hice. Esa misma noche, cuando volví a ver a Ricky, le conté lo que pasó y yo estaba shockeado. Me lo volví a cruzar una o dos veces más esa noche... claro, ahora el nene (no tan nene) se quedó solo y volvió a las andanzas. Como hace todo puto: mientras está en pareja es "mi pareja, que la amo y demás, que ya no más joda", y después vuelven a las viejas épocas. Lo peor de todo era que a Agustín se le terminaron los días de príncipe ya que quien lo mantenía era Santiago en Nordelta. Al salir del boliche, íbamos caminando para la estación Lacroze, y yo un poco en pedo empecé a decirles a Ricky y a Agustina que no podía creer lo que me estaba pasando que es verdad que me vuelvo a reencontrar con gente que hace tiempo atrás dejé de ver. De pronto, veo que Agustín pasa con sus dos amigos por al lado de mí, y yo me quería matar por estar hablando fuerte. Ellos se adelantaron pero, a la cuadra, los tres giran y miran hacia atrás, cosa más evidente porque Agustín me estaba mostrando a sus amigos, con algún comentario como "ese chico era el que trajo Santiago para que hagamos trío" o "el chico del que Santiago se enganchó".
Para mí fue una tortura los días intermedio entre las dos fiestas de fin de año sin contar los fines de semana porque tenía esas ganas de salir, incontinencia nocturna. Pero antes de año nuevo, el lunes íbamos a tener una cena todos los amigos juntos, así que me fui haciendo la cabeza que ese día nos íbamos a ver todos, como la cosa era juntarnos en la casa de Mateo en Ramos Mejía me tomé el colectivo hasta Liniers y después el tren. Pero, lamentablemente, ya cuando yo estaba en viaje, Mateo me preguntó si yo había salido de casa porque al parecer todos le estaban cancelando nuevamente por distintos motivos. Yo concurrí, me parecía que Mateo era una excelente persona, por eso, mismo yo tenía ganas de verlo y hablar. Anteriormente me había dicho que tenía un regalo para mí, que me lo tenía que haber entregado antes pero no nos había visto. Yo ya estuve en Ramos Mejía, conozco la zona céntrica pero no con detalles, además en el oeste las vías del tren dividen a las localidades en norte o sur; acá en el sur, por ejemplo, se dividen las localidades en este u oeste. Al llegar, Mateo me pidió que lo esperara en la estación, ya estaba oscureciendo pero me llamaba la atención que nadie de nuestros amigos estaba por ahí porque se suponía que todos iban a venir. Tardó como 15 minutos y apareció su auto, así que me acerqué, me abrió la puerta para entrar y lo saludé con un abrazo:
-Hola ami ¿cómo estás? - Le dije.
-Bien, amiga ¿y vos? - La confianza que tenemos con él lleva a darnos permiso para tratarnos como mujeres, o sea es tomar la homosexualidad con humor. Me entregó el regalo y era una remera negra.
-Ay ¿en serio esto es para mí? Gracias amiga, me encantó - Mateo ya les había hecho regalos a los otros chicos también, amoroso él.
-Encima negra, como a vos te gusta - Me dijo. Al instante, me contó que ninguno de los chicos iba a venir, me agradeció que yo sí haya venido por eso iríamos a comer algo a un restaurante, esa fue la idea de él en un principio. Él tenía mucha bronca con los otros chicos porque al día siguiente era navidad y no pudieron verse, y yo tampoco.
El sábado iba a salir con Facundo y Agustina, y no pude porque me enfermé de tal forma que no me recuperé al instante. Entonces, él resolvió que no tendría en cuenta a varias personas para una futura juntada: entre ellos Nahuel y su amigo Darío. Bajamos del auto proponiendo qué comer, la única opción era una pizza porque es lo más común cuando salimos con amigos. Me dijo que no sabía si venir al restaurante al cual estábamos entrando o no, por eso pidió una recomendación a una amiga y, bueno, según la amiga ese restaurante era genial. Entramos, nos sentamos pegados a la ventana y, al instante, llegó el mozo a tomarnos el pedido. La cosa que con Mateo empezamos a hablar, fue una charla muy íntima en donde sacamos varios temas a flote, temas que sólo se cuenta con determinado grupo o personas:
-Che, viste que Andrés se fue. Yo quedé muy mal, no quería que se vaya pero bueno, tampoco la estaba pasando bien acá.
-Sí, Andrés me cayó re bien a mí. Yo muy bien no sé lo que pasó pero...
-Nada, problemas en la casa del amigo donde él estaba alojado. Andrés tenía problemas con la hermana del muchacho - A medida que la conversación se fue yendo por las ramas, nosotros esperábamos la comida - Escuchame Fede, me enteré algo de vos y no sé si decírtelo. No quiero que te caiga mal.
-Ay, Mateo. ¿Qué es? Ahora contame, no me voy a enojar.
-Bueno, ¿seguro no? Viste que yo te conté que invité a todos mis conocidos hoy, pero a un conocido no invité porque no sabía si a vos te iba a caer bien.
-¿Lo decís por Martín, alias Daniel? Yo no tengo problema, el que se lleva mal con él es Facundo.
-No, él no. Lo invité a Facundo pensando que él iba a venir pero me canceló dos veces con excusas estúpidas. Si sabía lo invitaba a Daniel, pobre, a él lo tuve que dejar de lado. O sea, te lo digo: conocí a tu ex.
-¿Qué? ¿No me digas que a vos también se te hizo el amigo?
-Emm sí, algo así. No, lo conocí porque me agregó a facebook y empezamos a hablar y, nada, me pareció un buen chico. Hasta que después me dice "Ah, vos también sos amigo de Federico Milán. Yo soy el ex."
-No te la puedo creer. Sí, Joel hizo lo mismo con Facundo. Un día que él salió a Whip en The Sub, se lo encontró y Joel lo encaró a Facundo diciéndole que yo era su ex. Todo por una foto que él vio en el facebook de la Jolie donde estábamos Facundo, su amigovio y yo. No, o sea, con Joel terminamos de buena forma pero después yo corté cualquier vía de contacto porque se volvió loco, muy posesivo y siempre publicaba cosas en su facebook haciendo referencia a mí y demás.
-Ah sí, te entiendo, ami. A mí me pareció una buena persona pero estoy seguro que me contactó porque nos vio en fotos juntos. Es más, antes de que Andrés se vaya a Mendoza, el miércoles salimos a dar una vuelta al hipódromo con él... ¡Fue el día anterior al que nos vimos! Uh, menos mal que ese día no fuiste vos, mirá si te lo encontrabas ahí.
-Ay no, ni me hables. Menos mal que no fui ese día.
-Salimos con el auto, lo pasé a buscar a Andrés y fuimos a comer con Joel al Alto Avellaneda, después nos fuimos para ahí. Pero él me dejó en claro que no le gusta las promiscuidades.
-Sí, esa es otra concepción rara que él tiene sobre la vida. O sea, está metido en un ambiente lleno de promiscuos, y él odia a todos los gays y se hace mala sangre y demás...
-Bueno, menos mal que no lo invité. Igual supuse que no te iba a caer bien si lo invitaba. Pero hay algo que me llamó la atención de todo lo que él me dijo... que a vos te gustan los trenes.
-Ah sí - Sonreí - En una etapa de mi vida, sentí pasión por viajar en trenes y demás, es que siempre me gustó la geografía. Y la geografía de Buenos Aires es muy linda. Pero cuando el boleto aumentó, dejé de viajar porque yo recorría las ciudades por recorrer, y les sacaba fotos y demás.
Trajeron la pizza y nosotros seguimos hablando, una de esas cosas íntima que le conté a Mateo fue mis primeras experiencias sexuales, con mis primos, ya casi olvidadas para mí; y también sobre mis inicios en el ambiente gay. Que necesité de sostén a personas para poder introducirme en este ambiente donde revaloré mi apreciaciones físicas que tengo y levanté mi autoestima que, si bien yo ya sabía que era gay, en la época que yo estaba en la secundaria, seguía afirmándome a mí mismo que yo era paki más que nada por el entorno. Y eso me causaba baja autoestima ya que yo no era como los demás y no encabajaba con ellos. Él me contó algunas de sus primeras experiencias, y sobre todo el calvario que vivió cuando no se daba cuenta que debía aceptarse como gay. A él eso le trajo varias enfermedades, ataques de pánico y hasta los médicos pensaron que podría tener hepatitis también. Estuvo varias semanas en recuperación hasta que se mejoró y, además, se aceptó como gay. Al parecer, él había tenido contacto con algún muchacho que le contagió algo pero no estaba seguro... además tampoco me acuerdo su historia de memoria. Mateo me contó que hace mucho no está en el ambiente, que si es un año es mucho, pero que en todo ese tiempo bajó de peso muchísimo, que él antes era más gordo. Me volví a sorprender ¿soy el único acaso que está hace 2 años en el ambiente, y eso que recién tengo 20 años yo? Ya que estábamos en confianza le relaté que yo me había contagiado algo también pero que por suerte ya me estaba curando, el tema era que yo no sabía con quién porque todo me llevaba a la conclusión que las únicas personas con las que no me había cuidado eran de confianza... Mientras hablábamos, vimos que empezó a llover y yo me quería matar porque para volver a mi casa me iba a tener que mojar. Al mirar por la ventana, yo veía a cada chico lindo que pasaba y bromeábamos con Mateo.

Cuando terminamos de comer y de hablar, Mateo me dijo que salgamos a recorrer un poco Ramos Mejía, por eso mismo, salimos y nos fuimos con el auto por ahí. Le conté que yo andaba con un muchacho que trabajaba en un importante restaurante ahí en Ramos Mejía, lo decía por Alejo yo. Y Mateo me respondió que, justamente a mí, me iba a llevar a comer ahí si su amiga seleccionaba el otro restaurante.
-Ah bueno, menos mal que no fuimos ahí entonces.
-Igual, con Alejo está todo bien. Nada más que no da caerle así sin avisarle porque voy a quedar mal, es como que yo voy ahí para que él me vea con alguien más ya que yo sé que trabaja ahí - Como yo no sabía dónde quedaba ese restaurant pasamos por ahí con el auto, también Mateo me mostró su casa que no queda tan lejos de la estación y, si bien yo anduve por ahí, nunca pasé por su casa. Me mostró también los boliches como Pinar de Rocha y demás, que es muy conocido. Sin embargo, yo nunca fui para esos lados a bailar porque me queda a contramano. La lluvía nos había estorbado cualquier otro plan, igual ya era tarde para mí para volverme a casa, le tiré como el "vamos al hipódromo" pero si íbamos, iba a ser en colectivo ya que Mateo no tenía mucha nafta. Y yo muchas ganas no tenía de viajar en colectivo para ir al hipódromo, pero bueno. Compramos una gaseosa e íbamos escuchando música tranqui hasta que a los minutos le dije que me volvía a casa porque era tarde, quizás si alguno de los otros chicos hubiera venido me quedaba más tiempo.
Él se ofreció a llevarme hasta Liniers porque no es lejos de Ramos Mejía, pero eran casi las 12am; lo peor de todo era que yo ya sabía que el colectivo iba a tardar y donde lo estábamos esperando no había mucha gente. Mateo dejó su auto a la vueltita de la esquina donde nosotros estábamos esperando, el colectivo vino pero no era el que pasaba por mi casa, y yo no quería caminar. No sé por qué pero desde que empecé a salir al ambiente gay, más miedo le tengo a mi barrio: camino paranoico y no quiero estar mucho tiempo de noche afuera de mi casa. Seguimos esperando y esperando, súper paranoicos porque había cada cara dando vueltas por ahí, pero me quedé tranquilo porque vi a un policía en la esquina. Sin embargo, yo veo de reflejo que un negro cabeza cruza la avenida y se dirigía hacia nosotros:
-Mirá lo que tengo amigo. Así que dame el celular - Dijo, y ambos nos quedamos perplejos. Yo retrocedí porque había visto al policía, pero ya no estaba más... justo desapareció en el momento más indicado. En milésimas de segundos, vuelvo a mirar la situación y Mateo ya le había dado el celular al ladrón que me miró a mí y se fue caminando por las calles oscuras perpendiculares a Av. Rivadavia.
-Ami ¿qué hiciste? No le hubieras dado nada. Íbamos a las piñas.
-No, Fede. Está bien. Lo material va y viene, puedo comprarme otro.
-Ay no, ese negro villero no merece tu celular - Yo estaba con el corazón en la boca y, en parte, daba gracias al cielo que a mí no me haya sacado nada. Encima que yo tenía una bolsa de cartón con lo más necesario adentro. En fin, fue un minuto que pasó pero que yo seguía reprochándole por qué se lo dio, después de ahí nos quedamos casi en silencio hasta que vino mi colectivo. Fui todo el viaje asustado hasta que llegué a casa y me quedé mal por él, lo contacté por face y le avisé que había llegado bien a casa y que me dio bronca la situación. Pero lo bueno era que nada nos pasó a ninguno de los dos. Para fin de año, Mateo y Ricky hicieron una publicación en facebook agradeciendo a varias personas, entre ellas yo, por todas las cosas vividas en ese 2013. Yo también hice lo mismo, nunca pero nunca en mi puta vida pensé encontrar gente así, de hecho ni sabía que existían. Gracias a ellos ahora estoy en la mejor etapa de mi vida, sin dudas.
F.A.M.