skip to main |
skip to sidebar
#112 - Hey, Hermano
Martes 26/08/2014
Las
cosas están un poco raras. Más que un poco, creo que totalmente raras,
sobre todo porque yo quizás no esté siendo el mismo de siempre. A nivel
personal, en estos momentos me siento súper decaído, hay muchos temas
girando en mi cabeza y siento que ni con psicólogo los voy a poder
resolver. A la vez tengo muchos planes, grandes cambios que quiero
realizar (como siempre) y no tengo plata para poder cumplirlos, y eso
que mi predisposición y mis ganas de progresar siempre fueron las
mismas. Qué se yo. Me
veo en medio de un conflicto sentimental- intelectual porque siento que
la facultad me ocupa mucho tiempo y no obtengo nada. Sí, obtengo un
pasaje a un futuro mucho más rico profesionalmente hablando, pero en
estos momentos lo que necesito es plata y plata porque estoy en un
momento de mi vida donde necesito independizarme ya. A una compañera mía
de facultad le pasa lo mismo, me dice que la facultad le ocupa tiempo
en vez de usarlo para trabajar, más allá de eso, ella ya es grande (33
años) y se le complican muchos temas de los que vemos, que quizás no son
difícil pero ella se traba en la más mínima.
Por
otra parte me dije a mí mismo que intentaría trabajar el doble este
cuatrimestre así en el verano puedo vacacionar y disfrutar como a mí se
me den las ganas. Pero me trae algunos problemas. El año pasado a esta
altura, dije que dejaría de trabajar para estudiar guitarra, canto y
practicar natación: cosas que anhelo desde siempre. Decía hace unos
segundos que trabajar me trae problemas... Me veo envuelto en una masa
de cosas que me presionan, no sé cómo definirlas. Por un lado, me siento
mal, bajoneado, sin ganas de hacer nada: eso lo resume todo. Me siento
estresado, tengo un resfrío que lo contagié el fin de semana...
Me
veo presionado porque no tengo con quién estar, que estoy solo y bla
bla bla, cosas típicas de gay que no me afectan directamente, sino
insconcientemente. Esa etapa ya la pasé hace muchos años, y con 21 años
estoy contento de decir que pronto el amor llegará. Extraño a Martín, y
después de que cambió su nombre en facebook, pude ver las fotos junto a
su nuevo chico paseando por todo el norte del país. Me
veo en dos dimensiones, la heterosexual y la homosexual. Estar
conviviendo con mis amigos (Ricky y Andrés) una semana me hizo dar
cuenta que son lo mejor que me pudo haber pasado en la vida,
transformando la "tristeza" de ser gay en una gran "alegría" de hacer
nuestra forma de vivir, distinta a la de los demás. Y no me pregunten
qué cosas distintas hacen los gays como para afirmar que nuestra forma
de vida es mejor, porque la psicóloga me lo preguntó y nunca entendió
mis respuestas porque no lo vive de esa forma. Entonces quizás sea eso,
adaptándome a una nueva forma de vivir la vida, con menos
responsabilidades y asumiendo una moral distinta (o eliminándola de mi
ser). Ya no me interesa que mis papás sepan que soy gay o cualquier
persona, sólo que miren hasta donde llegué siendo gay, cosa que no lo
hubiera hecho si hubiese sido un simple paki drogándome en la esquina de
casa o robando.
Tampoco
quiero andar en la calle actuando como una loca durante las 24hs de mi
vida, todo lo contrario: hay que adaptarse al mundo. Me parece genial
que cuando salgamos con mis amigos a bailar actuemos como locas, o
cuando salimos a pasear... pero no cuando estamos en una situación, como
por ejemplo, el colectivo lleno de gente volviendo de trabajar. ¿Se
entiende lo que quiero decir? No
sé, es tan difícil describir cómo me siento en estos momentos. Siento
un dolor de cabeza terrible, con ganas de irme a dormir, porque pensar
en que: no tengo plata porque este laburo es siempre lo mismo, que no
puedo avanzar con análisis justamente porque no tengo ni para comprarme
un chicle; que extraño a Martín como si hubiéramos estado en pareja 3
años y ayer nos hubiéramos separado; que amo a mis amigos y me encantan
que estén conmigo pero que ahora necesito estar solo; que subí de peso
desde que volví de Mar del Plata en enero; que tengo tantas cosas por
hacer y nos quiero nada de nada.
Quiero darme por vencido... Lo bueno,
es que sé que esto es pasajero pero necesito volver a la vitalidad que
tenía antes de las vacaciones de invierno. Nunca pensé que volvería a
decaer, y gracias al cielo tengo amigos que me sostienen pero quiero que
este año termine y todo vuelva a ser como lo era hace unos meses atrás.
Lunes 1/09/2014 13:55hs
Hoy doy cierre a una etapa de mi vida. No sé si cierre o quizás abro una etapa nueva: Tras varias semanas de suspenso, Andrés no sabía qué hacer de su vida, si quedarse en Buenos Aires intentando conseguir un empleo que le salvara la vida por el momento, o volverse a su ciudad natal, en la parte del campo en Mendoza. Fue toda una situación sumamente difícil porque desde que lo conocí, y también a Ricky, pegamos muy buena onda y nos fuimos haciendo mejores amigos durante todo este tiempo. Después de visitarlo en Mendoza en Semana Santa (en abril), Andrés volvió a Buenos Aires ya que entre ambos le pagamos el pasaje; sin embargo los objetivos básicos como buscar un empleo para poder mantenerse y más adelante, un lugar para vivir (ya que el supuesto amigo que le brindaba hogar lo echó al mes que vino) se vieron obstaculizados por acción del destino.
Ser liberado a veces se confunde con ser vago. Tenemos que partir de la base que a Andrés no le gusta trabajar, él quiere vivir de joda y vivir cojiéndose con cuando chico le parezca lindo. No quiere estudiar, sin embargo la vida tampoco se lo permite porque tiene otras prioridades. ¿Entonces? El hecho de ser liberado, sin importar lo que digan de vos, o sea rotundamente, ni siquiera tu familia, te lleva a vivir bajo ninguna regla, sin ninguna ética y moral. A lo que voy es que Andrés no se quiere levantar temprano, no quiere viajar en colectivo lleno, trabajar muchas horas y mucho menos trabajar fines de semana. Su personalidad también es complicada porque se la pasa las 24hs hablando con chicos, pareciera que no puede vivir sin chamuyarse a chicos, y convengamos que él tampoco se hace rogar mucho. Es una lástima porque Andrés es un chico lindo, pero su dignidad la perdió hace tiempo y eso es lo que más nos diferencia: yo no necesito tener fans o que todo el mundo sepa quién soy. En realidad sí me interesa que todo el mundo sepa quién soy pero por lo que soy y no por ser fácil y accesible.
Tengo que admitir que había momentos en donde me arrepentí que fuese mi amigo: sobre todo cuando estableció vínculos con los dos muchachos que yo veía cuando salía a bailar, y que después se los cogió. Aunque a veces me conmovía, sobre todo cuando la pasábamos bien riéndonos, hablando y conviviendo juntos porque somos iguales en sentido de humor y pensamientos sobre nuestros futuros. Le insistí para que busque trabajo, total en mi casa se podía quedar por más que mi mamá y mi papá estén y no sepan de mi boca que yo soy gay; sobre todo ahora que mi mamá se va por un tiempo de mi casa a probar suerte con un trabajo que le salió con un pariente en la provincia de Buenos Aires.
"Con estos chicos de Mendoza me dejé de hablar, ellos están allá, pero porque cuando convivimos un tiempo juntos ellos se la pasaban diciéndome que yo era muy puta y que no hacía otra cosa más que eso" - Nos contó seriamente a los tres y yo lo quedé mirando como diciendo "Es verdad" pero bueno, parece que él no se da cuenta y esas cosas son las que no lo dejan progresar en la vida. Él sabe que no le está yendo bien pero no puede darse cuenta por qué. No sé si le falte un psicólogo pero quisiera poder ayudarlo de otra forma... ese es mi instinto de amigo. No es que esté hablando mal de Andrés ni mucho menos pero a lo que voy es que le podría haber ido bien si no fuese tan puta; no obstante, en varias ocasiones quise decírselo aunque a veces se lo decíamos de chiste cuando estábamos los tres juntos. Sin embargo yo sé que no soy el apropiado para decírselo, porque si sus propios padres no le dicen nada aunque Andrés ya sea grande, menos yo pero tengo más derecho porque soy su amigo.
En estos momentos estoy acá en mi casa, solo, tratando de recuperar la paz interior, y descansando de todas las locuras que solemos hacer cuando estamos juntos, sobre todo los fines de semana. La cosa es que hasta acá llegó su estadía, Andrés hoy se vuelve y yo tengo que decir que, toda su situación también me tenía pensando y por eso yo me sentía mal también. Porque desde que los conocí a ellos de a poquito me fui sintiendo más liberado, compañeros de la vida que me ayudan a ser quien yo siempre fui interiormente y que nunca pude mostrarme como soy realmente por la sociedad. Entonces, este problema era una parte que ocupaba mi mente, junto con los análisis de sangre, el stress del trabajo y la facultad y mis planes a futuro que todavía no se cumplen. Sé que él va a estar bien allá porque va a estar rodeado de su familia, aunque lo feo es que en Mendoza las cosas no son como acá: acá tenemos un montón de boliches gays, en cambio allá hay uno en la ciudad donde vive él que encima abre un día de semana. Le dijimos que trate de trabajar lo más que pueda, de ahorrar para irnos de vacaciones juntos: Elías, Ricky, él y yo en un principio y después, el que se quiera sumar. No se fui triste, sólo consternado porque tiene que volver a la vida de campo pero sabe que no va a ser para siempre. Sólo hasta que pueda juntar plata o al menos acá, conseguir un trabajo fijo. Él quiere volver en Noviembre para la marcha del orgullo gay, evento super importante para nosotros los gays y sobre todo porque Ricky y él cumplen un año de haberse conocido. Supongo que para esa época mis cosas personales van a estar mucho mejor: las cursadas de las materias de la facultad van a finalizar, las cosas con respecto a la mudanza de mi mamá se vana esclarecer, así que yo voy a estar más tranquilo. Faltan dos meses y medio, y no me quiero adelantar a los hechos, aunque de lo que estoy seguro es que el tiempo a veces pasa rápido, y ésta no va a ser la excepción.
Mientras tanto, hoy recuerdo que hace un año conocí a Agustina, a Tony y todos sus amigos y amigas; y me pongo a pensar en dónde estoy ahora con respecto al año pasado, y hago un balance mental. No voy a decir que empeoré, sólo que estoy pasando por una etapa de transición (no de depresión) y las cosas necesitan encajar. Pensé que había vivido todo en el ambiente gay pero ahora me doy cuenta que me estoy expandiendo a un universo más amplio donde ir por la vida se me hace más "normal". Creo que a partir de hoy, y de a poquito mezclando lo de hoy en día con lo que suelo hacer como rutina, voy a estar mejor. Piensen que todas estas cosas estaban en mi cabeza, y que antes era lo mismo pero ahora se concentró toda mi energía en mi vida personal/social. Lo único que quiero es que mantener a todos mis amigos que son ahora para siempre, y poder continuar viviendo la vida cómo la estoy viviendo ahora: haciendo todo lo que me gusta sin estar en situaciones límites de ninguna índole. Porque más que mal, estoy bien y lucharé para que todo sea así.
F.A.M.