Pages

lunes, octubre 20, 2014

#116 - Doble Arcoiris

A medida que con Ian nos vamos conociendo, descubrimos uno en otro ciertas fallas que hacen que, tanto el como yo nos enojemos y estallemos. Eso forma parte de la etapa del "conocerse" mutuamente, que quizás nosotros nos arriesgamos y decidimos pasar por esa etapa a la vez que ya estamos casi en pareja. Quizás sean pelotudeces, pero encuentro en sus actitudes o forma de ser, cosas que realmente no me gustan. Ya sé que soy histérico y a veces me vuelvo loco, porque soy celoso también. Y a todo esto, ya tuvimos cuatro peleas más, aparte de la que conté anteriormente. 

La primera, nos remonta a varias situaciones pre-pareja, cuando recién nos estábamos conociendo, donde pactamos tenernos confianza y contarnos todo, más que nada en la parte sexual (si estábamos hablando con alguien más, o nos estábamos viendo con otro chico). Fue así como hace más de una semana atrás que, hablando por teléfono, le conté que Lautaro me hablaba, que era el único con el que yo tenía una relación de amigos y "algo más", pero que por el momento eso no ocurría. La cosa es que me prohibió hablar con él - igual seguí hablando porque lo considero casi como un amigo - entonces yo contraataqué y le pregunté, frente a mi sinceridad, si él se hablaba con alguien. Su respuesta fue afirmativa, que sí se hablaba con un chico pero que nada, que no le gustaba y que hasta le dijo que no le hable más porque él ya estaba en pareja con un chico, o sea yo. Ese chico fue el mismo con el que se coló en la fila de Puerca cuando vino para que yo se lo presente a mis amigos. Eso fue lo que me contó él, sin embargo, con ese chico no pasó nada previamente, según Ian. Me contó que ese chico estaba en pedo y que se le tiró encima, que hasta se le declaró; pero que él le dijo que no quería nada. Yo dudé. 

Frente a mi curiosidad, le pregunté cuál era el nombre, capaz yo lo conocía. Samuel, me respondió; y a mí se me vino a la mente un tal Samuel que justo es mi compañero de la facultad, que lo vi muchas veces en Puerca; sin embargo nunca nos hablamos. Aunque le pregunté por las dudas:
-Pará - Le dije mientras hablábamos por teléfono - ¿Es un chico morocho?
-Sí - Me respondió
-¿Qué tiene el pelo rapado a los costados?
-Sí - Confirmó
-¿Puede ser que su celular termine en 22?
-No sé gordo, qué se yo. Es uno musculoso.
-Mmmm, no entonces no es quién yo pienso - Le contesté y deseché mi hipótesis porque justamente, este Samuel no me parecía musculoso. Ok, eso pasó y yo me olvidé; aunque algo pasó al lunes siguiente: Necesitaba comprar tinta para la impresora y me caminé hasta Agüero y San Luis, al volver, tomé por Viamonte para llegar hasta mi facultad, y en la esquina veo que cruza la calle este tal Samuel y me shockeó verlo porque tenía una musculosa y lo hacía ver fortachón. En un segundo, me cegué y recordé lo que me dijo Ian anteriormente, entonces maquiné durante todo el día. Y ya que ese día lo iba a ver, tenía pensado mostrarle el facebook y que diga si con ese chico había estado. No sé por qué intuí algo tan así, ya cuando me dijo el nombre fui atando cabos sueltos; por eso cuando Ian llegó a casa, lo primero que hice fue eso:
-Sí, es ese chico - Me dijo y yo casi más caigo muerto - Sí, es él.
-Ian, jodeme que antes de estar conmigo estuviste con este chico. Boludo, es mi compañero de la facultad. No lo puedo creer ¡por qué tan pequeño el mundo! Habiendo cientos de putos, justo te tuviste que haber metido con él.
-Bueno amor, igual nada me pasa con él. Yo lo conocí a él antes que vos, y nada, estuvimos encontrándonos pero nada pasó. Después le dije que ya no quería más nada, que no quería hablarle más porque le conté que estaba conociendo a alguien, y bueno, aceptó.
-Pero Ian, ¿justo con este chico? Viste, yo lo intuía, por eso te dije la descripción de él. No me preguntés porqué pero lo sabía.
-A ver, ¿qué tiene de malo? No tuve nada con él, yo ahora estoy con vos. Sólo hubo besos, me invitó a la casa a dormir unas tres veces y no pasó nada, porque él no quería. Igual es un estúpido el pibe.
-Pará, ¿vos me estás diciendo que fuiste a dormir a la casa de él y no hiciste nada? ¿Qué durmieron juntos y nada? Pelotudo no soy, Ian. Ni vos te la creés.
-Gordo, no te estoy mintiendo. Si hubiera tenido sexo con él te lo diría. Aparte el pibe ni me gustaba, o sea, nos tocamos, eso sí pero nada más - Mi cara de horror fue épica y me puse nervioso y con ganas de mandarlo a la mierda. 

No sabía qué hacer porque esa línea delgada era para romperse hasta con un simple suspiro. De ahí en más, me empezó a contar detalles sobre él, lo superficial que és como puto, que tiene las mismas inseguridad y/o baja autoestima que todos los gays sobre su descontento con su parte física, que toma anabólicos, etc. Yo también le tiré unos datos que sabía, como donde vive y que no le va muy bien en el estudio. No sabía si creerle o no, entonces empecé a cuestionarle que si realmente tuvo sexo con él, que me lo diga, porque prefiero la verdad antes que la mentira. 

Esa sensación de sentirse el segundo, es horrible, sobre todo con un chico que quizás, mientras compartíamos la misma clase en la facultad, él se estuviera mensajeando con este chico antes de que ambos nos conozcamos. Volví a insistirle pero él me lo negaba. También le pregunté si él se lo comió esa noche que lo conocí en Amérika, porque lo vi a Samuel anteriormente mientras yo estaba con mis amigos: cabos que fui atando. Me lo negó y no entendía por qué yo me ponía así, era una sensación muy fea de describir pero bueno, pasó.

Hoy en día cada vez que discutimos por algo, sale a flote ese tema. No puedo con mi dignidad y mi ego, saber que un compañero de mi facultad, le chupé la pija a quien es ahora mi novio, y lo peor que lo hizo antes de conocerme a mí. Si hubiera sido al revés, no tendría por qué preocuparme. A la vez, Ian se pone loco porque Lautaro sigue formando parte de mi vida, al menos no amorosa, ya que le mostré ni bien nos conocimos, el video "pornográfico" que yo había tenido con él. Se lo mostré porque yo pensaba que nuestra relación iba a ser algo así como "mente abierta", de hecho al conocernos en el túnel, jamás me iba a imaginar que nuestra relación terminaría siendo algo serio. Los argumentos de Ian son: que no puede ser que Lautaro me diga 'mi amor' o 'gordo' (en forma cariñosa), que no tengo por qué hablar con él si no es mi amigo, ya que con Ricky, Elías, Andrés y Damián son con quienes más me hablo, que él no se habla con ninguno de los chicos con los que tuvo sexo, y misceláneas. El tema que yo no puedo cortar así porque sí la relación de amistad que tengo con Lautaro; lo que sí hice fue tomarme el atrevimiento de decirle que mi novio no quería que yo hablara más con él, y que sepa disculparme. Ian leyó esto a través de inbox de Facebook, por mi consentimiento y confió un poquitito más en mí, no tanto.

Discutimos una noche por teléfono porque yo le quería hacer entender que no tiene que ocultarme cosas de su pasado, que mismo aquella vez que desayunamos juntos, él no me habló de nada y yo le conté muchas cosas de mi privacidad pasada. En fin, él se negó diciendo que cuando él crea conveniente me contará, que no lo obligué y que no lo presione porque le hace mal recordar ciertas cuestiones. Desde el primer día, prometimos sernos sinceros uno al otro, cosa que yo a veces noto que él oculta pequeños detalles, que si bien son boludeces, igual me irrita que no me los cuente. Una de los hechos que no pudo negar, fue cuando dormimos juntos una noche y a la  madrugada nos teníamos que levantar porque yo debía ir a la facultad. Sonó la alarma de mi celular, la apagué y dejé el celular de forma horizontal al borde del escritorio que está al lado de mi cama. Prendo la luz y me voy al baño, primero a hacer mis necesidades porque a la noche habíamos tenido sexo, y después a bañarme. 

Ese reflejo instintivo de dejar el celular así fue para probarlo y para querer comprobar si él revisaba mi celular o no cuando yo me iba al baño. Una tarde me pareció encontrar mi celular en una forma distinta a la que yo vi antes de irme al baño, por eso me sugió de la nada hacerle esta prueba apenas me había despertado ese día. Al volver de bañarme, lo primero que hice fue mirar el celular y mi reacción fue como si hubiera visto un fastasma; por eso el corazón me empezó a latir a mil mientras él dormía mirando hacia la pared. Intenté calmarme pero no podía, me sequé los pies y le dije:
-Mi amor... Mi amor... - Y ahí me respondió con un leve intento de balbucear una palabra - Amor - Le volví a repetir y me respondió con un "¿Qué?" Entonces le dije - ¿Vos agarraste mi celular? - Ian se quedó callado - Te estoy hablando ¿por qué agarraste mi celular, Ian? - Seguía sin responderme - Ian, ¿para qué agarraste mi celular? ¿Lo estuviste revisando mientras yo me fui al baño, no? ¿Por qué haces eso? No tenés porqué mirar mi celular y menos a escondidas.
-No amor, lo agarré para mirar la hora.
-Ian, no seas pelotudo. Entonces ¿por qué no agarraste tu celular? No soy idiota, y ya te dije que no me tomes como pelotudo porque sabés que no va conmigo.
-Bueno, está bien, lo agarré y quise mirar la hora pero no sé a donde entré.
-Ay,  basta, Ian. ¿Querías ver mi whatsapp? A ver, ¿dónde entraste? Y decime la verdad.
-No sé, entre a un lugar pero no era whatsapp. Estaba dormido, y después me apareció la alarma.
-Claro, claro. no te acordás. Me estás tomando como boludo... - La discusión y mi mal humor se hicieron presentes hasta que tomamos el colectivo, pero yo seguía con esa idea en la mente de que él me ocultaba cosas y no era sincero conmigo. Por eso hice bien al desconfiar de él, sobre todo en ese momento que él no tenía como defenderse. En el colectivo me acordé que la aplicación de facebook para celulares, marca  hace cuántos minutos u horas hace que se actualizó desde tu celular, ahí me di cuenta que quiso entrar a mi facebook para ver los inbox. Se lo dije y fuimos discutiendo en el colectivo en voz baja. O sea, que él hace todo lo posible para no decirme nada de lo que hace, hasta que yo voy descubriendo cosas y no queda otra que aceptarlas.

La próxima cuento las dos discusiones que tuvimos: el día que él me presentó a su familia, y el lunes pasado cuando surgió el tema tanto de Samuel (mi compañero de la facultad) y de Lautaro. Sin embargo, yo sé que Ian no es una mala persona, es lo más parecido al chico con el que quiero estar, a pesar que no sea físicamente como describí yo a mi chico ideal. Pero me hace bien, siempre se preocupa por mí, hablamos por teléfono en todo momento, viene a mi casa y estamos juntos para abrazarnos, decirnos cosas lindas y querernos. El 13/10 oficializamos como novios, y ese mismo día a la noche tuvimos la última discusión con la que casi más nos separamos, pero él tiene eso de "olvidarse rápido de las cosas" y volver a quererme, cosa que yo no. Lo cierto es que: ni yo ni él vamos a encontrar a alguien como nosotros. Eso es algo esperanzador con respecto a que siempre vamos a estar juntos porque no existe nadie así que nos haga sentir bien. O algo trágico, algo que va a amarrar nuestra relación, y que sólo por eso, estemos juntos a pesar de las discusiones que tenemos.



F.A.M.