Primero, la salud. Por eso mismo, tuve que aflojar con mi carrera terciaria y darle un tiempo, al menos, por este año. Me costó demasiado porque este año me estaba por recibir, pero era demasiada presión y me estaba haciendo mal. De a poco, quiero volver a recuperar la energía de la que siempre hablé, esa que tenía allá por el 2012 y 2013 cuando estudiaba, laburaba y salía con mis amigos todos los viernes, sábados y hasta domingo preferiado. Partamos de la base que nada es como aquellos años: ni mis amistades ni mis sentimientos; en fin, ni yo. Estuve buscando psicólogos el viernes y no encontré a alguien que pueda atender a un paciente nuevo, tal como me pasó hace un año atrás cuando me había decidido a buscar. Las causas por las que quiero analizarme es por el stress, ya que hace meses atrás había leído que el stress puede ser tratado psicológicamente. Por otro lado, al aflojar con las responsabilidades, estoy tratando de volver a tener mi cuerpo, el que siempre tuve que, por tomar unas pastillas para adelgazar, saqué más panza de lo que tenía y me infló los músculos peor.

En el verano, había empezado a andar en bicicleta y a correr, pero las responsabilidades este año me ahogaron y me quedé sin huecos de horarios disponible. De más está decir que envidio sanamente a los flacos raquíticos que caminan y ya se les marcan automáticamente los abdominales, o que comen como hijos de putas y siguen teniendo panza chata. Lamentablemente, mi genética no es así. Yo como algo y me hincho como si hubiese comido un cerdo entero a la parrilla.
Me propuse salir a bailar sólo un día en la semana, los sábados porque los viernes laburo de 12hs a 17 y de 18.15 a 20.30hs, y termino muy cansado. Con respecto a mis amigos, estoy dejando que el destino acomode las cosas por cómo se deben. el que quiera salir a bailar, que venga; el que quiere juntarse cuando nos juntamos, que venga; el que quiere proponer, que proponga. Entre Elías y sus constantes peleas con su novio, las cuales no quiere contar nada al respecto, y Mauricio que desapareció de la faz de la Tierra desde que volvió con su ex, me tienen re podrido. Así que nada, tengo estos días que restan del año para volver a encasillar mi vida y no perder la cordura.
Entre otros hechos, mis papás se vuelven a mudar pero no a mi casa, o sea a la de ellos, sino a otra provincia porque van a emprender un propio negocio después de tantos años proyectándolo y que nunca pudieron porque no se animaban o porque las veces que la oportunidad se presentó, mi papá la echó a perder. También, volví a invertir en mi futura casa o departamento, algo que había empezado a hacer el año pasado, pero que después decidí invertir en algunos arreglos en mi propia casa; entonces gasté todo ahí. Por esta indecisión también quiero ir al psicólogo porque no sé que es mejor. Mi casa propia no voy a tener de acá a cinco años mínimo, y yo quiero mudarme ya porque, como dije millones de veces, ya no me siento representado ni identificado con el barrio y me quiero alejar de la gente que justamente me rodeó toda mi vida porque yo no soy el mismo y mi vida va por otro lado. Mi idea era justamente recibirme este año y laburar a full los años siguientes para ahorrar. Aunque decidí que rinda pocas materias por años, ahora que sólo me faltan seis para recibirme, y trabajar para poder alquilar en otro lado y, de paso, seguir ahorrando para lo mío.
Y me di cuenta en este tiempo que me estoy tomando para mí mismo, nuevamente sin hablarme con ningún chico como es frecuente en muchos momentos de mi vida, del tipo de chicos que me gustan. Parece una boludez, pero desde los 15 años que sé qué rasgos físicos debe tener un chico para que realmente me guste, aunque descubrí a mis 23 años que, a pesar de los rasgos físicos que deba tener, lo que yo busco en un chico es como un hermano mayor, algo que nunca tuve y siempre deseé. Es un complejo de edipo que, si bien en la secundaria ya había escuchado sobre este término, nunca le di importancia hasta que lo escuché en un programa de televisión. Una chica que le gustaban los hombres mayores, entonces dijo que buscaba alguien como que le pusiera los límites y la controlara; algo así como un padre, pero a la vez no. Y bueno, cuando yo tenía relaciones sexuales con Naim, desde chicos yo siempre quise que seamos unido, pero su forma de ser, celos y envidia hicieron que seamos enemigos más que amigos. Cuando conocí a Joel, mi cabeza me hizo pensar que yo necesitaba a alguien a quién cuidar, algo así como a un hermano menor. No fue la mejor decisión que tomé en mi vida.
Con Ian fue lo más cercano que experimenté a ese "edipo" porque, a pesar que al principio no me gustaba ni quería nada con él, me terminó enamorando quizás porque era como mi hermano mayor. Me acuerdo que para el día de la madre de 2014, cuando fuimos a comprarle un regalo para su mamá, la vendedora pensó que éramos hermanos porque los dos opinábamos como si conociéramos a la mamá de toda la vida. Le dijimos que no éramos hermanos y, entonces, ella quedó pensativa. Es que tampoco aparentábamos ser novios en la calle porque, lógicamente, a mi no me gustaba mostrarme. De todos modos, uno se sigue conociendo a pesar de tener la edad que uno tiene. Caí en la cuenta porque no me gustan los chicos más petisos que yo o más pasivitos, ya que yo busco en un chico esa relación de hermano mayor que nunca tuve ni voy a tener.

Hoy en día, está todo complicado con respecto a encontrar alguien como a mi me gusta porque todos quieren, como dije anteriormente, ir a bailar y comerse a todo el mundo. Y más yo que estoy tan ocupado con mis cosas laborales y planes a futuro.