Pages

jueves, diciembre 21, 2017

#195 - Medalla

Se acerca fin de año, ya estamos en Diciembre y el espíritu navideño empieza a invadir las casa de todos. Es verdad que Navidad ya no se festeja como antes porque las familias crecen y cada uno de los integrantes toma caminos distintos y otras familias se empiezan a crear. Este capítulo, como vengo haciendo por tradición, trata sobre el balance de este año, el 2017 que se va, pero me deja muchas cosas que voy a recordar por siempre. A comparación de estos dos últimos años, este 2017 fue distinto en todo sentido ya que tengo muchas cosas para resaltar. Voy rompiendo esta racha de mala suerte y un poco de depresión. Hubo buenas propuestas de laburo, afiancé la confianza con ciertas personas, me alejé de otras, di pasos a una nueva vida, me puse las pilas con el ejercicio físico, lloré, grité, reí, me enojé, viví. Sin dudas, la canción del año fue "Sin un Beso" de mi querida Marcela Morelo. Pude discernir que amé a una persona demasiado cuando la perdí definitivamente, que eso marca mi corazón y que no quiero volver a enamorarme justamente para no volver a sufrir. Algo parecido que me pasó con mi perro a quién hoy en día lo sigo extrañando y soñando.

Si empezamos a ver lo que este año me deparó, empezamos por Enero: un Año Nuevo arrancándolo con mis amigos. Segunda vez que rompo la tradición de pasarla con mis familiares. La primera vez fue cuando pasé Navidad con la familia de mi ex novio Ian. Este Año Nuevo fue maravilloso porque disfrutamos muchas cosas entre amigos: música, comida, pileta y la verdadera amistad. Hubo cosas que no me gustaron como cuando Elías y Mauricio se burlaban de la música que yo escucho como Kate Ryan porque obviamente no es popular ni es lo nuevo, lo que llevó a que yo me enojara. Pero bueno, eso es algo de lo que yo después le critiqué a Mauricio por su actitudes. En Febrero, nos fuimos de vacaciones Mauricio y yo, y previo a eso estuvimos averigüando para irnos a vivir juntos a Capital. Ésto último se vio frustrado porque él había vuelto con su ex novio. En Mar del Plata también tuve choques con él justamente porque se la pasaba con su celular y no disfrutaba las vacaciones y yo parecía como si hubiese ido solo. Me salvó que Nazareno vino después a vacacionar con nosotros. En Marzo, llegó mi cumpleaños. Como también es tradición, armé una gran fiesta de disfraces. Los invitados que por ahí yo esperaba, obviamente no vinieron como Mauricio y Cecilia, y amigos de Cecilia porque tuvieron el Lolapalooza. En Junio me fui a Brasil a conocer a Melanie C. Primera vez que salí del país y estuve en una ciudad solo por mi cuenta. Me acompañó Mauricio que estaba recién separado. En Agosto me mudé, también, primera vez que me mudo de mi casa a un departamento. Un gran cambio que vino para borrar mi stress, mis malos hábitos de vida, y cambiarme a mí y a mi vida. 

En Septiembre experimenté por primera vez ir a un recital de Soledad Pastorutti a quien admiré desde chico, y ahora todo mi mundo empezó a cambiar a partir de eso. Volví al pasado. En Octubre, también por primera vez vi en vivo a Marcela Morelo, otra cantante de trayectoria en Argentina a quien también quise ver hace años y nunca pude. Volví a sentirme como cuando era chico y ahora, empecé a apreciar la música nacional o en castellano. Cuántas canciones que escuchaba de chico y que había olvidado, ahora escucharlas me abrió mucho la cabeza. Para estas fechas también, intenté ir por el camino de estar en pareja con un chico después de dos años soltero. Lástima que no éramos compatibles físicamente y la relación tóxica parecía empezar desde temprano. Por eso mismo me alejé, aunque estuvo bueno intentarlo.

Este año, fue una puerta que abrí para experimentar muchas cosas por primera vez cuando yo ya creía que me las sabía a todas. Fue un año también que, como dije, empecé a dejar mi stress de lado y darle para adelante con todas mis fuerzas, con muchas ganas de volver a ese 2012 y 2013 lleno de felicidad, sintiendo que me comía el mundo. No es fácil, tuve muchos obstáculos mentales que afrontar como una depresión post separación, stress, parálisis del sueño constantes, pesadillas con espíritus y apariciones malignas tres veces a la semana... eso era antes y, ahora quiero sentirme pleno otra vez. De a poquito logré darme cuenta que la 'constancia' - hacer todo de forma constante - y que con el tiempo damos la pauta de los resultados, podemos realizar muchas cosas. Es cuestión de proponernos hacerlo y tener, justamente, constancia.

Durante este año, me autoanalicé de pie a cabeza, cada situación, en cada momento que yo tenía para pensarme a mí mismo. Entendí el porqué yo necesitaba mudarme, pude explicárselo a los demás. No era porque yo quería aparentar ser más que otros o por 'nariz parada' o por mi condición sexual (que tiene que ver, pero no le atribuyo el 100%). Más allá que yo ya estaba rozando la depresión aguda, me di cuenta que yo estaba atravesando lo que apodé 'el síndrome del famoso'. Es esa vida de conocido y te sentís que tenés que vivir oculto porque hay muchas personas que, además de conocerte, te pueden ver caminando por la calle, saben donde vivís, y entonces no podés hacer tu vida en paz porque siempre hay alguien que te va a ver o a alguien te vas a cruzar. Yo no podía salir a comprar tranquilo porque hasta en el almacén encontraba conocidos de todo tipo, en el supermercado, en el colectivo, en el kiosco, caminando en la calle. Aparte de eso, al vivir con familiares, yo siempre me sentía observado y no podía traer a quien yo quería o sabía que a la hora que yo entraba o salía de mi casa era visto por mis otros familiares. Lógicamente la paranoia mía también entra en juego acá, pero a veces la sensación que uno tiene, puede llegar a ser cierta.

Tengo algunos objetivos que cumplir para el 2018 y voy a decirlos cuando levante mi copa para brindar: terminar mi carrera, ya van a hacer siete años que estoy con esto y es hora de darle fin a un ciclo de mi vida, a una etapa hermosa de haber pasado por un terciario, pero que ahora necesito descanso mental y con mi título en mano. Trabajar más de lo que trabajo, y en paz: laburar sin que otras personas tengan que presionarme o yo sentirme culpable por algo. Dedicarme a la música: es algo que desde hace muchos años lo quiero hacer, sin embargo, el tiempo, el dinero y las ganas a veces son estorbos. Conquistar al mundo: me encantaría, pero es imposible, aunque voy a trabajar día a día para realizarlo. Les deseo a todos muy Feliz Navidad y un hermoso Año Nuevo y que se cumplan todos sus deseos para este 2018.

F.A.M.