Lo bueno de escribir acá es que no hay un guión, no hay un libreto que seguir porque es mi vida, y lo cuento como a mí se me canta, como suceden las cosas. Plasmo directamente todo lo que se me ocurre en cualquier orden, sin una continuidad lógica. A veces cuento lo que me surge en el momento, a veces lo vengo pensando desde hace días, me gusta improvisar sin salirme de la escencia de lo que realmente quiera contar. Estas semanas que vienen van a ser difíciles porque hay mucho laburo, días donde voy a estar fuera de mi casa por más de 12 horas, sin embargo, mis fines de semana siempre están intactos, pero sin tantas salidas como antes. Solo es bancar 4 meses más así puedo terminar mi carrera. Actualmente, en mi cabeza giran algunos temas de los que quiero hablar y sé que quién esté leyendo esto, va a leerme sin prejuicios y sin condicionarme. No como mis amigos que siempre tienen una contestación para cada oración que les digo a tal punto de casi juzgarme. Hablando de mis amigos, este es el primer tema del que quiero hablar, ambos mejores amigos: Elías y Mauricio andan conociendo a alguien. Elías es evidente que lo hace más para que su ex lo vea y, de paso, sacar un clavo con otro clavo. 
No sé si seré yo que no conozco a nadie porque no siento que nadie sea el perfil que busco o porque estoy concentrado en mi vida y no tengo tiempo para nadie más. Veo que todos son gatos, que nadie se la juega por nadie por miedo a quedar 'enganchado', veo a muchos que dicen "solo sexo, no quiero hablar más después de garchar" o está el lado extremo de los que les molesta garchar porque buscan algo serio. En fin. Mauricio, por otro lado, hace una semana que ya se conoció con uno de Instagram con quien garchó en la primera cita y a toda costa quiere que sea su novio. Ni él se entiende, tiene un mambo en su cabeza que lo que necesita es estar solo y curarse del miedo a no tener a alguien afectivo a su lado. Siempre digo lo mismo: aprendan de mí. Con respecto a Nazareno, ahora estamos distantes porque yo, desde que me fui del grupo de Whatsapp, no hablo con él por privado. Y si lo hago, él cuelga y no contesta o no hay hilo de conversación. Estamos como molestos con él porque cuando salimos todos juntos, si él no organiza, es como que se enoja porque quizás no se debe sentir importante. 
Según Mauricio y Elías, últimamente Nazareno impone una actividad para el fin de semana y, el que no está de acuerdo, no hay chance de derecho a réplica. Por mi parte, seguiré solo sin obligar a nadie a estar conmigo. Me parece que eso de estar celando a alguien, revisar celulares, estar pendiente de horarios distintos al mío no son cosas que yo tenga ganas de pasar en este momento de mi vida. Confiar ciegamente en alguien, no... para que me estén boludeando y haciéndome dramas innecesarios en mi vida, prefiero estar solo. Nadie es fiel si no se sienten en constante situación límite de que puedan ser vistos. Podrán o no estar de acuerdo conmigo, pero es mi forma de pensar.
También, supe que la relación que tuvo con este último chico fue más por compromiso y demostrarle a la sociedad que él no estaba solo a su edad, pero que, en realidad, su relación fue un fiasco porque no la pasaba bien con él y tampoco había buenos momentos. Me sorprende que haya soportado más que estando conmigo. No hace falta aclarar que nosotros éramos fuego y agua y nos complementábamos muy bien. Nos debemos una charla, más que nada por mí, para poder avanzar en el plano sentimental en mi vida. Necesito a ese alguien, a ese compañero que se complemente conmigo. Me hace falta alguien que me entienda, que me descifre de los pies a la cabeza y quiera tal cual soy.
Es el segundo año que trabajo con chicos, con niños de entre 6 años y 11 años. Fue algo totalmente nuevo para mí y, si bien yo ya había trabajado en 2010 y 2011, no fue lo mismo. Este año me sentí más relajado con ellos, ya conozco como se manejan en la institución y me agrada, los chicos son dulces conmigo y yo trato de ser bueno con ellos. Desde el segundo mes que entré, obviamente se corrió la bola que a mí me gustan los hombres entre los nene y fue un caos, pero todo se tranquilizó al pasar los meses. Este año, nadie me dijo nada, pero un chico de 11 años tuvo varios comportamientos 'agresivos pero con ternura' hacia mí. No sé cómo explicarlo. Un día, él empezó a decirme en forma de chiste que yo estaba muy histérico, que los retaba a cada rato. Ese mismo día, mientras esperábamos en la salida, me balbuceó moviendo los labios desde lejos "Marica". Y sorprendentemente, lejos de enojarme, sentí una adrenalina que me corrió por mis venas y por todo mi cuerpo, a tal punto de excitarme. ¿Será un morbo, una perversión? Está clarísimo que jamás tendría el atrevimiento de tener algo con un chico tan pequeño, nunca. Mi target es otro, sin embargo, me pareció raro que un chico de 11 años pueda jugar con eso. Este último viernes, ya se zarpó e hizo un comentario pensando que yo no lo iba a escuchar, pero sí. Entonces envié una nota en el cuaderno de comunicaciones, más allá de que lo retaran o no, es porque no soy su payaso y que todo esté bien porque yo soy buenito, no significa que sea un boludo. 
F.A.M.
