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sábado, febrero 19, 2022

#256 - Me Elevo

Portal a otra dimensión
Enero paso y más rápido que otros años, se fue y ya hay que volver a la rutina. Fue un mes productivo, pero productivo en diferente aspecto al que era en otros años. Anteriormente, escribía, componía canciones, tenía tiempo para salir a pasear y plasmar todo tipo de sensación y pensamiento. Este año me ví limitado y no sé si es por el hecho de estar de novio. Más que estar de novio, fue el hecho de tener una mascota, un cachorro y no poder darme el lujo de la libertad. Es difícil más estando "solo" y viviendo en monoambiente. Cuando tengo que salir, el perrito hace espamentos, joroba un rato y después, cuando se calma, siempre encuentra algo para romper. Como comenté en capítulos pasados, me dedique a entablar un portal con aquello que me hacía bien cuando era pre-adolescente. A veces, el volver a atrás a mi pasado me hace bien y desde siempre me reconfortó. Parasite Eve es un mundo que me fascina y fue lo más cuando solíamos quedarnos amanecidos con Rodrigo y Federico, mis dos primos/sobrinos. De hecho, uno de mis primeros mails está formado por dos palabras propias de ese videojuego y pasaron 15 años desde que lo creé, allá en el 2006.

Cosa de los 90 y 00 jugar con amigos
De hecho, el domingo pasado anduve por Av. Juan XXIII, ahí voy a una depiladora desde hace 9 meses, sin embargo, siempre fui de noche. Como esta vez, tenía que ir a lo de mi tía Edith donde nos juntamos con mis otras tías, mi hermana y primas, pedí ir más temprano. Esperando el colectivo al mediodía donde no había un alma más que los autos, camiones y todos transportes que pasaban por ahí, y también la estación de servicio, respiré un aire muy diferente y me hizo sentir raro. En su momento, hace unos años opté por trabajar en Parque Barón porque el barrio me hacía sentir vibra positiva y se relaciona con mi época de gamer. Conté anteriormente que a menos de 10 cuadras de donde yo laburaba ahí en Parque Barón, vivía un compañero de trabajo del ex marido de mi prima, mamá de Federico y Rodrigo. Y unas cinco veces en fin de semana, habremos ido de noche a cenar y nos volvíamos con el último colectivo que salía de la terminal del que ellos eran choferes. El chico, de la misma edad que nosotros, tenía la Play 2 y nosotros moríamos por eso. Esto habrá sido 2007 apróximadamente, mientras que nosotros apenas teníamos la PS1 y, en aquel tiempo, estábamos a full con Resident Evil 1. Sin embargo, además de hacerme acordar a la zona por esos sucesos, siempre sentí un polo de buena energía ahí por Av. Juan XXIII porque inconscientemente me gustaba el barrio que había en los alrededores. 

La avenida propiamente dicha
En aquellos tiempos, tipo 2016 después de haberme separado, conocí a Constantino de Grindr quien, a su vez, era el primo del mejor amigo de mi primer ex novio, Joel. Al tiempo que yo me separé, Joel y ese amigo se distanciaron. Y  su vez, el ex novio de Constantino andaba también en 2016 con mi amigo Andrés quien, después de haberlo despedido en la esquina de mi casa allá en 2014, no volvió a Buenos Aires hasta que se puso en pareja con ese chico. Constantino quedó dolido por haberlo perdido y, hasta ahora, no volvió a ponerse en pareja ya que lo tengo en Instagram y veo sus historias. Constantino vivía por Av. Juan XXIII con su primo y fui dos veces a la casa y nunca pasó nada. En aquel entonces, yo todavía vivía en la casa de mis papás. Solo comimos y miramos una peli para después dormir. En su momento, yo le dije que era linda zona donde vivía, aunque me comentó que vivía con el primo por dos motivos: que él estaba peleado con sus papás y solo se hablaba con su hermana,; y el otro motivo era que, su primo tenía a toda la familia viviendo ahí a dos cuadras, entonces le quedaba bien. Él también me contó que la dueña vivía en la casa de al lado y miraba todos sus pasos que ellos hacían, que eso no le gustaba. 

Generalmente, Rodrigo y yo quedábamos jugando
Volviendo al anterior domingo, pensé que tan bueno podía ser vivir por ahí, no obstante, es una zona muy peligrosa de noche porque es ruta y las calles paralelas son tierra de nadie. Respiro ese aire de "videojuegos" y época de ser adolescente gamer con todo el equipamiento y con muchos amigos gamers que vienen a tu casa y nos pasamos la noche. Algo así como mis amistades del barrio que tenía cuando era chico (aproximadamente 8 años a 12 años) y la amistad más allá del vínculo familiar con Rodrigo y Leonardo que nos quedábamos toda la noche despiertos (a pesar que yo no aguantaba toda la noche). Creo que si yo fuese adolescente en el 2022 mis papás me comprarían todo lo que en su momento no pudieron comprarme porque ahora los papás conscienten mucho a sus hijos sin importar si les va bien en la escuela o colaboran en la casa. Siempre recuerdo aquel día de semana que yo falté a la escuela y fui a lo de Leonardo y Rodrigo a jugar a la PS1 y tipo 19hs me volví abajo de una lluvia. Ellos vivían a unas 9 largas cuadras de mi casa, y yo con 12 años me mandaba igual. Como Leonardo iba a la mañana a la escuela, al yo faltar, fui a la tarde. Ese día quería seguir jugando, pero tanto mi prima como el ahora ex-marido no quería que pasáramos tanto tiempo jugando.

Adolescente con gorra
Entre otras cosas curiosas que me sucedieron y que me gustaría plasmar es la atracción por un chico lindito adolescente, esta vez, uno que vi en Easy mientras estaba con mi novio Kevin. Es más, a él también le llamó la atención el pibe, pero a mí medio que me provocó un flechazo como Leonardo o Tiago. Algo así me pasaba en mi adolescencia con los chicos que nombro en los primeros capítulos. Lamentablemente, ya no tengo 16 años, sin embargo, no sé hasta que punto esté bien o mal sentir atracción. Sin ir más lejos, me pasó algo similar con el chico que vi cuando fuimos a una quinta con mi ex amigo Elías y algunos de sus conocidos. Me volvía loco el pibito que tenía cuerpo que se notaba que le hacía deportes, no era exagerado, pero en unos años se notaba que lo iba a re marcar. Los padres contaban que él insistía con karate, que entrenaba con un muchacho que fue ex campeón de Argentina no sé en qué país, pero que al mudarse, él decidió seguir entrenando con ese mismo. También, que el pibito desayunaba lácteos con avena, y que mantenía una buena alimentación. Claramente, esas cosas no pude exigirlas porque mi mamá nunca fue de incentivarme con deportes onda karate y, la vez que se lo dije ya que mi vecinito quiso que yo fuese con él, mi mamá dijo que no tenía plata para andar gastando en esas cosas. De todos modos, nunca me cuidé con las comidas ni nada por el estilo, siempre renegué por la pancita que me había quedado cuando engordé a los 12 años y bueno.

El pantalón
El pibe del Easy tendría 15 años, no era alto en absoluto, tenía un pantalón esos de gimanasia de nylon que le marcaba el ogete de una manera descomunal, un buzo que casi se le pegaba al cuerpo, una gorrita y unos hermosos ojos color café. Estaba solo en la fila mientras el hermano supongo (lo contrario a él) estaba mirando cosas por ahí. El hermano o primo era medio freaky de los videojeugos, tenía gorrito de lana, un jogging y buzo, pelito medio largo, pero se notaba que no era tan osado como el pendejo de 15. Las de pibitas que debe tener atrás. Mi novio Kevin, lo primero que me dijo fue:

-Si estos dos no se la comen, le pegaron en el palo - Sin embargo, después cuando la vio a la madre que se acercó, me comentó por la bajo - En realidad no son gays, son re chetos mal por como están vestidos - Y era verdad, entonces al salir, me vuelve a hacer otro comentario. Yo preferí quedarme callado - ¿Viste como se le marcaba el culo? Como para no verlo. ¿Tan necesario es marcarlo así? Te ganó a vos con el culo que tenía, bah, mano a mano casi - A lo cuál yo, lejos de reprocharle que hacía mirando a ese chico, asentí con la cabeza lo de marcarse el culo que, en relidad, el mismo pantalón se lo hacía. 

El suggar y el twink
Desde que yo me mudé hace casi 5 años, mi cabeza hizo un click y, como conté, los chicos más chicos o de mi edad me empezaron a gustar. Un tiempo atrás, tipo 2018, le tiraba como comentario a mi amigo Mauricio que "entendía lo que le pasaba a Michael Jackson" y se cagaba de risa porque tanto a él como a mí nos gustaban los pendejitos. Es más, hace unos días empecé a investigar, leer y sentir interés en la historia de Michael Jackson y los abusos que se decía que cometía. Son casos muy singulares porque ya Michael Jackson tenía miles de quilombos de la infancia misma que el padre lo manipulaba. Entonces, supuestamente, él al vivir una infancia de mieda, de grande y al tenerlo todo, quería que los niños fuesen felices. Sumado a que Michael Jackson tenía el complejo de ser de color y también el complejo de Peter Pan que no quería crecer. Entonces todo esto devino en una admiración con envidia a los niños, sobre todo bonitos, rubios y de ojos de colores, que hacían el combo perfecto para que él los buscara para ofrecerles una vida llena de "cosas". Acá es hilar muy fino y darnos cuenta que eso después se convertía en enamoramiento. Lo de los abusos sexuales, ahí no sé qué decir porque supuestamente no se encontraron pruebas, pero sí pornografía infantil y objetos sexuales en su casa.

Jackson y Macaulay
Lo que a mí me pasa es que me parecen lindos los adolescentes, creo que personas grandes también  (mujeres sobre todo) dicen piropos con idiología sexuales a chicos adolescentes. Entonces, si miramos el morbo podemos entender lo que esas personas piensan en sí. Sin embargo, nunca hice ni haría algo con un chico adolescente sin su consentimiento. Como me pasó antes de ponerme de novio que un pibe de 16 me buscaba por Grindr e Instagram y que, con el tiempo, no quise nada porque era meterme en problemas. O como me pasó con el pibe de la quinta que vimos, que me fascinaba, pero jamás iba a hacer algo con él. Nunca. Era más una joda que un deseo quizás.


F.A.M.