Se acercaba fin de año, se acercaba los mejores días de mi vida: el recital de Madonna en Buenos Aires y yo me había gastado prácticamente un sueldo entero en las entradas para estar adelante. En 2008 no pude ir a verla, era chiquito, tenía 15 años y no aceptaba tanto mi homosexualidad, era reprimido por cuestiones que conté en la Pre etada relacionadas con el barrio y la escuela. Entonces al ver por la TV que todos los presentes eran gays me dio cosa el hecho de pensar que yo podía estar ahí ¿qué iban a pensar mis papás? De hecho, ellos tampoco me iban a querer pagar la entrada. Ahora que yo trabajaba podía hacer lo que quería. Joel no es fanático de Madonna, si bien le empezó a gustar porque yo siempre la escuchaba, sólo iba a acompañarme en el campamento el día sábado pero el día jueves el trabajaba y no lo iba a poder hacer. Recuerdo haber vivido con ansias esos días anteriores al recital porque sabía que iban a ser los mejores de mi vida, y no me equivoqué, fue una serie de sucesos que cambiaron mi vida. 
El miércoles, día anterior al recital había llegado de trabajar y me preparé lo más rápido que pude; si bien no era la primera vez que iba a acampar, no todos los recitales se viven de la misma forma y a comparación del de Lady Gaga por más que fuese en el mismo lugar, iba a estar solo. Después de unas horas produciéndome y acomodando todos las cosas para pasar la noche y el día, le dije a mi papá que me llevara en la camioneta. Me pareció que era hora que me apoyaran en algunas decisiones que yo estaba tomando porque nunca antes ellos me brindaron la oportunidad de presenciar algo así; esto era una revolución para mí. Tras 40 minutos todo por autopista llegué al estadio River donde había estado hace un mes atrás por un evento del mismo estilo, ya conocía todo, ya sabía como era la cosa, tenía experiencia tras 4 recitales muy importantes. Y es más, hacía tiempo que había estado cerca de ahí sin saber que estaba en la zona de River. En fin, me dejaron donde yo suponía que era la fila porque en la de Gaga la hicimos en ese lugar, pero no. Después tuve que caminar unas 4 cuadras fuera de los alrededores del estadio y ahí encontré la fila donde ya había bastante gente. Era de noche, hacía un poco de frío y estábamos en una zona donde no suele haber mucha gente. 
Ni bien me acerqué si esa era la fila, los fans ya me miraron mal y me dijeron que la fila estaba atrás, una pasiva me dice "Ay te falta el corset" ya que había ido vestido como Madonna se iba a presentar en un acto. Ya eso me puso de mal humor pero seguí y me posicioné al final de la fila. Empecé a charlar con una chica copada, me hacía acordar a la hermana de Anabella con la que fuimos al recital de Britney hacía ya un poco más de un año. Me contó que Madonna ya la había aburrido y que venía solamente porque fue fanática de toda la vida; todo lo contrario a mí, si bien fui fanático a partir del 2005. Hacía un año que la había empezado a escuchar a full y me llegó al corazón, cosa que con otras artistas no me había pasado eso, hasta lloré con canciones de ella. De repente, por detrás de mí aparecen Danilo y Renzo, los chicos que había conocido con Joel en el recital de Gaga, y empezamos a hablar, ellos igualmente estaban adelante en la fila pero igual nos quedamos un rato juntos. 
Ahí éramos todos gays, no había que mentir ni nada por el estilo como en otras ocasiones, eso hizo que la espera sea más light, hablábamos de nuestras cosas personales sexuales hasta que en un momento Alejo se acerca y me dice:-Que lindo color de ojos ¿De qué color son? - Yo quedé asombrado porque rara vez me decían algo sobre mi color de ojos, un marrón claro pero cuando estoy frente a la luz (en este caso el sol) por mucho tiempo se me hacen amarillos. Sólo se fijan aquellos que yo los atraigo mucho -Emm si son medios raros, son como marrones verdosos
-Danilo dice "Ah, no me había dado cuenta - Con lo que comprobé mi teoría. La pasamos divirtiéndonos hasta que nos exigieron hacer una fila entre vallas para después ingresar. En mi caso tenía que esperar que mi mamá y mi papá vinieran a buscar mis cosas, tardaron mucho y perdí mi lugar en la fila, desde lejos podía ver a Alejo con su sombrillita azul de gay porque el sol nos estaba calcinando.
El momento más esperado de mi vida estaba por empezar, tipo 17.30hs nos abren la puerta para ir entrando pero además LA Reina nos iba a ofrecer una partecita del show, un soundcheck, con lo cual yo morí. Tenía en mis narices a la mujer que la escuché con tan sólo 5 años y desde ese día quedó siempre en mi cabeza, que a las 12 años escuché más canciones que me atraparon. A los 15 me hice fanático y a los 18 hasta hoy en día se convirtió en todo para mí. Fue todo tan genial que después teníamos que seguir esperando al show que comenzaba a la noche. La espera esa fue la peor porque estábamos todos apretados, hacía calor y los que estábamos desde la noche anterior, nuestro cuerpo mucho no resistía. Pero creo que hablando con la gente y demás podíamos llegar a transformar la espera en algo light. 
Después del soundcheck, justo donde yo estaba pisando había una plataforma que desnivelaba el piso, entonces yo quedaba con un pie pisando el desnivel. Por eso tuve que empezar a empujar un poquito más hacia atrás porque no estaba cómodo, y de a poquito sentí que el chico que estaba atrás de mí me estaba apoyando. "Bueno" me dije a mí mismo, capaz yo me estaba persiguiendo y no era así. Por eso mismo, empecé a moverme disimuladamente hacia atrás porque supuestamente el desnivel no me dejaba pararme correctamente. Algo así había querido intentar en el show de Katy Perry pero no me animé a más, en el de Britney Spears me arriesgué pero tampoco sucedió nada. En cambio, en este recital quería ir más allá: la situación era distinta, ya había tenido novio, mis amigos sabían que era gay, me mostraba tal cual yo era. Dejé que ese chico me siga apoyando, no le había visto la cara por eso cada tanto me daba vuelta y lo miraba como para que se de cuenta que yo me había dado cuenta de que me estaba apoyando. Si no me equivoco en un momento le dije: -Che, me estás apoyando - Ya que sentía que era un poco evidente, entonces me contesta
-Bueno, a mí me están empujando de atrás.
Metí una de mis manos por abajo y tomé una de sus manos e hice que la pusiera sobre mi pierna. Él captó la señal y en ningún momento se resistió, puso su mano sobre mi pierna y comenzó a manosear más, de repente me tocó el culo y yo me dejé. La pija de él explotaba y yo no podía creer lo que estaba haciendo en un recital donde tenía a miles de personas a mi alrededor. Con mi mano tocaba su bulto pero no quería hacerlo tan evidente. Seguimos un rato así sin hablarnos hasta el momento, notaba también que Santiago miraba mucho para el lado de nosotros, se daba cuenta pero no me importaba. Yo no estaba haciendo nada malo, me lo estaban haciendo a mí. Mientras tanto, esa chica me pidió el favor de acompañarla para comprar algún merchandising una vez terminado el recital ya que yo ya había estado en el de Gaga y sabía donde estaba el local de ventas. Le hice señas al chico y le dije a Santiago que me agregara a Facebook y se lo pasé, onda para que ese chico captara mi indirecta. Después escuché la conversación que él mantenía con una amiga que estaba al lado de él: -No sé cómo vamos a hacer para volver, si vamos por Camino Negro o vamos por la 9 de Julio - De repente me metí en la conversación y pregunté
-¿Quién vive por Camino Negro? - Ya que yo vivía cerca, cabe aclarar que Camino Negro es una de las rutas más importantes de Lomas de Zamora y de toda la zona sur. Él me contesta
-Nosotros ¿por qué? -Entonces yo le respondo -Jodeme, ¿en serio? Yo también vivo por Camino Negro - Era tanta la casualidad que me sorprendía, él se puso contento y me dice al oído mientras me agarraba de la cadera "Somos vecinitos, mirá vos"
Hasta ese momento con pocas personas de zona sur había estado, generalmente de capital, por ende no lo conocía por más que vivía a menos de 15 minutos de mi casa en auto. Por eso, me decía a mí mismo que el mundo es un pañuelo. Nos dimos nuestro primer beso y ya me había abrazado y apoyado su cabeza sobre mi hombro, era rara la sensación que tenía, yo me había dejado manosear por el hecho que él era lindo, rubiecito y su nombre era Guido. Yo le pregunté por qué accedió a eso y me contestó que cuando entró al estadio y corrió, se acercó a la parte izquierda del escenario y al verme de espalda con ese pantalón y esa cola se quedó atrás de mí; que cuando me vio la cara le gusté. Yo sabía que el pantalón garpaba, desde hace ya unos años atrás me había empezado a vestir bien, aunque esa noche fui de gala, y a partir de ahí me di cuenta que eso le gustaba a los chicos: una buena forma de atraerlos. Me había dicho de ir a comer una vez que estemos fuera del estadio y volver juntos pero que no nos separármos porque no había forma de comunicarnos. También le gustó la idea de disfrutar el show mientras nos besábamos y estábamos juntos. Le pregunté si quería que vengamos juntos a la próxima fecha, si venía obviamente, pero me dijo que tenía ubicación en Platea. No importaba. En un momento peló la pija y me obligó a que se la tocara, yo le dije que no porque había mucha gente, y a él no le importó y quiso que se la toqué igual, entonces accedí a su propuesta. No era tan grande, más bien chiquita y se le bajaba enseguida, también reconozcamos que no era lugar para excitarse. De hecho, me pasaba la pija por mi pantalón y hasta quiso bajármelos:-Yo te cojo acá nomas - Entonces le respondí.
-Bueh, tampoco la pavada, acá no da para cojer - Notaba que cada tanto Santiago se daba vuelta y nos miraba. Es más, un amigo de Guido que estaba casi por atrás de nosotros, lo miraba porque también se había dado cuenta de semejante cosa.
El recital se había atrasado y nos empezamos a poner de mal humor todos. Las cosas que los mismos fanáticos le decían a la Reina fue terrible, me causaba gracia en parte, pero bueno. El show había comenzado una hora y media después, pensá qué carajos podíamos hacer ahí, sino aguantar. Ella tenía fiebre y se notó antes que ella mismo lo dijera. Pero fue increíble, el mejor día de mi vida nunca antes vivido con tanta adrenalina y sobre todo porque Madonna me encantaba como nunca antes. Me había agarrado la locura hacía ya más de un año siendo que hacía muchísimo tiempo antes yo ya la escuchaba, desde mis 12 años. Fue lo mejor, una experiencia que superó a todos los recitales que había ido, canté y grité todas las canciones pero el plus era que la tenía enfrente, yo estaba casi contra la valla. Tras casi 2hs de euforia el show había terminado y la gente se empezó a dispersar por todos lados. La chica que se parecía a mí según Santiago, me pidió para que le acompañara a comprar el merchandising y me agarró de la mano y me llevó tratando de esquivar a toda la gente. Yo lo agarré de la mano a Guido y sus amigas vinieron con él. Le dije que íbamos a comprar y después nos íbamos juntos, que me acompañara sin embargo en un momento vi que desapareció y la chica se acercó a comprar. Volví atrás para ver donde se había metido Guido pero no lo vi por ningún lado. Quizás me estuviera esperando afuera, pero la chica no terminaba más de comprar. 
Cuando salimos él no estaba y yo me había desesperado, pensaba que quizás esté en alguna parada de colectivo pero había demasiada gente. Era imposible encontrarlo pero yo pensaba que podía hacer como Gastón C, el chico del recital de Katy Perry a quien encontré por Facebook sabiendo sólo su nombre. Pero no. La chica me dijo que me iba a agregar a Facebok y que la venían a buscar entonces la acompañé hasta la avenida y ahí la dejé. Yo me quedé un rato intentando encontrar a Guido pero nada, me había bajoneado totalmente y no me quedaba otra que volver a mi casa, quizás algún día pase por Banfield y pregunte casa por casa si conocían a algún Guido fanático de Madonna. Me caminé varias cuadras del estadio para tomarme el colectivo y volver porque estaba hecho pelota, valió la pena. Si no me equivoco, le mandé mensajes a Joel para decirle que había vuelto a casa y la había pasado genial.F.A.M.
