skip to main |
skip to sidebar
#141 - La Promesa
Ante todo, feliz navidad para aquellos creyentes. La verdad, para ser sincero, este 2015 se tiene que terminar. Mitad de año tranquilo y mitad de año heavy. Las cosas que están pasando ahora me están superando porque estas cosas están tocando lo más preciado que son mis amigos. Celos, envidia, enojos, falsedad, desagrado, y muchos sustantivos abstractos nos rodean; y creo que es tiempo de darle un giro a nuestro círculo de amistad -valga la redundancia-. Y esto me pone un poco mal. Desde que yo me peleé con Damián, todo quedó ahí. Por cómo es la personalidad de él, qué no sabe lo que es la amistad, no sabe mantenerla, no sabe luchar, todavía no se dio cuenta cómo se hace y cuán importante es un amigo en su vida. Me da lástima que con 26 años no sepa nada de la vida porque en parte, hemos pasado por situaciones iguales en la vida como la soledad en nuestra adolescencia, provenir de un barrio casi pobre, tener que arreglárnosla porque somos gay y no saber cómo salir adelante.

Yo siempre soy la excepción porque cuando pego buena onda con alguien, me vuelvo inseparable. Quizás con él no haya sido la mejor opcion. Por ahí, muchas personas veían nuestra relación y me catalogaban de ser igual que él. Costó darme cuenta que Damián tiene que volver a golpearse la cabeza contra el suelo y que ahí va a recapacitar. Damián hasta se enojó con Gabriel por lo mismo que Ricky, porque los apartamos, y según ellos, lo reemplazamos por Gabriel. Pero por el otro lado, está Elías que se vive justificando porque no quiere quedar en el medio de nuestra pelea; sin embargo él es mi amigo y salta para mí. Quiere quedar bien con Dios y el diablo. Ya no se habla mucho con Damián porque, al fin y al cabo, él fue uno de los que me hizo abrir los ojos y darme cuenta que Damián está con nosotros para tener con quien salir a bailar y que quiere cagar más alto que nosotros, que somos sus amigos. Nunca pensé que eso podía llegar a pasar. Ahora hay que esperar a que las aguas se calmen y ver cómo siguen las cosas.
Por otra parte, es imposible que no hable de Ian. El 25, después de haber pasado una velada con mi familia: mamá, papá - que vinieron para festejar nochebuena - mis tías y sobrinitos/as, en mi facebook 'paki' me aparece como recuerdo una foto que yo me había sacado hace un año atrás con Ian, ya que hace la última nochebuena la pasé con él y su familia. Tampoco nunca pensé que iba a pasar todo lo que pasó con él. De hecho, creo que ambos creíamos que íbamos a pasar una nochebuena más juntos. Pero como dije en el anterior capítulo: creo que, al menos yo, estoy bien así. Bueno, resulta que antes de ayer, viernes. Después de ver eso, presentí que me lo iba a cruzar en Plop. Y dicho y hecho. Nuevamente vino a pasar vergüenza frente a nosotros. Pero esta vez, rebajándose con lo que yo le hacía. Apareció en mitad de la noche y Elías me dijo que él ya había llegado, casi como un ritual. Delante de nosotros estaba Nicolás, a quien después de muchos meses volví a ver, y entonces yo no tuve mejor idea que ponerme a bailar con él y comérmelo para que Ian me vea y se enoje. Según Elías y Gabriel, eso pasó. Que conste que yo con Nicolás nunca quise volver a tener algo, fue todo puro acting espontáneo para herirlo a Ian así como lo hizo él hace algunos meses atrás. Me importa tres pitos que la venganza sea algo malo, se lo merecía. Aparte también para que vea que él ya no me importa. Mis amigos y yo notamos que Ian se me ponía al lado, y no sabíamos porqué... como si no le provocara nada verme comiéndome a un pibe, algo así como masoquista. Ahora recién caigo en que piensa que quizás yo quiera hacer algo como hicimos en nuestro inicio de relación, donde nos comíamos a otro y hacíamos chanchadas. Pero por favor, mirá si yo me voy a poner a hacer eso, y encima con él después de todo lo que pasé después de separarme.
Cuando al fin Nicolás me soltó y me dijo que se iba con sus amigos, respiré profundo y, casi al final, me encara un chico que yo ya había visto la semana anterior. También aproveché para comérmelo en frente de Ian, para que me vea y se siga poniendo mal. De hecho me pasó su número y yo le pasé el mío. Se fue pero al rato volvió y me siguió besando este chico, me dijo cosas lindas que hace mucho no me lo dice nadie, como que "soy lindo y tengo una cara para comérmela toda". Necesitaba escucharlo para no dejar caer mi autoestima. Para completar, esa misma noche me comí a un amigo de Gabriel, con el que salimos a bailar y que a Elías no le cae bien. Pero fue acting también para que Ian vea. Antes de irnos, lo vi a Ian comerse a un pibe pero no duraron ni un minuto. Fue la única vez que nos miramos con Ian, pero por equivocación mía. Enseguida corrimos la mirada. Gabriel y Elías están más sorprendidos que yo frente a estas situaciones que, en parte, nos desconcertan porque no sabemos qué quiere Ian. ¿La promesa de cuando la vida nos vuelva a poner juntos en el camino volveríamos a estar? La verdad que no. El tiempo se terminó hace bastante y yo sufrí como nunca, pero ahora estoy pasando el mejor momento de mi vida pese a todo.
F.A.M.