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lunes, junio 27, 2016

#156 - Mi Cul* Es Su Coeficiente Intelectual

Mi mente giraba en torno a esos hechos que destinaron la fatalidad de mi última relación de pareja, aun así, cada palabra que dijo la mujer que me tiró las cartas me ayudo a cambiar de parecer y reafirmar algunas cosas que yo ya las pensaba. Listo. Lo que pasó, pasó y no es necesario que yo vuelva atrás para nada. No me sirve ni me hace bien. Además, era hora que yo me anime a dar el paso para buscar nuevos rumbos. Si no lo hago yo, nadie va a venir a mi casa a golpearme la puerta. Y a pesar de que estoy estresado, tengo más vitalidad que antes, y yo me veo mejor. 

Es momento de empezar otra etapa por más que Junio haya marcado mi año por lo que conté anteriormente. Ahora sí, entrando con lo que voy a presentar hoy... No sé que les pasa a mis amigos: Mauricio se "casó" y, aunque no lo ventila, desde que empezó a trabajar en una peluquería, habla poco y nada al grupo de whatsapp y no sale más bailar. Con Gabriel las cosas no están bien del todo porque estamos cansados de que, cuando planeamos algo, él no pueda y, cuando nadie quiere salir, a él se le antoje las ganas. Elías esta harto de él. Y yo les dije a Elías y Nazareno, que siento que Gabriel no quiere salir con nosotros porque siempre le reprochamos cosas de su personalidad. Así que nada... El sábado de hace tres semanas atrás, Elías no podía juntarse porque se iba a la casa de su novio y, los demás tampoco. Yo planeé mi retorno al sauna porque hacía meses que no iba ya que los sábados siempre me juntaba con mis amigos o salía a bailar. Tenía que aprovechar porque rara vez se da esto de no vernos un fin de semana. Estaba con nervios y con una adrenalina que me hacía hacer cualquier cosa. Si bien, ya he ido solo, esta iba a ser la primera vez que iría a pasar la noche y no como otras veces que me mandaba cuando salía de bailar, igual el sauna está abierto las 24hs los fines de semana. El miedo de encontrarme a algún conocido estaba, pero no me importaba nada. Me prepare como si fuese a salir a bailar: me depilé la cola, cosa que a muchos los vuelve loco, no tanto maquillaje y no ropa elegante, pero sí salí a la misma hora. Hacía frío. En el kiosco de mi casa, compré una botella de Dr. Lemon pensando que existían las latas, para tomar al llegar allá antes de entrar y estar un poco desinhibido. El microcentro de la Capital es distinto a un barrio de provincia, o sea, no podía en cualquier lado abrir la botella y sentarme a tomar. Por ende, empecé a caminar y dar vueltas una vez que bajé del colectivo viendo cuál era el lugar adecuado para eso. La zona del Palacio de Las Aguas Corrientes es un poco turbia, sobre todo la calle Viamonte y las otras paralelas a las avenidas Córdoba y Corrientes. Analizando el panorama, no había mucha gente en la calle y tampoco chicos con cara rara así que abrí la chapita con una reja de un edificio y empecé a tomar mientras caminaba. 

Cuando se hicieron las 0.15hs me decidí a entrar al sauna con un poco de ansias; y sin embargo, me llevé la sorpresa de que parecía estar bastante lleno. Lógicamente que siempre los viejos y los gordos nunca faltan, pero bueno, allá ellos. Lo primero que hice fue ir al sauna húmedo para bañarme, y me encontré a un chabón hablando con un brasilero que lo que menos hacía era ponerse en bolas y cerrar la boca. Más acción, menos charla. Me senté al lado de ellos para mirar un poco, pero cuando me cansé, pasé al sauna seco para justamente secarme. Al instante entra el brasilero e intenta sacarme conversación aunque, como dije, no quería hablar con nadie. Después de eso, pasé a los laberintos a ver qué onda... subí y bajé muchas veces. No pintaba nada o mejor dicho no había nada que me llamara la atención. Volví al sauna seco pero parecía que nadie quería estar ahí, y eso me llamó la atención porque la última vez que había estado, se armó alta orgía de chicos peteando como locos. Cuando decido ir a enganchar algo, le toqué la pija a uno en el laberinto y nos empezamos a besar, metí mano por debajo de la toalla y, aunque no la tenía tan grande, se la seguí manoseando. La cosa que así de rápido me dijo para meternos en una de las cabinas y estar tranquilos. Él tenía buenos pectorales y su chota, al pararse tampoco era tan grande como a la que estoy acostumbrado; pero valía la pena. Tras unos pares de besos acostados, chupada de pezones, bajé a chuparle la pija y lo que más me sorprendió era que su cabeza era muy suavecita y riquísima. No había ningún olor y cada tanto salía una gota de pre-semen. Habré estado como 15 minutos así, sin parar; hasta que me subió con sus manos, me hizo sentar y me la empezó a chupar él... yo me dejé. Mientras tanto yo le colaba unos dedos y él se dejaba. A los minutos charlamos un poco mientras nos besábamos: me preguntó de dónde era, cuántos años tenía, y me repetía que era muy lindo. Lo mismo le pregunté yo a él. Seguí besándole los pectorales, pezones y bajé a su chota nuevamente que se ponía dura enseguida. Me propuso hacer la 69 y que yo esté debajo, aproveché también para chuparle el culo, algo que me vuelve loco desde hace tiempo, y él se dejó. La cosa que estuvimos un buen tiempo así hasta que me dijo que me sentara y levantara mi culo para que él me lo chupe mientras estaba parado. Al instante, me pidió que me acostara porque él me quería abrazar, y yo con ganas de seguir saboreándole la pija y tragarme la leche. Pero no, me abrazó y la pija ya no se le paraba más. 

Me besaba el cuello y me hacía ver las estrellas, y hasta me besaba la oreja y metía su lengua en mi oído; que también me encanta como me lo hacía Ian. Repetía cosas como que yo le re gustaba, que no podía ser más lindo, que quería invitarme un día a patinar sobre hielo; todo muy amoroso aunque lo único que yo quería era que coja y me de vuelta como a una media. Agarré su pija y me la ponía para que se parara y me la metiera; no obstante, me dijo que estaba cansado y que quería dormir abrazado conmigo. 
-A ver - Pensé yo - No vine acá para dormir y perder el tiempo - Le dije si quería que abramos la puerta para que otros nos vean, y no le gustó. Me dijo que si me quería ir, que me vaya pero que él estaba cansado y no iba a poder acabar. Me daba cosa dejarlo solo ahí porque seguro iba a encontrar a otro. Y, a ver, tampoco soy boludo. Cuando me dijo que vino después de asistir a clases de patinaje sobre hielo, supe que un polvo se echó con alguno. Idiota no soy. Nos seguimos besando y hasta me metía lengua en la nariz. Jamas me hicieron algo así, pero me chupaba los labios, la oreja y la nariz de una forma increíble. Suspiraba y juro que quedé solo por eso. Le propuse hasta que otro le chupara la pija, a ver si eso lo estimulaba y tampoco quiso repitiéndome lo mismo que me dijo antes. Por eso acepté su tregua y me quedé a dormir un segundo con él. Aunque ese "segundo" se transformó como en dos horas y me desperté de repente cuando escucho a dos chicos hablando en el laberinto que decían que eran las 6.30am. 
-¡Qué! - Me desperté encima y le dije a este muchacho que me iba a duchar y me fui sin darle ningún beso. Creo que tengo razón en lo que pienso, no fui ahí para pasármela durmiendo con un tipo sino que a cojer.

Me volví a bañar, me enjuagué la boca y partí para el sauna pero la cosa seguía sin progresar. Se escuchaban gemidos y gritos de placer dentro de algunas cabinas y yo me moría de envidia. Nada, fui al segundo piso de la parte de adelante y encontré a gente durmiendo en las reposeras, sobre todo a un pasivito rubio que me hacía la competencia; y en la parte de la sala de estar, había unos cuantos viendo una película italiana que pasaban en la TV. Espantoso. Descubrí un nuevo lugar oscuro en esa parte que muchos lo usan para ir a fumar, entonces me metí sabiendo que algo iba a encontrar. Habían dos que fumaban, un tipo de apróx 40 años que quería levantar algo, y yo que me fui a sentar al lado de uno para ver qué pintaba ahí. Vino su amigo que se sentó al lado de mí y estábamos apretaditos.
-Este es mío - Pensé, y vi que miraba cómo el "viejo" se tocaba. Me preguntó si fumaba y quería cigarro, pero no. Yo me tocaba apenitas para que su ojo se enfoque en mí, o me levantaba la toalla para que se vea más de mí. El viejo se fue y quedamos los dos más uno que estaba sentado en el suelo. Se levantó él, se tocó la pija, se sacó la toalla y me tocó la pierna para después aferrarse a mi pija. Me pajeó, pero quiso que se la chupara y ahí agarré viaje. La tenía más larga que el anterior, así que apelé a mi garganta profunda y mis ganas de chupar para darle lo mejor. Me agarraba la cabeza y hacía que me la meta toda hasta los huevos. Al instante me la saca de la boca y, pese a mis intentos de retenerlo, se puso de espaldas a mí, contra la pared para descargar su leche. Se volvió a poner la toalla y se fue. Antes que otro que no me gustara viniese a querer ponerme su chota en mi boca, también me fui. 

Cuando bajo y voy al laberinto, veo una escena en pleno pasillo de un rubio rapado, musculoso y con una gran chota, siendo chupada por dos, uno que tocaba los 40 años seguro y otro, jovencito. Me paré a mirar, le manoteé la chota al minuto y, el jovencito se fue. Para qué. Me arrodillé yo y se la empecé a mamar, su pija estaba tan gomoso que me encantaba. Se acercó un viejo, y el pendejo este rubio quería que se la chupe pero lógicamente no. Me quedaba con él solo. El viejo a toda quería que se la mame, pero no. Cuando le hacía garganta profunda a este rubio, se le ponía la pija re dura. Habían muchos mirando en la oscuridad, inclusivo se acercó ese que le chupé la pija arriba, aunque como ya había descargado, solo miró y se fue. El viejo no recuerdo si acabó y se fue. A mí me re fascinó este rubio parecido al "polaco" porque lo había ojeado anteriormente y no sabía, después, dónde se había metido. Estaba re fuerte el pibe ese, y obvio que lo peteé con gusto y tocándole el culo bien trabajado, así como sus abdominales y demás músculos del cuerpo. Si me agarraba y me cojía, me rompía el orto de una. Así quedamos los tres solos; en una entre los dos se la chupamos al "polaco", con besos, uno se metíala verga y el otro pasaba la lengua o iba a los huevos, etc. Cosas que yo hacía en AMK. Acto seguido, el polaco se arrodilló a chuparle la verga al otro y yo quedé asombrado porque pensé que solo era activo. 
Tras tres minutos de succionarle la verga al otro mientras yo estaba arrodillado, el rubio pega un suspiro, me agarra de la cabeza y me tira la leche aunque el otro también se arrodilló y tuvimos que compartir la leche mientras nos besábamos. La escena que más me calentó fue cuando el "polaco" agarró su toalla, se la puso y se fue de ahí onda a lo paki que descargó su leche y se va sin importar que pase con sus 'pendejos crudos' que nos dejó en la boca a los dos. Tras besarnos con la leche en nuestras lenguas, el chabón se para y acaba sobre mí, algunos chorros pararon en mi pija así que la usé como lubricante para pajearme y acabar en el piso frente a la mirada de otros. Con la leche del "polaco en mi boca" me fui al baño, escupí aunque podía habérmela tragado, mientras me bañaba para luego alistarme e irme porque ya eran como las 10am.

Resulta que voy al sauna seco a secarme, y entra un pendejo re partible, de unos 23 años apróximadamente. Se toca la verga, me hace seña para que se la chupe y asistí de una acercándome y succionándosela. Me hizo garganta profunda como dos veces con toda la bronca, hasta que se levantó, dijo algo que no le entendí, se puso la toalla y se fue. Supongo que, por ahí, iba a acabar y como recién había llegado no quiso. Yo por mi parte contento, aunque no me rompieron el orto igual estaba feliz. Fue una linda noche de sexo oral a full. Cuando salí del sauna, noté que mi piel estaba más linda que nunca... ¿Y si eso es lo que me hace ver más pibito, o sea, el vapor del sauna? Ah, listo. Entonces yo voy a andar más seguido por ahí.

F.A.M.