Estoy en un momento de sentimientos encontrados como hace unos meses atrás. Pensé que ciertas situaciones ya habían pasado, que las había superado, pero todo se desbordó. O, al menos, eso noté yo. Tiene que ver con mis amigos, esas personas que desde hace años empecé a llamar "familia" porque la mía era la típica en la que se delimitó bien cuáles eran los roles: mamá es mamá, la flexible; papá el estricto, la hermana más grande la rebelde, y yo, el chico gay. No hubo confianza o ellos nunca indagaron acerca de mis gustos y eso. Vengo de una familia grande, de campo que, luego, se erradicó en un barrio en dónde lo distinto siempre fue visto como raro. En fin, cuando empecé a tomar mi propio rumbo en la vida después de haber terminado el secundario y haber conocido personas increíbles, me di cuenta con el tiempo que yo era otra persona y que nada tenía que ver con ese entorno y, más tarde, descubrí que otra persona estaba encondida en mí, quizás mi yo original y real. Gracias a mis amigos, pude ser yo sin prejuicios ni críticas, sin discriminar ni recriminar. Sin embargo, hace unos largos meses atrás, las cosas se empezaron a distorsionar y, esta vez prefiero dar un paso al costado para no romper la amistad ni el lazo de persona a persona.
La raíz de todo empieza hace varios años atrás cuando yo me puse en pareja y recibía críticas y críticas de mis comportamientos, siendo juradas por mis amigos que nunca iban a realizar tales acciones. Pero no tardó mucho en suceder que algunos de ellos se pusieran en pareja e hicieran eso y cosas peores. Y yo sé cómo soy: te hago lo mismo que me hiciste, pero no por venganza, sino para que veas cómo son las cosas. Desde ese momento, obviamente yo quedé susceptible y me da por las pelotas que alguien haga o diga lo que antes criticaban de mí. En Enero, cuando me fui a visitar a mis papás y cuando conocí al chico de la provincia, obviamente hablé con Mauricio y Elías sobre eso, y que, en algún futuro, él pudiera venir a visitarme y quedarse en casa. Por algo vivo solo y para algo también me mudé a un lugar más céntrico sin que nadie me observara como era en el caso de mi antigua casa con mis tíos viviendo adelante. Sin embargo, Mauricio fue el primero en criticar y decirme frases como:
-Ay, boludo. ¿Sos joda? ¿Te lo vas a traer a tu casa a vivir? ¿Y lo vas a mantener? A vos solo te ocurren esas cosas, boludo. Estás loca, hace dos días lo conocés y ya te querés casar. Dejá de flasharla con los que ni conocés, boluda. Mirá si te chorea, mirá si te roba - Mauricio no tiene idea con quiénes me ando viendo yo y si los veo por primera vez o hace dos años. En definitiva, ¿qué sucedió hace menos de tres meses atrás? Él empezó a hablarse con un cordobés y ya flasheó amor. Es más, se enojó con su amiga paki porque el día de su cumpleaños en Marzo, antes del mío, ella se puso mal después de haber discutido y peleado con el chico que andaba conociendo hacía nada de tiempo y, aparte de quebrar por el alcohol, se puso a llorar. Actualmente de la nada, Mauricio le dio para adelante con esta relación y hasta sacó pasajes para ir a verlo, pero se pelearon y volvieron una y otra vez. Estaba haciendo la gran que hizo con su ex novio, eso de celarlo enfermizamente y hasta hacerle escenas. A ver, nunca se habían visto y, de repente, ya eran algo más. Pero claro, después el que se enganchaba con cualquiera era yo, el que la flasheaba era yo, el que quería ir a ver a alguien o instalarlo en la casa era yo, etc.

De repente, Mauricio empezó a tener actitudes despectivas hacia mí vía grupo de Whatsapp, pero cuando él se sentía mal, pedía ayuda o cuando nos veíamos en persona, era otra cosa, excepto para mi cumpleaños. En Whatsapp, él me bardeaba, de hacerme pasar vergüenza y hacerme quedar como pelotudo, el del que se ríen en el grupo, el que tiene los defectos, etc. Obviamente que llegado el momento, se lo recalqué y le pregunté por qué siempre se la agarraba conmigo, que ya no parecía gracioso, sino todo lo contrario.
-Ay, se parece a Fede. Ay, que el loco es Fede, que Fede esto, que Fede lo otro - Y obvio que yo iba a estallar en algún momento. Él siempre dijo que nunca lo decía para molestarme, pero eso parecía. Cuando decidí no salir más a bailar, parecía que lo hacía al propósito porque yo hablaba y él contestaba enseguida diciendo despectivamente cosas como:
-Ay, quiero que sea sábado. Pueden decirme qué vamos a hacer el sábado. Yo quiero salir a mamarme, que quiero disfrutar - Y, anteriormente, cuando yo había preguntado un fin de semana qué ibamos a hacer, él se puso a charlar con Lara ignorándome totalmente hasta que me cansé y pedí que no me ignoraran. Mauricio me contestó:
-Yo no puedo decidir por todos. Esperá a que los demás se despierten - Es como si fuese que porque es él, hay que hacer lo que él quiera. Y Elías le sigue la corriente no sé por qué. Ya había hablado antes del mimetismo extraño que existe entre ellos, sobre todo de parte de Elías hacia él, como si fuese una adoración de la que él no está consciente. Elías siempre fue un chico original, pero de repente, a él le empezó a gustar Ariana Grande cuando a Mauricio era el que le gustaba; Mauricio se tiñó de blanco, él también; Mauricio estudió estilista, él también; Mauricio se la agarra conmigo, él se la agarra conmigo.
Lo que me dio por las pelotas de este último tiempo fueron dos cosas: para la semana de mi cumpleaños, empezó a criticarme porque no iba a haber comida cuando adelanté desde un principio que era una previa, bus y boliche. Entoncés empezó a criticar que cómo no iba a haber comida, que qué clase de cumpleaños era, que en todas la fiestas hubo comida, que no sé qué... y yo de antemano le aclaré que no tenía plata y que no era un cumpleaños de 15. También discutimos porque él quería irse al VIP con Nazareno en mi cumpleaños. O sea, ¿dónde se vio que los invitados se vayan a un VIP y que dejen al cumpleañero aparte? Elías saltó en mi defensa y de mi argumento, pero el día de mi cumpleaños lo siguió a ellos dos y terminó en el VIP. Durante la semana siguiente, Mauricio bardeó mi cumpleaños de arriba-abajo como si yo fuese su enemigo: que la música, que la organización fue un espanto, que no le gustó nada, que no sé qué. Y cuando yo se la retrucaba, seguía bardeando con malas intenciones. Después se queja de que su prima Cecilia es egoísta y que nadie la quiere. Yo estaba más que ofendidísimo, pero como diría mi abuela "¿para qué gastar balas en chimango? Es un desconsiderado porque cambié de fecha mi cumpleaños para que él pudiera venir porque el fin de semana largo se iba de vacaciones. Todo porque el año anterior no vino ya que estaba casado con el trastornado extranjero ese.

La fecha en que su "amor" iba a venir a Buenos Aires (y que después el que se enamoraba e iba a traer a cualquiera a vivir era yo), obviamente preferí callarme en el grupo de Whatsapp porque él iba a contaminar con su poder de insistencia y de rompe-coco a todos para ver qué podían hacer el fin de semana así él llevaba a su chongo a conocer la noche de Bs. As. Me callé durante una semana y terminé saliendo del grupo de Whatsapp, más allá que yo había salido hacía meses y Nazareno me había agregado por su cumple, si no me equivoco. Lógicamente, ya me había re podrido toda esta situación que se estaba volviendo muy conflictiva como si Mauricio me tuviera envidia de algo, de mi personalidad y querer opacarme en todo momento. No sé si los demás se habrán dado cuenta, pero tampoco iba a armar un escándalo si todos están re salidores y él único que estaba en otra soy yo. Porque yo siempre estuve un paso más adelante que todos: cuando me bardeaban por las cosas que hacía estando de novio, ellos no se imaginaban que también iban a hacer lo mismo. Ellos se piensan que mis viejos me mantienen, que yo llego de trabajar y me espera la comida hecha y la heladera llena. En realidad, no tienen noción porque, de saber, saben que nada de eso me pasa a mí. Nazareno y Elías me hablaron, Mauricio sabe lo que hizo y está con cola de paja porque ni me habla, pero mira mis historias de Instagram como esperando a que yo tirara una indirecta hacia él. No lo voy a hacer ahora ya que le doy el pie a que él crea que me fui por él.
Me tomo el tiempo que sea necesario para mí mismo porque me di cuenta que mi último año de carrera me tiene mal. No es el trabajo ni es mi vida en sí, es eso. Pero haré lo imposible. La semana pasada vino a comer Constantino porque tenía ganas de verlo y garchármelo, pero al verlo personalmente, lo vi más gordo y sin ese culo que a mí me fascinaba. Desde la segunda vez que cojimos hace menos de un año que me pasa eso con él. Una vez, vino un chongo a mi casa y, al pasar una foto de él en mi celular, me dijo que había ido a una partuza gay y lo había visto a Constantino ahí. Obvio que no es ningún santo, aunque se hace y jura santidad. Es más, la primera vez que salimos a comer, me había contado que había tenido una cita con mi ex novio Ian hacía años. Esta última vez que vino, me contó que quería mudarse porque la relación con su primo ya no va más, que quiere algo más céntrico... en fin, el gran dilema de los gays. Pero él me contó algo más que no hice caso aunque quedó rebotando en mi cabeza y me llamó la atención:
-Ay, cuando volvía para acá, me habló por Grindr tu ex - Pensé que era Joel, pero cuando le pregunté cuáles de los dos, me contó que fue Ian.
Hace tiempo que dije que quería retomar la amistad con Joel, pero la mujer de las cartas me había dicho que no me iba a servir estar con él, que era al pedo. No quiero hacerlo ilusionar, aparte las últimas veces que hablamos por Whatsapp me fue denso porque quería ponerme celoso y, obviamente, no lo iba a conseguir. De Ian, me llama la atención porque supuestamente estaba re feliz con su novio, pero bueno. Como siempre dije: le deseo lo mejor. Yo espero poder cerrar una gran etapa de mi vida, y este año lo voy a conseguir. Estos seis años casi siete pasaron volando en mi vida y recuerdo todo como si fuese ayer. Empecé mi carrera el mismo año que entré al ambiente, que navegué por AMK, algunos antros, después me puse en pareja por primera vez, fui a los dos conciertos de Madonna, me separé, consolidé a mis mejores amigos, conocí Plop y Puerca, Jolie y me puse de novio otra vez, me alejé, me separé, sufrí y volví, no me recuperé y siempre tratando de llegar a la meta, me mudé, descubrí cuál era mi problema social con el barrio, obtuví la vitalidad que había perdido. Siento que al decir que no me importó lo de Ian, estoy mintiendo. No es que me ilusione en algo porque no quiero nada con él, pero me satisface saber que intentó con otra persona y que también tuvo un final. Yo solamente quiero un gran cambio en mí y me conformo con eso.
F.A.M.