

Esto mismo, me hizo repensar mi vida, ponerme a filosofar si esta vida adiestrada por el sistema es lo que quiero, lo rutinario: eso de laburar tres turnos algunos días, no tener tiempo para nada, no llegar a fin de mes, tener más deudas cada día. En definitiva, siento que lo que quería hacer este año como guitarra, teatro, canto, se van a ver frustrados porque no me alcanza la plata. No es la primera vez que pienso en prostituirme, siento que solamente me hablan los viejos y someterme a eso no es lo más placentero. Por ejemplo, Miqueas se prostituía de una forma muy sutil: pedía por Grindr cosas a cambio de sexo, cosa que al fin y al cabo, hacía las cosas hasta ahí nomás. Debería encontrar un Sugar Daddy. Quizás Lion la pegó, o como la travesti ex amiga de Nazareno que también la pegó. Me puse un ultimátum: si este año no remonta mi economía y no realizo actividades que me satisfagan, el año que viene me sacrifico.

- Un chico medio dientón que tenía alta verga y me quería cojer a toda costa, pero sus fotos con lentes y tomadas de otro perfil, hacán esconder una especie de retraso que tenía. No era tan feo, pero a mí no me gustó estar con él. Le hice un pete y ni siquiera quería que me besara.
- Un pibe con unos pocos kilos de más y afeminado que me habló una vez que yo había llegado de bailar alrededor de las 8am. Más que paja y chupada no hubo ya que supuestamente estaba paseando al perro y después se decidió a correr para entrenar.
- Leandro, un pibe que trabaja en los Talleres de Escalada, activo, bien machito semi-paki con él me veía la mayoría de los sábados o algunos domingos. Venía temprano, nos bañábamos juntos, se la chupaba, me garchaba a full, y hasta me filmé varias veces con él. Un día, le hable, no me contestó más, y a la semana siguiente a último momento me habló para vernos y le dije que ya no podía por la hora. Parece que se ofendió y nunca nos volvimos a ver. Le hablé hace dos semanas para aprovechar las vacaciones, pero por más que me decía a todo que sí, no lo veo motivado.
- Un morocho con colita a lo rastas que vino dos veces a mi casa y que me gustó porque, después de garchar, hablamos banda de cosas personales. Como recién estaba separado tras varios años de pareja, se me había enamorado a primera vista y, como yo no soy clavo que usen para sacar otro clavo, dejé de hablarle además de que se había vuelto denso por Whatsapp. Recuerdo haber garchado sin forro y él nunca se hizo drama por eso. El sábado pasado me lo crucé en Puerca.
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El Ken. Se llama Tadeo y es alto, medio rubiecito, ojos claros, flaco y con una verga descomunal con quien garcho dos veces al mes. También me filmé, mejor dicho me filmó él con mi celular mientras me garchaba y le tomé la leche en varias ocasiones. Al principio, cogíamos con forro y, después de un trío, me garcha sin forro.
- Marcelo, el pibe con el que me vi dos veces: una haciendo trío con Ken y otra, solo. Es histérico. Siempre me bloqueaba por Grindr porque no le pasaba fotos en bolas hasta que me vio en persona y mi orto le encantó. Ahora no nos vemos porque, al menos yo, no tengo mucho interés en el. Vive a cuatro cuadras de mi casa.
- Un venezolano de 23 años, medio petiso que trabaja en un café cerca por Lomas. Tiene buena verga y sabe garcharme. Me vi tres veces con él y la segunda, hicimos un trío con otros pasivo que yo traje para que me la chupara a mí y a él, y viese cuando me garchaban. Como es de intuir, no es su devoción coger con el mismo muchas veces. tenía la fantasía de enfiestarlo con otros pasivos.

- Cristian es un pibe que recién se inicia en el ambiente gay, tiene mi misma edad y tenía novia. Me vi dos veces con él, es tímido y yo tengo que tomar las riendas. La primera vez, se le bajaba a cada rato después de que le pusiera el forro, así que garchamos sin forro porque sino no se le paraba. La segunda vez, garchamos como una hora de seguido mientras transpiró a full, nos sumergimos en esa agua que se formaba por el placer. Fue el segundo al que hice que me acabara en la garganta (el primero fue Nicolás con quién me veo dos veces al mes también).
- Julián, un chico con el que me vi una vez después de que nos habláramos por Grindr antes de Navidad. Se peina bien y es hermoso de cara, cuasi perfecto, pero me la bajó cuando me contó que había bajado de peso ya que a mí me gustan los pendejos híper flacos por naturaleza. Tenía una verga gruesa de abajo, pero que se iba volviendo angosta al llegar a la cabeza. Buen polvo.
- Fede, un tocayo mío que, después de varias veces hablándome con él desde hace mucho tiempo atrás, nos vimos y nos hicimos un pete mutuamente. También hice que me acabara en la garganta (el tercero). Es flaco, medio turro y lindito hasta ahí nomás.

F.A.M.