Pages

viernes, febrero 01, 2019

#215 - Juntos (Está Todo Bien)

Estoy atravesando un momento en donde el tiempo se me pasa más que rápido. Es cierto que cuando uno es chico, el tiempo parece inmutable y que va a tardar en suceder, eternidades. Es difícil atravesar esta etapa de la vida porque indica que ya estoy grande mentalmente, ya dije que físicamente parezco de mucho menos. Me puse a pensar en mi abuelo paterno que ya falleció, que fue toda una revolución su muerte, que a mí me tocó de cerca porque estaba en la etapa de transición gay, donde no podía evitar mirar a un chico sabiendo que eso estaba "mal", sobre todo porque yo era una adolescente todavía. Caí en la cuenta que este año se va a cumplir 10 años desde que falleció. Qué desesperación. Me acuerdo cuando iba a la casa en donde vivían mis primos, entre ellos Nehuen con quien yo me llevaba tan bien, las noches de verano y todo eso, que me cuesta discernir los años que pasaron. Nehuen nos tomó a nosotros como enemigos, cada vez que nosotros íbamos a lo de mi abuela después de la muerte de mia buelo nos miraba con cara de culo, incluso mi mamá no quería ir y le empezó a tomar bronca ya que ella nunca lo quiso a Nehuen por cosas que me abuela le hizo pasar cuando mi hermana era chica. 


En fin. Durante estos días de verano y de enero, empecé un acercamiento con Rebecca. Nos propusimos entrenar a full ya que ella está viviendo a 15 minutos de mi casa. Miles de veces planeamos esto pero por A o por B nunca lo hacíamos. Los años no vienen solos y, cada vez más grandes, nuestro cuerpo va sacando panza. En mi caso, fue por no tener disponibilidad horaria y, a veces, agradezco que el tiempo pase rápido para poder afrontar lo antes posibles esas responsabilidades. Pero, por otro, no quiero que pase rápido porque suceden estas  cosas en donde nos dejamos estar y terminamos con 5 kilos mínimo de sorepreso. Hice una promesa que este año me iba a poner las pilas e iba a moldear mi cuerpo. Es hora. Ya terminé mi carrera y es momento de empezar a fijarme en mí. Nada de Gym, entrenamiento casero porque no me da el presupuesto. Así que, a tener constancia. Ahora con Rebecca dejamos de entrenar, pero yo lo ando haciendo por mi cuenta.

Un día, me habló de repente Miqueas y me dijo sin anestesia que tuvo un problema familiar y que necesitaban él y Dylan un lugar en donde quedarse ya que lugar tienen solo los fines de semana. Le contesté que sí, que yo no tenía problema. Lo pensé dos veces igual, pero con ellos la pasaba bien no sólo a nivel sexual sino a nivel amistad, y eso era lo improtante. Les avisé que tenían que venir de noche ya que yo iba a ir a entrenar, entonces cayeron tipo 21hs. Miqueas me empezó a contar la aventura que tuvo con su viejo y todo lo que siguió, mientras escuchábamos música, seguimos hablando y pensábamos qué iba asuceder esa noche. Ellos estaban cansados, Miqueas dijo que no quería tomar alcohol ni nada de eso. Los reíamos mientras cada uno miraba memes en su celular. Quizás eso me molestaba de ellos: se conectaban al Wi-Fi y se desconectaban de la Tierra. Lo que les importaba era el porro y los puchos, por eso, la caza por Grindr arrancó. Recuerdo que Dylan se ofreció a cocinar y comimos, yo me sentía tan descompuesto de lo que había comido al mediodía que, al ver que Miqueas se tiró a dormir, después lo hice yo. Dylan se quedó despierto toda la noche y, al otro día no había forma de despertarlo a ninguno de los dos.

Al día siguiente, en pleno día de lluvia, nos despertamos y siguió la caza por Grindr. Miqueas dijo que un conocido suyo quería venir a mi casa para charlar y boludear, que podía lelgar a traerles una caja de cigarrillos. Le dije que no daba que viniera tan temprano si quería algo porque era de día y necesitábamos estar, al menos, en pedo para poder hacer algo. Me terminó contestando que no, que era un conocido y no se iba a prender en eso. Supuestamente, nosotros íbamos a salir a caminar, pero desistimos en la idea la ver la tormenta que se había largado. Cuando el pibe llegó, lo fueron a buscar a la Est. Lomas. Llegaron abajo de la lluvia y lo primero que hice fue clavarle la mirada al pibe: flaco, medianamente alto, lindo de cara. Eso sí, casi no teníamos nada para comer porque ellos estaban sin plata y yo no iba a gastarme la vida. De hecho, demasiado hice en ofrecerles hospedaje y parte de mi comida que me tenía que durar el mes completo.

Entablamos una charla y el pibe empezó a entrar en confianza. Dylan era el que más al margen se mantenía porque tenía los puchos, en cambio Miqueas, estaba aburrido, que quería estar acostado viendo porno, pero yo sabía que en el fondo quería entrarle al pibe que él trajo. Hablando acerca de qué íbamos a hacer a la noche, yo  les conté que quería sexo, en lo posible orgía porque la noche anterior ya no habíamos hecho nada. Activamos la búsqueda y, en eso, le propuse a los chicos ir a comprar algunos snacks a los chinos porque nos íbamos a morir de hambre sino. Al final, el pibe que trajo Miqueas se iba a quedar porque le hablamos de orgía, sin embargo, ya venían teniendo tensión sexual cuando se iban a la cama y se acostaban y se hacían cosquillas. Ahí fue cuando Miqueas me dijo que no se conocían en persona y yo quedé en modo impaktado. Además, el pibe en una se levantó la remera y tenía lindo cuerpo, pero una cicatriz de una operación creo que nos dijo. Le presté un short para que usara, medio transparente y se le veía el bóxer. Más excitante todavía.

Ya cayendo la noche, le conté a los chico que había estado hablando con un pibe y que quizás podía unirse a nosotros. Entonces, podíamos ser cinco. No sé si de las ganas que tenía, me contestó que se entraba a bañar y salía e su casa para llegar alrededor de las 21.30hs. Mientras nos duchamos y demás, Miqueas y el pibe se quedaron haciendo algo y Dylan, en Grindr viendo qué pintaba. Al ir a comprar algo de alcohol para la noche, lo cruzamos a este pibe que yo había invitado y empezamos a hablar. No era la gran cosa: petiso, un poco peludo, medio infantil; pero nos servía. Al llegar a casa con el alcohol, empezamos a tomar, a hablar boludeces, como que mucho para hacer no había más que Miqueas y su chico se sientan uno arriba del otro y se empiezan a chapar. Yo hice lo mismo con el pibe que había traído y ahí se desató todo. Dylan quedó como excluído mientras buscaba a su otro en Grindr y fumaba puchos.

El pibe y yo terminamos chapando en la cama mientras nos metíamos manos por todos lados, lo mismo hicieron Miqueas y el otro pibe que, me daban más ganas de estar con él que estar con el otro. Aparte Miqueas no lo quería canjear bajo ningún conceptos, pero bueno. Creo que mi chico entró al baño y yo me uní en el beso de a tres. Al tiempo, el pibe vuelve y nos empezamos a desnudar; Miqueas pareció molestarse y se fue al baño, seguramente a llenarse la tina. Entre los tres empezamos a chaparnos (el congo de Miqueas, el mío y yo) mientras Dylan andaba todavía en Grindr. Sentí que yo había ganado la batalla por más que no competíamos, pero al pibe que trajó él, me lo quería quedar yo. no me sentí realizado hasta que tuve su pija en mi boca. De todas formas, Miqueas volvió y nosotros habíamos empezado con las chupadas de pija y de culo, empezamos a chupar de a dos, y a  la hora de la penetración, mi chico me la metió sin forro aunque costaba. El chico de Miqueas intentó y le dolió bastante. Miqueas venía diciendo que no quería ser pasivo desde hacía tiempo. resulta que Dylan consiguió a otro pasivo hermoso y re marcado que, obviamente, yo no quería porque todos se le iban a tirar a él. Supuestamente había llegado, pero en ese momento, escuchamos el ruido de un pedo y vimos manchada las sábanas. Fue terrible. Como dueño de casa, tuve que ponerme a limpiar no importa quién haya sido. Entonces, en ese momento definitavemente Miqueas se sumergió en la tina dándome pase libre a mí.

Yo chupé pija mientras el Dylan cada tanto, también venía a chupársela al chongo de Miqueas o hacía beso de a tres conmigo y mi chongo. Mi chongo me la quería poner, pero la tenía tan chica que entraba y ni cosquillas me hacía, me interesaba más el chongo de Miqueas. Es más, el hizo de advertencia y me dijo "Te la está poniendo sin forro" cosa que a mí no me asusta. Mejor. Cuando le tocó el turno al chongod e Miqueas que me la pusiera, no entraba, con el forro se le bajaba y yo tenía que hacer maravillas para que se le parara. Llegó un momento en que tiré el forro a la mierda y probamos en que la metiera así, a pelo. costó banda que entrara, eso que yo me había ido otra vez a hacerme un mini-videtazo con agua caliente para que se me dilatara, pero ni así. A los minutos, cuando se le puso más dura, su pija entró y sentí que no se había dilatado antes. Me empezó a coger y me entregué, eso si era garcharme de verdad, y a pelo. Me cogió boca abajo y, después, yo lo monté y le encantó, sentía como su pija entraba y salía. Mientras tanto, mi chongo y Dylan empezaron a chaparse y estar alejados mientras nosotros estábamos en la cama.

En un momento, Dylan se la chupó también al chongo de Miqueas mientras nos besábamos y, cuando se paró, me filmé chupándosela así se le apraba más. Qué lindo. Es más, me hizo dos chupones re fuertes que tardaron como dos semanas en irse. A la hora de acabar, estando los cuatro en la cama, le pedí a mi chongo que se pusiera arriba mío y me acabara pajeándose, sin embargo, yo terminé acando en mi pecho y su espalda, y después él me wasqueó toda la cara. Por último, tuve que ayudar al chongo de Miqueas a acabar con paja, cosa que acabó poco y nada. a ese guacho estaba para agarrarlo solo y tener un mano a mano. Pero no iba a ser tan hijo de puta de vernos de contrabando aunque podría ser porque Miqueas mi mejor amigo no es, y tampoco tenía por qué enterarse si la hacíamos bien. Al día siguiente, el primero en irse fue el chongo de Miqueas. El otro, se quedó y tuve que cocinar mientras Dylan dormía inmensamente. Después del mediodía, se fue. A la tarde, fuimos a plaza a pasear aunque Miqueas seguía pesado con que quería puchos e Internet. Era como un nene malcriado.

Tuvimos que volvernos mientras ellos pensaban qué hacer y si realmente invitar a otro para algo. No recuerdo qué hicimos ese día a la noche, pero nos habremos dormido temprano porque mucho no habíamos dormido. Al otro día, tuve albañil así que ellos se tuvieron que levantar temprano y les dije que ese día yo tenía que ir a entrenar con mi amiga y que, por lo tanto, debían irse. Encontrar otro paradero mucho no les costó porque la noche anterior habían dos que les estaban invitando a Ezeiza, lógicamente a cambio de sexo. Quizás los otros son los típicos putos que no les importa ser usados mientras ellos garcharan, pero Miqueas y Dylan estaban hartos de ser prostitutas, del sexo y de pensar todo el día en eso. Los despedí en la estación de Lomas diciéndoles que íbamos a juntarnos el finde, cosa que preferí salir con Chris a Amérika, una salida íntima él y yo como en los viejos tiempos.


F.A.M.