Es más, hace poco lo hablé por Whatsapp con Rebecca y Selene, en el grupo que tenemos. Siempre hablamos de nuestras infancias, lo que nos acordamos y todo lo que pasamos. Y ahí les conté sobre mi situación y sexualidad en mi adolescencia. Mis vecinos de al lado fueron mis primeros amigos, ellos son tres hermanos: Vanina, Sam y Edu. La amistad con ellos dos estaba ligada también con mi primo más grande,
Hernán, quien vivía llegando a la otra esquina de la cuadra y, al ser de la edad de Sam, éramos un grupo de cuatro. Me acuerdo
las noches que pasábamos sentados afuera de la casa de Sam y Edu,
hablando vaya a saber uno de qué porque éramos chicos. a veces íbamos a los Arcades de la
vieja de la vuelta de nuestras casas que tenía un negocio. Ahí también cruzábamos a otros pibes del barrio más grande que yo, es más, yo siempre fui el más chico hasta que otros crecieron un poco más, y son los que menciono en mis primeros capítulos como Leonardo y Lucio, y después Maxi. Con Sam y Edu siempre nos
hablábamos desde el muro que daba a mi escalera, ahí ellos gritaban mi
nombre o yo el de ellos. A veces yo pasaba a la casa de ellos y
viceversa. Ellos tenían una piscina que en su momento era re wow, pero rara vez la
llenaban. Alguna que otra vez me habré metido a la pileta llena, pero dos veranos nada más la llenaron seguido, el resto de los veranos la llenaban una vez y listo. Con el tiempo, esa piscina terminó siendo un depósito de porquerías. De chicos, teníamos el Sega y nos intercambiábamos cartucho, y mientras se lo contaba a Rebecca y Selene, se me vino a la mente un momento que nunca se lo conté a nadie porque son esos recuerdos que uno los tiene en su cabeza, pero que no hay una razón para contárselo a alguien porque son flashes fuera de cualquier contexto. Estábamos con Sam y Edu en el muro de mi casa donde antes había una parrilla, y Sam quería que yo le prestara un cartucho de Sega, pero yo le había dicho que no porque seguramente quería uno de él, entonces Sam me pegó en la cara y yo salía llorando y gritándo por mi mamá. Tendría 5 años yo. Sam me decía que no gritara y que me devolvería el cartucho.
También, recordé lo terrible que yo era porque me mandaba cagadas que a los padres de ellos les caía muy mal. No sé qué pasó realmente después que a Sam y Edu le prohibieron juntarse conmigo cuando teníamos 10 años aproximadamente. Fue alguna macana que yo me había mandado, pero no me acuerdo qué exactamente pasó, del por qué nos dejamos de hablar. En mi mente, está la imagen y la voz de la madre de Edu trayéndolo de la oreja una noche y metiéndolo a la casa mientras le pegaba y gritaba a tal punto de querer llorar por la bronca. Yo escuchaba todo a un costado del muro donde nos parábamos para hablarnos. Así quedó todo tenso, a Edu ya no lo dejaban salir a la noche para juntarnos en la vereda con mi primo Hernán. Más tarde cuando yo tenía la Play 1, la llevaba a casa de ellos, pero de contrabando cuando los padres no estaban. Es más, recordé que a tal hora teníamos que dejar de jugar porque los padres podían estar llegando, y así estuvimos un tiempo. Creo que una vez, llegó la madre de Sam y Edu y no omitió opinión. Ese día estábamos Hernán, Edu, Sam, Jony (vecino también que vivía al lado de la casa de ellos dos y es el hermano más grande Leonardo) y yo agarré mi Play y todos nos fuimos.
Después de habernos dejado de hablar, a los años yo empecé a juntarme con el primo más chico de ellos dos que vivía adelante, pero arriba de la casa de la abuela de ellos. Me sentía más identificado con él porque teníamos los mismos gustos con respecto a programas de televisión y superhéroes. Jugábamos mucho a interpretar personajes y armar historias ficticias. La realidad era que la madre de Sam y Edu quedó muy resentida conmigo, pero ahora no podía decir nada porque con ellos yo no tenía trato, es más, Edu se sentía raro porque ya no hablaba con él y a veces se acercaba al patio donde nosotros estábamos jugando. Con el primito de ellos pasó que nos dejábamos de hablar, y al tiempo nos volvíamos a hablar. Hasta que al año siguiente ya nos habíamos distanciado porque yo había empezado la secundaria y era todo diferente para mí, un mundo nuevo. Ya Sam cuando cumplió los 18 años lo mandaron a Prefectura, cosa que
después mi primo Hernán y mi otro primo, uno de los hermano más grande
de Selene, hicieron también; por lo tanto, Sam ya no estaba tanto en
casa de ellos. Todo esto fue tiempo previo a la re-aparición de Naim en mi vida, cuando él y mis dos primas vivían con la madre. Con Vanina manteníamos el saludo cuando la cruzaba en la calle, por suerte eso nunca fue problema y a mí me agradaba porque fuimos vecinos de toda la vida. Con Edu lo mismo ahora que somos grandes, yo me mudé y no los veo ahora.
Esta vez, le insistí a mis viejos contándole la verdad: queria ver a Joan y el 25 de diciembre podíamos ir a esas termas, lo cual ellos querían ir a otra, pero era la única manera de verme con Joan aunque debía presentárselo a mis viejos. Al llegar, esperé a Joan afuera y nos fuimos para ese mismo descampado al que habíamos ido hace dos años, y me cogió un poco y se la chupé. Después entramos y estuvimos con mis papás y mi hermana. Por suerte, todo lindo. Joan estaba incómodo porque había un vecino de él que lo conocía y seguramente iba a contar que lo vio con "un chico", pero bueno. Él se rindió y dijo que si su ex novio tenía que enterarse y separarse, que era la mejor oportunidad. Con él pasé toda la tarde, desde meternos en las piscinas, pasear por la parte del fondo y hasta alejarnos un poco de mi familia para acostarnos al aire libre. Cuando fuimos a la parte del fondo, nos sacamos fotos mientras yo tenía mi cabeza sobre su bulto y eso nos calentó a los dos. Fuimos al kiosco y algo me molestó ya que él vio entrar a un chabón al baño y Joan me dijo que iba al baño, cosa que me llamó mucho la atención. Para no pensar mal, esperé un minuto y después entré, y justo el chabón se estaba cerrando la bragueta, pero Joan estaba el el mingitorio seguramente mirando. Joan piensa que eso es novedoso allá, pero acá en Bs. As. eso es moneda corriente y yo tengo demasiada experiencia en eso. Al irnos, nos despedimos y él se quedó ahí más tiempo. Siempre estuve confundido con él porque Joan quería más ser novios y yo "podemos estar juntos, pero no ser novios ortodoxos donde convivimos y ya formamos familia". No, en absoluto. Y esa parte es la que no entiendió él. Mi hermana me preguntó frente a mis viejos cuando volvíamos en auto en dónde había conocido a Joan, a lo que la miré y le contesté "queti". Creo que ellos saben que yo soy súper reservado y de esas cosas no hablo.
Sucedieron otras cosas hasta principios de Enero que las voy a ir contando, pero yo me cansé de Joan porque me comentaba todo, quería que le hablara 24hs en whatsapp como si fuésemos novios, pero esos novios chapados a la antigua. Mensajes como "hola mi amor", "te extraño, cielo", "¿por qué no me hablaste hoy?". No me gustaba. Es más, yendo a la casa de Elías por su cumpleaños, subí a IG una captura de las notificaciones de Grindr que me llegaban y él me respondió diciendo:
-Ah, eso es lo que querías, ¿no? - Como si yo no tuviera libertad o lo desplacé a él por esto. Cualquiera. Me cayó mal y dejé de seguirlo y lo bloqueé de todos lados. una lástima, aunque es su pensamiento por vivir en un pueblo quizás.
F.A.M.