Fines de 2012 y principios de 2013 marcaron lo que sería el incio de la segunda etapa sexual de mi vida porque, después del show de Madonna y mi posterior ruptura con Joel, inicié una serie de sucesos que nunca pensé vivirlos. Hasta el día de hoy, me sigo sorprendiendo de los caminos por donde el destino me llevó y quién sabe a donde me llevarán. Quien sí me agregó a Facebook fue Santiago, con quien primeramente
intercambié algunas palabras por chat: me dijo que me buscó para
saludarme al final del recital y que me fui sin darle importancia a él. Además me dijo que su solicitud no era la que yo seguramente esperaba.
Tenía razón, se ve que sabía cuál había sido mi situación en la fecha
del recital de Madonna que compartimos. Entre otras, le conté que estaba de vacaciones y me dijo que quería que nos juntemos un día para charlar de la vida. Santiago me decía que yo le había caído bien y que le gustó haberme conocido. También me contó que es diseñador gráfico, que está en pareja y ambos viven en uno de los complejos privados más caros de zona norte del Gran Buenos Aires. Me dijo que me iba a sugerir el facebook de su novio para que lo conociera también. No sé a donde quería llegar Santiago con todo esto, muy turbio. Pero no estaba mal dejarlo expresarse, a mí me parecía raro tanta dulzura.
Por otra parte, David me había contado que era Abogado y que trabajaba para un partido político, que vivía solo en un departamento cerca del Palacio de Tribunales en Capital Federal. Ups casualidad: mi facultad estaba cerca. Tenía dos perras como mascota, y sus amigos eran todo para él. Noté, además, que tenía cierto complejo de superioridad por su estatus social, en otras palabras, se mandaba la parte porque tenía plata. Una tarde habíamos arreglado para vernos, había pasado 3 semanas desde que lo conocí y nunca más nos volvimos a ver porque yo había estado en pareja. Aparte, el recital de Madonna me había tenido en otro mundo durante una semana. Mientras hablábamos por whatsapp me dijo que tenía muchas ganas de estar conmigo, que tomemos algo en su casa, aunque yo ya sabía lo que él quería que yo tomara. Entonces acordamos para encontrarnos en Callao y Corrientes, a 3 cuadras de su casa y, como yo frecuentaba mucho esa zona, acepté. A un determinado horario nos encontramos. David no era para nada feo, pero no era parecido a mi chico ideal, esa noción es un tanto compleja para mi gusto: yo
me guío más por el instinto físico; soy muy materialista. A veces cuando pienso
en esas condiciones, me doy cuenta que los sentimientos me importan poco y
suelo ser frío con las personas que no cumplen ciertos requisitos. Por ejemplo:
- Mi chico ideal no es afeminado, esa es una de las características que
colapsan en el ambiente gay.
- Él debe dar el paso. Soy tímido y, a veces, hasta me
pone de mal humor el histerisqueo y las vueltas.
- No debe ignorarme porque es lo
peor que me pueden hacer.
- Tener ojos claros. No permitiría enamorarme de alguien que
no cumpla ese requisito.
- Rubio y que sea no tan musculoso.
- Lindo y alto, mayor
a mí generalmente.
De hecho, David cumplía con algunas de esas condiciones, y el cómo se vestía lo hacía un chico más lindo, pero definitivamente no. Era un garch & go. Recuerdo esa primera vez que me pasó a buscar a la tarde: yo muy nervioso porque era la segunda vez que lo veía. Era lógico que íbamos a cojer aunque sólo un rato, después a la noche me volvía a mi casa. Me habló de él hasta que subimos al edificio y abrió la puerta de su departamento, pasamos y me senté en el sillón. Me presentó a sus bebés: sus mascotas que me estuvieron saltando desde que llegué hasta que me fui. Me ofreció algo para tomar mientras mirábamos televisión y hablábamos, yo no sentía el momento adecuado como para besarlo, por eso no di el paso yo. Lo dio él cuando ya nos habíamos desinhibido. Me dio un beso y nos empezamos a comer la boca, estuvimos un buen rato en el sillón hasta que yo terminé acostado ahí y metiéndonos manos, yo le toqué su bulto y él mi culo. Pasó un tiempo y me dijo "Vení" y me llevó a la cama. Primero, como siempre, empezamos a franelear, a besarnos, a tocarnos, a frotar nuestros cuerpos y después a desvestirnos. Ambos nos quedamos en bóxer para calentar más el clima y seguimos besándonos hasta que nuestras manos iban llegando al objetivo: yo su pija y él mi culo. Le metí la mano por adentro del bóxer y empecé a pajearlo mientras nos seguíamos besando, lentamente se la empecé a sacar, y él a apretarme las nalgas.
Ya la tenía al descubierto y me sorprendí al ver un buen pedazo de pija, rápidamente me pasó su pija por mi boca y ahí nomas se la agarré y se la chupé, toda la cabeza, todo el tronco y me la llevaba hasta el fondo:
-Wow, cómo la chupas, me encanta - Seguí haciéndolo hasta que me metió unos dedos y, aunque no me gustaba me dejé, se levantó, sacó unos forros que tenía por ahí y se lo puso.
-A ver, date vuelta - Me dijo y yo me acosté boca abajo en su cama. Se sentó casi arriba de mis nalgas y jugó pasando su pija por mi agujerito, eso le gustó. Después apoyó su cabeza sobre mi culo e hizo un primer esfuerzo de ponérmela, al principio despacito y después empezó con lo movimientos moderados. Yo me atiné a disfrutar y a gemir un poco porque su pija era de tamaño normal, ni tan grande, ni tan chica. Siguió metiéndomela un buen rato hasta que me dijo que cambiara de pose, esta vez me puse de costado y el también, me levantó la pierna y él siguió con su trabajo.
No había intenciones de que fuera a acabar por parte de él, pero en un momento me preguntó:
-¿Dónde la querés? -Y yo goloso le respondí "En la boca" Por eso me la sacó, y se empezó a pajear hasta que me acabó en toda la cara, gimió un buen rato hasta que se recuperó del orgasmo - Estuvo buenísimo, me gusta mucho tu culo - Se levantó de la cama y me alcanzó algo para que pueda limpiarme, nos vestimos y estuvimos hablando un ratito más hasta que era hora de irme. No me acuerdo si él tenía cosas que hacer y por eso me fui a la noche, la cosa que era la primera vez que andaba por esa parte de la ciudad de noche. Y eso que hacía un año que frecuentaba esa zona todos los días porque mi facultad quedaba cerca. Salimos juntos del departamento con sus mascotas porque de paso, las iba a pasear y caminamos juntos hasta Av. Córdoba y Callao. Ahí nos despedimos porque él se iba a la casa de una amiga que vivía cerca y yo a tomarme el colectivo para volver a mi casa. Eran casi las 22:30 y mientras yo iba en un colectivo lleno, recibo un mensaje de Alejo preguntándome cómo estaba y qué estaba haciendo. Lógicamente, no le dije que terminaba de cojer con un pibe, sino que estaba en mi casa. Sin embargo, al instante, me llega un mensaje de David y me dice que la pasó muy bien conmigo y que le gustó demasiado, que estaría bueno volvernos a ver. Frente a esa propuesta le dije que si, yo estaba dispuesto siempre y cuando él quisiera. Por otra parte, a Alejo lo dejé medio colgado en la conversación; no obstante, fue él quien estuvo presente cuando rompí con Joel y estuvo haciéndome compañía cuando no tenía con quien hablar por celular. Tengo que admitir que seguí siendo malo con él.
Mientras tanto, él me contaba que la madre al parecer nos vio en la televisión en el recital de Madonna porque había muchas cámaras dando vueltas; yo me sorprendí y le dije:
-¿Qué? ¿Cómo que nos vio tu mamá en el recital de Madonna? ¿Nos vio juntos cuando estábamos en la fila?
-No, mi madre vio la situación general del recital, no a nosotros específicamente. Durante esos días post-show hablé mucho con Alejo; y no sé por qué lo conmoví afectivamente. Parecía un tipo que no se enamoraba fácilmente y, mucho tiempo después, me di cuenta que yo estaba en lo correcto. Entre esos tantos planes que armamos para vernos y fracasaron, el que sí se cumplió fue el de estar juntos un sábado por la tarde: él con su auto me iba a pasar a buscar por Liniers e íbamos a sacarnos las ganas porque eso era lo que necesitábamos. Con lo que yo no contaba era que la noche anterior David me iba a ofrecer ir a su casa a tomar algo; y yo acepté. Eso habrá sido a la semana del show, pocos días antes de Navidad y yo todavía no había cortado con Joel... no sé si habré sido una puta pero yo me dejé llevar, y dejaba también que él destino jugara conmigo. Yo no buscaba las cosas, ellas venían a mí.
David quería que yo me quedara a dormir en su casa, pero ups casualidad, justo una amiga se había quedado a dormir en su departamento ya que, a la madrugada, tenía que irse a trabajar. Pero el boludo me lo dijo cuando yo ya estaba con él. Lo primero que pensé fue "¿para qué me invitó si no vamos a poder hacer nada con total libertad?" Pero bueno, eran las reglas. En su monoambiente tenía una cama en el living que funcionaba como auxiliar de su somier de 2 plazas (donde estaba durmiendo su amiga); por ende, cuando me pasó a buscar y entramos a su depto, estaba todo oscuro y sólo la TV encendida:
-Una amiga está durmiendo porque ahora dentro de un rato entra a trabajar en Amérika - Supuse que era esa chica que se acercó y me hizo la segunda con él aquella primera vez que lo vi. Nosotros nos besamos y, al instante, me dijo que me ponga cómodo, él se acostó en esa cama e hizo zapping en la TV para encontrar algo bueno para ver: Masacre de Texas: algo no tan lindo, pero sí para que nos agarrara miedito y estemos abrazaditos. Obvio que me fui acercando a él lentamente. Primero estuve en su sillón hasta que me invitó a pasar a la cama así hacíamos cucharita y nos besábamos algo así como una pareja. Todo esto mientras su amiga dormía, y adelanto, durmió toda la noche. Me había prestado ropa de él para que me cambiara y me sintiera más aliviado - es que yo siempre ando bien vestido -, entonces me acosté a su lado y así era más fácil sentir su bulto cuando me apoyaba y él, de meterme fácilmente su mano por debajo de ese shortcito de fútbol que yo tenía puesto.

Empezó con movimiento suaves, roces y más roces entre nosotros hasta que decidimos apagar la TV y quedarnos a oscuras. Entonces mientras, estábamos tapados, me bajó el shortcito y él se bajó el suyo y me pasaba la pija por mi culo, así estuvo 10 segundos y ya se le puso al palo, se le había re parado. Me pide que se la chupe, entonces bajé adentro de las sábanas y empecé a chuparle la pija durante un tiempo muy largo, me acuerdo que tenía la boca llena de la saliva y a cada rato tenía que tragar poque sino, no podía chupársela. Otra vez me se acerca y me dice al oído "La chupás como los dioses, me encanta" Seguí chupándosela a David hasta que se le dejé la pija bien lubricada, y me quería cojer. No teníamos que hacer ruido, no sé como iba a hacer para no gritar, al principio cuando me la meten me duele y necesito gritar al menos; así que, me tapó la boca y empezó a metérmela despacito hasta que metió toda su pija hasta el fondo. Me empezó a cojer bien despacito, pero no sé por qué me apareció de repente esa sensación de escape. Tengo que afirmar que no soy un puto super-dotado y tengo ese maldito problema como muchos: no sé si es algo psicológico pero desde que dejé pasar esos 2 años sin tener relaciones sexuales seguidas, me apareció ese síntoma de escape, a veces es mi imaginación, a veces lo siento y es verdad que hay pequeño escape pero nunca algo grave.
Es más, la primera vez que me vi con David sin querer le manché la frazada de su cama blanca, pero no me dijo nada. Mucho no pudimos hacer, yo me dejé cojer, obvio hasta que llegó un momento y le dije que mejor me acabara en la boca porque mucho no aguantaba. Él no tuvo problemas, y mientras yo estaba acostado, puso si pija encima de mi cara y empezó a pajearse hasta que me lecheó toda la boca. Trajo mucho papel para limpiarnos, y después decidimos que era hora de dormirnos porque ya era tarde. Dormimos casi abrazados uno al otro sin darnos cuenta. Durante la madrugada escuché que su amiga se despertó pero no le vi la cara, también escuché que él le habló en un momento; sin embargo cuando ya estaba amaneciendo, pude verlo a él dormir como un angelito, y estoy seguro que él también me vio dormir a mí. Me dejé llevar y seguí durmiendo a su lado, hasta que cuando ambos coincidimos en despertarnos. Le pregunté la hora y me dijo que era mediodía. Me había zarpado porque a las 16hs tenía que estar en Liniers para verme con Alejo pero antes necesitaba pasar por mi casa y re-producirme para verlo a él. Entré al baño, me acomodé un poco y le dije que me tenía que ir, así que bajamos juntos del edificio y salimos. Me acompañó hasta la esquina, y ahí, nos despedimos.
Me acuerdo que entré en la estación Callao del subte B, me tomé el subte y, luego, un colectivo. Llegué a mi casa tipo 14hs, prácticamente ni hablé con mi familia, me bañé, me producí y le pregunté a mi mamá si lo había visto a mi papá. Como me dijo que no, a las 15hs salí hacia la parada del colectivo que me llevaba a Liniers. De repente, me llama mi papá por teléfono y me pregunta si yo lo estaba buscando para que me llevara a algún lado, le dije que sí pero iba a llegar muy temprano si él me llevaba; pero bueno, mejor llegar temprano que tarde. Acepté y me llevó a Liniers, trayecto que tardamos 20 minutos en recorrerlo. Lo despedí a mi papá y le avisé a Alejo que ya había llegado, pero él recién salía de su casa, entonces caminé por Liniers mirando vidrieras, entré a un disquería y ya que estaba me había comprado el último CD de Rihanna que no lo había obtenido antes obviamente por mi loco fanatismo por Madonna. En eso, Alejo me dice que me estaba esperando frente al bingo Ciudadela sobre Av. Rivadavia, por eso me dirigí hasta ahí. No reconocí su auto, él tuvo que hacerme señas; entonces me acerqué, me abrió la puerta de su auto y lo veo a él espléndido, con unas gafas escuchando Madonna y me grita contentísimo:
-¡Hola mi amor! - Yo me siento, cierro la puerta y le digo.
-¿Cómo estás, nene? Tanto tiempo - Y nos damos un beso... No sé que se me pasaba por la cabeza pero sentía que estaba fingiendo amor. Si bien, Alejo me gustaba y David también, no entendía qué necesidad de jugar a dos puntas aun cuando yo no tenía necesidad. Sin embargo, me sentía bien con los dos por igual. Empezamos a hablar sobre los chicos que conocimos en el recital: Renzo y Daniel, y otro chico que viajó a Córdoba para ver a Madonna en el cierre de la gira. Alejo me había contado por mensajes que estaba en depresión post-show y, por eso, él estaba sensible. Me dijo en ese momento cuál era su idea: ir al departamento de una amiga en Ramos Mejía y estar a solas. Alejo trabaja en Ramos Mejía, y además tiene auto; por ende, en 15 minutos llegamos. No era la primera vez que me iba a una ciudad lejos de mi casa o andar en auto, no era nada nuevo, lo que sí, la experiencia mientras acampábamos en River Plate creo que no la vivió nadie.

Al llegar, nos bajamos del auto y él tenía las llaves del edificio, me contó que la amiga tenía al padre internado; entonces él se ofreció a venir a su depto y darle de comer al perro, además de ver que todo esté en orden. Subimos las escaleras como si viviésemos ahí y entramos al departamento, Alejo lo primero que hizo fue jugar un poquito con el perro y alimentarlo, cosa que después se encariñó y empezó a molestarnos. Me dijo que pasemos a la habitación, él cerró la persiana y nos besamos suavemente mientras estábamos parados: la hora del reencuentro y de terminar lo que empezamos había llegado. El perro se volvió molesto y quería entrar a toda costa a la habitación y nosotros estábamos por cojer; por eso, Alejo puso algunas cosas atrás de la puerta y seguimos con lo nuestros. Me recosté en la cama y él se acostó encima de mí mientras me besaba, le toqué la pija y le dije:
-Ah bien, ya está durita
-Si, toda para vos - Entonces desabroché su pantalón y se lo saqué, dejándolo en boxer, yo hice lo mismo, me desvestí y quedamos cuerpo a cuerpo, uno encima del otro. Empecé a besarle su panza, creo que me gustó mucho él, hasta que llegué a su boxer:
-Me haces cosquillas - Me dijo él y se lo bajé, de a poquito empecé a pajearlo mientras me besaba. Me acerqué para chupársela y me metí su pija en la boca, así estuve un rato hasta que él me dice - ¿Cómo querés que te coja, de costado? - Le dije que sí, por eso me nos acercamos más y por detrás de mí empezó a empujar su pija para que entrara, pero a mí me dolía un poco. Entró solo la cabeza, y me cojió así un rato hasta que me propuso cambiar de posición porque al parecer no funcionaba - Venite arriba de mí - Me dijo y le hice caso, tomé el control yo, agarré su pija y empecé a metérmela pero me dolía mucho - ¿Qué pasa? - Me pregunto y le mentí que desde hace un tiempo tenía irritado. Cómo yo no quería que todo terminara ahí, hice un esfuerzo y entro toda, me dolió como nunca antes, pero igual dejé que me cojiera. No pasaron ni dos minutos desde que empezó a penetrarme que le pedí que paráramos porque no aguantaba más del dolor -Para mí que vos anduviste con otro - Soltó la frase y le respondí.
-Nada que ver ¿no ves que es la irritación? - Entonces me dio el ok para que sacara su pija de mi culo pero nos dimos cuenta que no salía... Sí, que no salía porque me dolía mucho, y su pija entera estaba adentro de mi culo:
-Dale boludo, sacala.
-No, pará, no puedo. Me duele muchísimo.
-Uh, ¿y que hacemos entonces, nos quedamos así? - Me reí
-Si vos querés.
-No dale, sacala que me está doliendo a mi también -
Estuvimos un rato hablando así hasta que no sé cómo me levanté un poquito y salió, haciendo un ruido como si hubiéramos descorchado un vino -Uh, mierda. Me dolió - Dijo él.
-Ay, y a mí ni te cuento.
-Pará ¿pero te hiciste encima? Hay una pérdida, y cayó sobre mi pija, boludo. Si tenías ganas de ir al baño me hubiera dicho.
-¿Qué decis, idiota? No fue eso, no ves que me re dolía.
-Bueno, andá a limpiarte.
Me chocó un poco que me haya dicho eso, pero seguí como si nada hubiera pasado y cuando terminé de limpiarme volví a la habitación.
-Acabame en la boca - Le pedí.
-¿Seguro? - Me contestó, y yo no iba a irme sin probar su leche. Por eso yo me acosté y él puso encima de mí con su pija a la altura de mi cara. Se empezó a pajear hasta que largó un suspiro muy fuerte y le vino el orgasmo, tiró toda su leche por mi cara, ojos y nariz. Quedó sosteniéndose de la pared, con sus ojos mirando para todos lados y su cuerpo temblando - Ves por qué no quería acabar en el auto, yo cuando acabo tengo los re orgasmos... ¿Vos no vas a acabar?
-Emm ¿yo? Es que no acostumbro a acabar, pero si vos querés - Era la primera vez que iba a acabar estando con alguién que no era Joel; por eso, empecé a pajearme y como yo necesito mucha inspiración, tardé pero acabé mientrás él estaba encima de mí. Después de terminar, nos levantamos de la cama y nos limpiamos con algunas sevilletas de papel que había por ahí:
-Fua boludo, mirá, me dejaste toda la pija colorada, me la estabas cortando con tu esfínter - Me dijo Alejo y me mostró la cabeza de su pija un poco colarada mientras se la lavaba sobre la mesada de la cocina.
-Bueno, perdón. La verdad que esto es algo que desde hace un tiempo me viene pasando: que no aguanto o hay un pequeño escape. Y no sé por qué es.
Entonces ahí le empecé a contar mis inicios como gay y le dije que, cuando yo tenía relaciones con mis primos, no dejaba que me penetrara, cerraba mi culo. Y él me respondió que lo que me pasaba podía ser algo psicológico que me afectó desde chico, y por eso tiendo a cerrar el esfinter inconscientemente. Al vestirnos, se toca los bolsillos y me dice - Mirá, acá tengo mi documento, vos que no creés que tengo 42 años - Me lo dio y hasta ese momento yo quería creer que eso no era cierto, pero lo que él me decía era verdad.
-Te re mantenés, hijo de puta. Ojala yo llegara con ese cuerpo a tu edad.
-Todos me dicen lo mismo. Ahora yo te pregunto algo, ¿qué pesaste cuando me viste por primera vez? ¿Quién te gustó de los que estuvimos ahí?
-Qué pregunta. Cuando te vi, ni me imaginé que ibas a tener algo conmigo, pensé que eras medio cortante, que no le dabas bola a nadie y vos estabas ahí para hacer tu fila y listo porque yo sí soy forro, generalmente a mí me cuesta relacionarme con las personas porque soy una persona fría y no doy bolilla a nadie si es que no me hablan. Y a mí me gustaste vos, tonto. ¿Qué pensaste cuando me viste?

-Al principio no sabía de dónde habías salido, en la primera fecha no te vi más desde que entramos al estadio. Por eso, me sorprendí cuando te volví a encontrar en la segunda fecha, entonces te saludé. Después a la noche cuando vos estabas haciendo la fila más atrás, pasé por al lado de vos y te toqué el pelo porque me parecías un chico lindo. Y a mí también me gustaste vos, me gustaron esos ojos que se pusieron amarillos ese día de la primera fecha, yo pensé que tenías lentes de contacto, por eso te pregunté. Me encantaron - Tras acomodar el depto y verificar que todo estaba en orden, era hora de volver. Nos fuimos, subimos al auto y Alejo me llevó de vuelta hasta Liniers, dónde nos despedimos deseando encontrarnos alguna vez.
F.A.M