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lunes, diciembre 27, 2021

#99 - Vívelo

Al llegar después del viaje a Mendoza, tenía que acomodar mi habitación y, sobre todo, asistir a estudiar y adelantar cosas de trabajo. Eso sí que no se iba a hacer solo por más que yo anduviese de vacaciones. Andrés llegó el miércoles a Buenos Aires y fue a buscarlo Ricky, llegó por la mañana, así que se instaló en la casa del antiguo chongo en Lanús Este. Sin embargo, ese mismísimo día, Andrés empezó a publicar en Facebook que quería salir a toda costa, a Jolie. Yo tenía que cursar al día siguiente, pero me arriesgué. Fuimos y la pasamos muy bien, yo todavía me seguía sintiendo raro con Andrés nuevamente, él se soltó en la Jolie, comimos algodón de azúcar y tomamos algo tranqui. Lo más raro de todo esto fue que estaba Andrea Rincón (ex Gran Hermano) y Alejandro, no estaban juntos, sino que asistieron ese mismo día. Andrés decía:

-Esa es la Rincón, es la Rincón - Y nosotros le contestábamos.

-No, nada que ver. Es re enana esa - En un momento, ella pasa por al lado de nosotros y yo le digo.

-¡Andrea! - Ella voltea y nos saluda. Yo quedé anonadado. El finde siguiente salimos a Plop y Puerca, en la Plop fuimos nosotros tres nada más. Ricky iba a buscar a Andrés a la estación Lanús, de ahí, iban a Puente La Noria a buscarme para ir hasta la Estación Lynch y, por último, tren a Lacroze. Elías ya había conocido a Andrés en una de estas salidas, al principio le chocaba la personalidad tan libertina, por eso, no entraba tanto en confianza. El tema era que Damián había desaparecido, a bailar no estaba saliendo y hablaba muy poco en el grupo de Whatsapp. Después, con el tiempo, nos enteramos que estaba intentando volver con el ex novio, sin embargo, la joda lo podía más. A fines de abril, él apareció. Las salidas de mayo fueron similares, todos los viernes y sábado salíamos a bailar, reirnos y tomar sin parar. Mateo venía cada tanto porque, como comenté, no le gustaba salir a bailar y, según Andrés, Mateo andaba chongueando. Lo que sí, siempre se ponía celoso y tiraba comentarios como "no me inviten, eh, está todo bien". Cuando Andrés y Damián se conocieron, andaban como perros alzados, se abrazaban, se daban piquitos, había mucha tensión sexual y eso que estábamos en la fila para entrar a bailar. No me acuerdo si adentro ellos hicieron algo, pero las primeras salidas a bailar con ellos eran así: Andrés le levantaba la remera a Damián, se tocaban, etc. Papelón.

Cada tanto, hacía mi descargo o "evaluación" de lo que me venía pasando en la vida. Como si fuesen reflexiones que me ayudaban a seguir, desahogar de una forma sincera y discreta. Nuevamente había referencias a Martín (Tincho) porque pensaba que no existía ser más perfecto que él:
 
 

Sé que ponerme a pensar lo que pasó tiempo atrás no es bueno, pero es imposible no recordar cómo me sentía durante estos primeros días de Mayo hace algunos años:
Si miró un poco atrás, no tanto, cuando inicié mi nueva vida en 2011, yo cumplía 1 año en mi trabajo y resolvía estabilidad laboral.Aunque lo que más me afectó fue en 2012, cuando mi mundo de ilusiones y proyecciones se destruyó porque la única persona que me gustaba se alejó para siempre. Y desde ahí estuve en una nebulosa durante algunos meses shockeado porque terminó lo que yo pensé que nunca me iba a pasar, y pasó rápido y con miles de sentimientos de por medio. Lo peor: en 2013, un año después me di cuenta que me había enamorado, pero enamorado en un estado tan puro que todo lo que vivía lo relacionaba con esa persona. Lo único que puedo decir es que a 2 años de esos acontecimientos, nadie pero absolutamente nadie pudo hacerme sentir igual, ni nadie lo hará, ni siquiera podrá asemejarse un poquito porque ya conocí la perfección. Lo que veo ahora son situaciones que se repiten y que conducen al mismo camino, es como si predijera el futuro. Cada día que pasa, me doy cuenta que todo pasó y que nada similar va a volver a pasar... porque perdí las esperanzas de que en este mundo haya realmente a alguien a quien le corresponda.

A todo esto, hablando de Martín, unas pares de veces hablé con Daniel Terra, ese chico que gustaba de mí y yo de él, que nos empezamos a hablar hacía casi 8 meses porque estaba en el grupo de Facundo, Mateo y otros chicos que, luego, se terminaron disolviendo. Usaba de nombre falso "Tincho" también. Según tengo entendido, Facundo los conocía porque habían armado un grupo de, en aquel entonces, una página llamada "Disponible". No habíamos tenido más contacto y, no sé si yo o él me comentó unas cosas en Facebook y hablamos al chat. Siempre me decía lo mismo: que estaba ocupado, que estaba en lo de la abuela, que no se tenía que hacer un tiempo. A mí, sinceramente, me había cansado. Lo peor de todo, era que una vez me lo crucé a Joel en el boliche, estaba triste, hasta ahí, nada raro. Me entero con el tiempo que, no sé cómo, llegó hasta el Facebook de Daniel Terra y se empiezan a hablar. Joel indagando cosas de mí.

Entre una de esas salidas de viernes, terminamos tomando Freezé en el tren Urquiza y el guarda nos saca la botella que teníamos. Ese día me acuerdo porque yo había ido maquillado muy blanco. Ricky terminó vomitando en la fila de tanto escabio que había tomado porque llegamos a la fila ese día y le convidaron vodka con jugo. De quien no me tengo que olvidar tampoco es de Agustina que estuvo viniendo a algunas salidas con nosotros. Es más, a principios de mayo salimos los dos juntos con el cumpleaños de una conocida (ahora se hizo hombre trans) que generalmente la cruzábamos en la fila de Plop/Puerca y que vivía ahí por Colegiales. Si no me equivoco, era conocida de Andrés y, a su vez, era también conocida de Agustina. No sé, lío tremendo, pero nosotros siempre la saludábamos y nos quedábamos ahí. Agustina y yo nos encontramos en Puerca mientras escabiamos con unos conocidos y, cuando abrieron la entrada a Plop, a las 1am nos fuimos para lo de esta conocida. El problema era que Agustina tenía menos GPS y no se guiaba por dónde quedaba la casa. Fuimos caminando a esa hora por Álvarez Thomas para el lado de Villa Ortúzar, pegamos la vuelta por Belgrano R, hasta que nos enviaron la dirección exacta y nada que ver. Era para el otro lado de Federico Lacroze, por la calle Crámer. 

Al llegar, estaba la cumpleañera con su novia y otro chico más que me lo había cruzado unas pares de veces, nos habíamos chapado antes y siempre había tensión sexual. La novia de esta chica desapareció y la cumpleañera se terminó besando con Agustina mientras yo me comía al otro chico porque él me buscó. Tuvimos que volver a Puerca porque ese era nuestro destino final, nunca cambiábamos el boliche por nada y nos convino porque esa noche estuvo platónico 1 (Benjamín Vicuña), Platónico 2 (uno de los dos muchachos que eran pareja y siempre iban a bailar) y Platónico 3. Con respecto a ese chico, una vez me lo chapé adentro del boliche frente a Damián y resultó que él se lo había chapado tiempo atrás. Así que Damián se enojó, pero bueno. Son cosas que suelen suceder.

Hacíamos salidas también que no estaban relacionadas con boliche ya que Anabella y Flavio no eran mucho de querer salir a bailar y menos a boliches gays, me hacía una escapada a Merlo y caminábamos y comíamos por ahí. Fue raro porque de repente, ni Andrés ni Ricky querían salir a bailar. Andrés porque no podía vivir de joda si estaba quedándose en lo de su antiguo chongo que, encima, le prestaba la casa. Y el tema de Ricky, en aquel entonces era que estaba teniendo problemas en su familia ya que había salido del closet y su papá no lo aceptaba, era un viejo cascarrabias criado a la antigua. A partir de ahí, Ricky pasó a vivir y, de paso, cuidar al lugar donde me había conseguir para dar clases. Como a mí también me venía pasando, el laburo que teníamos no nos estaba pagando en forma, por eso, Ricky estuvo varios meses comiendo pan duro con mate-cocido y, debido a eso, bajó de peso considerablemente. Luego de haber empezado a cobrar, había empezado kick-boxing habiendo bajado un poco más de peso. Sin embargo, al tiempo volvió a subirlos.

Para finalizar estas salidas a "modo de festejo", salimos a bailar un día y nos descostillamos de risa en la fila de Puerca a punto de entrar porque mencionamos que no había nada, que no estaba ni el Jeti, ni el Cuco, ni Jorge Ibáñez, ni Ricardo Fort, ni Chris Miró... todas celebridades gays que habían fallecido. Esa anécdota sigue siendo una de las más recordadas. A fines de mayo, hicimos una salida a un lugar diferente como era Amérika, nuestro increíble templo de antaño. Estábamos Ricky, Elías, Melina y yo más que seguro, y unos amigos de la chica cumpleañera que mencioné antes. De hecho, un día, a uno de ellos que era alto, Andrés lo encontró en el túnel y se la chupó. Me ganó de mano porque yo le tenía ganas, pero me parecía muy tonto y me daba a "sucio", no sé por qué. Melina, de vez en cuando, se prestaba para salir con nosotros y se descostillaba de la risa con las boludeces que decíamos. Damián ese día no quiso venir porque le parecía "lejos" ya que, desde Chacarita tenía que tomarse otro colectivo. Además, de que no le gustaba el boliche en sí. La lista de poderes que inventábamos iba creciendo a medida que nos acordábamos de situaciones graciosas.

 

F.A.M.