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domingo, abril 17, 2022

#258 - Ámate y Sálvate

Chico jugando solo
Hoy es domingo de pascuas, es un domingo raro, algo nublado, sin frío ni calor, pero silencioso, calmo. Me hace acordar a algùn que otro domingo o sábado de mi infancia donde salía a la vereda y no había nadie más que yo. Hubo un tiempo en que estuve solo donde mi prima Selene y mi primo Francisco eran los que estaban y vivían a unas 3 cuadras, aunque no siempre el padre los dejaba venir. Y entonces yo jugaba solo, creaba historias sobre Street Fighter, serie que hasta el día de hoy me encanta, iba arriba a la casa a medio construir de mi tío y ahí pasaba horas solo. Este domingo me trajo eso, paz y soledad añorada. Quizás esto lo sienta por algo que voy a contar más abajo. Hubo algo que me trastornó un poco porque, como comenté anteriormente, desde que perdí horas de laburo en agosto de 2021, quedé maquinando a mil y recién ahora que ya empezaron las clases nuevamente, vuelvo a estar enfocado y tranquilo. Estuve todo el verano sin poder disfrutar, era todo "hacer antes de que empiecen las clases" o "no, que después cuando arranquen las clases, no voy a tener tiempo para nada". Y si bien es cierto, estoy más tranquilo porque titularicé, algo que quería hacer hace mil, y estoy más estable en todo sentido.

Almuerzo familiar
Tengo una moto, y en un mes tuve que aprender a andar, a sacar registro, a ir a laburar ya que no llegaba con los horarios. Y gracias al Universo, pude. Mi primo Hernán me dio unas clases y gracias a eso pude animarme y perderle miedo, sin embargo, el miedo lo perdí desde que me lancé a andar solo por las avenidas y las calles. Eso me cambió el panorama de todo, ahora es otra cosa. No obstante, cuando nos juntamos con mi familia a almorzar, a veces no tengo ganas de ir porque pienso "voy y después que tengo que venir antes de las 18hs sino siento que perdí el domingo o que ya me tengo que preparar para el día siguiente". Me cuesta todavía despejarme de mis responsabilidades, además de que es algo que amo hacer: la docencia. Y como este finde fue largo, jueves nos juntamos con mi hermana y mi novio Kevin en lo de mi tía Edith. Me gustó y me sentí libre, el problema siempre va a ser que no nos queremos volver tan tarde porque "vivimos lejos". Mi tía vive a unas cuadras de lo que era mi antigua casa, donde ahora vive mi hermana, aunque yo ya vivo acá en Banfield me cuesta horrores tener que ir. El viernes nos juntamos en lo de mi otra tía, Linda, que vive más al fondo todavía, en aquellos terrenos que una vez tomamos con mi papá, mamá y familiares de mi papá como mi tía Ofelia y demás. Obviamente, esos terrenos se lo vendimos a mi tía Linda en 2006 porque todo había terminado mal con la familia de mi papá. Fue la primera vez que sentí calma al ir para allá, Kevin llegó más tarde por laburo y lo esperé en la parada sin miedo, cosa que siempre me daba pánico ir para allá. Entonces hoy yo preferí quedarme en mi departamento solo para procesar algunas cosas.

Banfield Oeste
Sigo sintiendo esa "magia" que conté en capítulos anteriores cuando viajo a lo de mi tía Edith o a lo de mi tía Linda. Pasar por lo que es Banfield, a unas 5 cuadras de Av. Yrigoyen me transportan a otra vida, muy difícil de explicar. Más en días así, domingos donde el movimiento de gente es menor y puedo idealizar que esos lugares por donde transito son el lugar donde yo quisiera vivir y tener mi casa. Todo lo que quiero, lo tengo. Siempre lo supe. El sábado pasado, vinieron al departamento a visitarme Selene y Rebecca después de como un mes que no nos veíamos. Y amo que siempre la relación sea la misma de hace años. Hablamos de todo un poco, esta vez, escuchamos más a Selene que hablaba de uno de sus hermanos más grandes, Sebastián, y de lo mal que todos los hermanos se llevan con él. Sabemos que la mamá de Selene (hermana de mi mamá y mis tías que recién mencioné) falleció en 1996 cuando nosotros teníamos 3 años y que su papá falleció en 2009 cuando nosotros teníamos 16 años. Según supimos de grande, fue por SIDA. Lo peor es que antes de la pandemia, el hermano mayor falleció por diabetes y otras causas. Por lo tanto, quedaron Fabio, hermano que nunca convivió con ellos por el resentimiento al padre por la muerte de la madre, Nadia, Sebastián, Selene y Francisco. 

Primos
Hablar de Sebastián me trae recuerdos muy profundos en mi memoria porque todos ellos siempre convivieron en la casa de mi abuela materna ya que, al no tener madre, mi abuela y mis tías siempre le brindaron amor. Pero Nadia y Sebastián que se llevan uno o dos años, se enojaron con mi abuela porque siempre hablaba mal del padre por la muerte de su hija; entonces ellos dejaron de ir y le tomaron rencor a mi abuela y a casi toda la familia. De Nadia tengo recuerdos vagos de aquella época 1999 o 2000 cuando venía a los de mi abuela y en la TV mirábamos programas como MuchMusic y otros donde mostraban a BackstreetBoys, Britney Spears, Christina Aguilera y demás celebridades de la época. Ahora, con Sebastián tengo otros recuerdos quizás más allegados y que, de grande, se los conté a Selene. Aclaro que ni con Nadia ni con Sebastián tuve contacto yo cuando todos crecimos, quizás un poco con Nadia ya que yo de chico iba para la casa de Selene y siempre estaba ella ahí.

Bolso con pan
Entre los recuerdos que tengo con Sebastián son cuando jugábamos al Family en casa de mi tía Linda, supongo. Y había un juego de un personaje que atacaba con tenedores y cuchillos. Juego que nunca más supe cuál era. Anteriormente, le contaba a Selene que cuando yo tenía 4 años, Sebastián que es más grande que yo, unos 3 años más, me pedía que le sacara pan a mi tío de su bolso porque el tenía hambre. Mi tío toda la vida trabajó en la panadería Las Rosas de Valentín Alsina. En ese momento yo no entendía el por qué y muchos años después entendí que él pasaba hambre y no se animaba a pedir. Entre otras situaciones, el día que Rodrigo, mi primo/sobrino tomó la comunión, yo tendría 7 años y Sebastián tendría 10 al igual que Rodrigo, en la noche todos los invitados nos juntamos en la habitación de Rodrigo y que Sebastián propuso enseñar a armar un porro. Eso jamás me lo voy a olvidar porque, yo haya tenido 7 años, recuerdo ese día que justamente con mi papá veníamos de la Panadería Las Rosas porque él le estaba haciendo unas instalaciones eléctricas al dueño. Y fuimos a lo de mi prima, madre de Rodrigo y ahí nos enteramos que le iban a festejar la comunión. Lloré tanto que me dejaron quedarme a la noche.

Videoclip de "Àmate y Sàlvate"
En 2005 apróximadamente, el grupo La Ley anuncia la separación definitiva y unas fechas en Argentina. Vi la publicidad en la TV con la canción "Ámate y Sálvate" y no sé por qué me hacía acordar a mi primo Sebastián. Como que a esa canción la había escuchado anteriormente o me llevaba a una realidad alterna. Eso que esa canción era nueva. Todo muy raro. También, algo de Tekken 3, el videojuego, se mete en mi mente y se mezcla todo. Los escenarios que tienen un gusto a noltalgia también me afectan. Claramente, mi primo está metido en la droga desde que yo tengo memoria y nunca se acercó a nuestra familia después de tomarle rencor a mi abuela. Según Selene, él ya pasó una línea donde le roba hasta a sus propios hermanos o se enfrenta con Francisco, el más chico de ellos y quien también tiene sus problemas.

Àmbar mientras dormía en su ruana y con una botellita de agua caliente
Y también estoy triste y afectado porque el sábado que pasó, que vinieron Selene y Rebecca, con Kevin fuimos a buscar a una perrita a Solano porque la habían abandonado y la queríamos tener. Sobre todo, Kevin que quería una perrita para formar una familia con el perrito que ya tenemos. Y la perrita chiquita estuvo con nosotros muy débil, apenas se paraba, apenas comía y tenía muchos parásitos. El lunes la llevamos de urgencia al veterinario, en realidad la llevó Kevin porque yo estaba trabajando. Le dieron anti-desparasitario y unas vitaminas. Así estuvo martes, miércoles y jueves. El viernes que fuimos a lo de mi tía Linda, nos volvimos y todo bien hasta ahí, la vimos que estaba durmiendo aunque muy débil. No obstante, nos tiramos un rato a dormir y cuando nos levantamos, Kevin la encontró debilitada y casi sin poder pararse. Agarré la moto y salimos de urgencia a un veterinario con la perrita en brazos. A todo esto, siempre tuvimos fe de que se iba a recuperar y que simplemente estaba así porque era chiquita y la habían abandonado. En el trayecto, Kevin contó que ella se quejaba y hasta lo miraba, que cuando llegamos ella seguía así de quejosa. Pero cuando entramos y nos sentamos a esperar un minuto a que nos antendieran, ella ya no respondía y yo le dije a Kevin que se fijara si ella respiraba.

Àmbar, que en paz descance.

Lamentablemente no se pudo hacer nada porque entró en paro unos minutos antes de que la veterinaria la atendiera. Sentí un puñal que me atravesaba el corazón porque como siempre dije, la muerte de un perrito me duele más que quizás la de un humano. La última vez que lloré con sentimiento fue cuando Kevin me reprochó cosas por Whatsapp mientras yo llegaba de laburar porque siempre se enoja y me ataca a mí porque dice que yo le hago cosas al propósito. Anterior a eso, la muerte de mi abuela me había dejado devastado, sin embargo, hice el duelo luego de enterrarla, al día siguiente. Por un momento, Kevin me dijo de tirarla a la basura porque no teníamos donde enterrarla, pero le dije que no, que podíamos enterrarla al costadito de una calle que hay al lado de las vías, acá a la vuelta, ya que es un lugar que no pasa casi gente ni autos y que, además, nos quedaba cerca para ir a visitarla. El departamento tiene vista a las vías así que siempre íbamos a estar mirándola y dos veces al día mínimo, ibamos a pasar por ahí porque tenemos que sacarlo al otro perrito a pasear. Juro que llegamos y la fuimos a enterrar con la ruana de Kevin que se la dejamos como cucha desde que ella vino en el Uber desde Solano. Como no teníamos pala, Kevin usó su tarjeta SUBE para hacer el pozo chiquito. Nos dolió un montón porque teníamos fe de que iba a salir adelante, además de que iba a crecer y estar entre nosotros. El amor que le dimos y las fotos que le sacamos quedarán eternamente grabados en nosotros dos y en el perrito que compatió tiempo con ella. Estuvo 6 días con nosotros, pero le dimo amor eterno y muchas ganas de que saliera adelante para crecer fuerte, pero no pudo. La vamos a extrañar horrores. QEPD Ámbar.

F.A.M.