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miércoles, abril 16, 2014

#81 - Sobre Esa Cosa del Amor

No podía negar que estos chicos eran geniales, y como expliqué: con muy buena onda todos, salvo Facundo que estaba un poco 'facho', pero al menos no se asombró por la idea loca de ir al sauna... lo único que faltaba después de haber ido a pasear al hipódromo con él y que me viese cojer y de yo haberlo visto arrodillarse para chupar una pija. Aunque en estos capítulos omití hablar sobre Benjamín, que nunca lo ignoré, es más, hablábamos casi todos los días como conté anteriormente. Tras aquel episodio, estuve haciendo de su psicólogo/amigo por medio del whats en el que lo ayudaba mentalmente a estar bien porque su padre lo había echado de esa casa en dónde vivía él junto a su hermana y, entonces, tuvo que buscarse un lugar donde vivir. Realmente me conmovió su historia, creo que esa fue la única razón por la cual seguí en contacto con él: no es fácil enfrentarla a tu mamá y salir del closet frente a frente, haber sufrido el abandono mental y casi físico, haber dejado sus estudios terciarios por eso mismo, etc. A la semana que pasó lo nuestro, él me contó por whatsapp que había encontrado donde vivir y que, aunque el trabajo no le de al 100%, él iba a hacer lo posible porque otra no le quedaba. Al contarme muy entusiasmado, Benjamín quería que lo fuera a visitar, y algo conté al respecto, se mudó a Pacheco, una ciudad antes que Benavídez donde vivía anteriormente. Yo le respondía evitándolo con excusas como "Estoy ocupado con mi laburo porque es cierre de año" o "Tengo los finales en la facultad" aunque yo notaba que él, realmente de corazón, quería mostrarse su progreso personal, del cual yo me sentía contento por él. Pero la verdad era que, al verlo bien al día siguiente que nos conocimos, él no me gustó mucho y, que viviera en el otro extremo, hacía que lo rechazara o, como se dice comúnmente, "que lo pateara". 


Él me decía "Hola, amor" "bonito" "mi vida" y hasta se volvía pesado que me insista en cuando lo visitaría; y tampoco daba ser malo y desaparecer de su vida de la nada porque, como persona, yo no soy así. Quizás lo que me irritaba era que confundiera los términos: me trataba como su mejor amigo e hizo mención a eso anteriormente, y a la vez como "algo más" porque hasta me celaba diciéndome "que no lo esté engañando" aunque era broma. Más allá de todo eso, yo andaba en otra, por eso postergaba todo plan que él quería hacer conmigo. Y si vamos al caso, yo sentía atracción por Daniel: su estatura de niño, sus ojos brillantes, su pelo enrulado; sin embargo, no le manifesté a ninguno de sus y mis cercanos nada al respecto. Además yo sabía que, por lo que me contaron, Daniel seguía interesado en su ex. Igual nunca me atreví a preguntarle a él sobre eso porque recién nos estábamos conociendo pero las cosas no funcionaban ya que yo necesitaba alguien que me brinde su tiempo y no que me ponga excusas como que vivía súper ocupado. Él que quiere, puede. Me cansé de estar con gente de ese tipo, yo también soy un chico full-time que trabaja y estudia; sin embargo, me hacía lugares los fines de semana para salir a bailar y hasta si encontraba a alguien con quien estar una noche durante la semana.

Un día me lo crucé a Elías en Puerca, fue un sábado pero fue a escondidas, y yo fui con Agustina. No me lo tomé a mal porque, justamente, él me contó que estaba conociéndo a un chico y que se iban a ver en algún momento. Su prima (no Anabella) fue quién la acompañó, ella con su novia. Recuerdo haber ido a la parte de arriba, al segundo piso, y lo encontré besándose con este chico. Lo abracé y lo saludé re contento pero esa noche era como si nunca nos cruzamos porque Elías estuvo por su cuenta y yo por la mía junto con Agustina. Llegó uno de los fines de semana más importante, al igual que varios de los que pasé anteriormente: se venía el primer aniversario del MDNA Tour de Madonna en Argentina: el 13 de diciembre. Cómo pasó el tiempo, voló prácticamente: lejos quedó mi relación con Alejo, a pesar de que lo tengo en facebook hasta hoy en día. Él siempre le pone "Me Gusta" a varios de mis estados y me comenta alguna que otra foto pero nunca nos volvimos a ver desde aquella vez en Plop. Lejos quedó mi vínculo con Santiago y su novio Agustín, mi loca experiencia y revoltosa separación, nunca más volví a hablarles porque los bloqueé y eliminé de todos lados. Aunque más de una vez se me pasó por la cabeza revertir todo. Y aprendí a sobrevivir estando solo y a darme cuenta de que es mejor pensar bien las cosas y, luego, hacerlas. 

Después de romper con mi ex novio Joel, extrañaba su forma pacífica de ser, su personalidad agradable conmigo y su sinceridad en el amor, esa confianza que me transmitía al estar los dos solos. Esas dos fechas (de los recitales) conllevan un significa muy especial en mi vida, son fecha que no puedo olvidar al igual que el día exacto cuando conocí al amor de mi vida: Martín. A un año, las cosas son totalmente distintas, cambiaron radicalmente y puedo decir que nada era lo mismo. Está bueno darme cuenta cómo avanzaron las cosas y dónde estoy luego de un año de situaciones que recuerdo cómo sucedieron y que me marcaron de por vida. Ahora, yo me encontraba soltero, de fiesta en fiesta, aflojando con la "promiscuidad" (si así quieren llamarlo) de los tríos e infidelidades, aunque no perdía el gusto porque había alguien que puedo llegar a decir que me gustaba: Daniel. A todo esto, ese fin de semana se haría un show en homenaje a Madonna en Amérika al cual yo iba a asistir por sobre todas la cosas... aunque algo sucedió dos días antes de esa fecha, y tiene que ver con Benjamín. Ya conté que se había vuelto pesado, que no quería abandonarlo pero que estaba confundiendo las cosas, me había invitado a su nueva casa y me insistía de que lo visitara. No era mala idea, por eso le dije que lo visitaría al principio pero que teníamos que arreglar las fechas. 

Fue así como un jueves acordamos que nos encontraríamos. Vale recalcar que lo hacía por compromiso, Benjamín no era mi tipo de chico y me había dejado de gustar al día siguiente que lo conocí. El punto de encuentro iba a ser el mismo que el de la anterior vez: el shopping Dot pero no entraríamos a pasear ni nada por el estilo porque a la hora que nos veríamos, iba a ser tarde y, segundo, porque la idea no era esa, sino estar en su nueva casa. A todo esto yo me preparé y salí, llegué al shopping primero como la anterior vez, Benjamín salió del trabajo y se vino directamente. Lo vi caminando con una sonrisa hacía mí cuando bajó del colectivo, cuando se acercó me besó como si yo fuese el novio y solamente faltaba que me tome de la mano.
-Hola amor ¿cómo estás? Al fin nos vemos de vuelta. Estoy contento
-Bien. Sí, creí que era lo mejor para vos porque no estás pasando por un buen momento - Además pensé que sería más cómodo estar con él que tiene "lugar" propio.
-Gracias, nene, en serio - Me miró y después miró para sus costados - Bueno ¿para dónde vamos?
-Supongo que para el lado de la Panamericana
-Sí, pero el colectivo no nos va a parar ahí, como la otra vez. Mejor va a ser que vayamos para el lado de Pte. Saavedra así tomamos el colectivo ahí - Si él lo decía, era porque así sería ya que él debería conocer mejor la zona que yo a pesar de que anduve una y otra vez por ahí. Ya que el colectivo no nos paraba en la Panamericana y Gral. Paz camino en reversa, hacía atrás y casi 4 cuadras antes de Pte. Saavedra, recuerdo que del otro lado de la autopista, vimos gente en una parada de colectivo.
-Ah, mirá, allá hay gente. ¿Vamos para ahí? - Acepté y para eso teníamos que cruzar por un puente peatonal, nosotros íbamos a hablando de lo que le sucedió a él. Obviamente Benjamín se sentía avergonzado, me pedía perdón por lo sucedido mientras sonreía por la vergüenza que pasó. Yo creo que todo esto se dio así porque nosotros nos apuramos; en realidad, él se apuró a vernos porque yo le dejé en claro, la primera vez, que yo no quería irme con él pero insistió e insistió. "Tener lugar" no significa lugar físico en la casa sino que además implica estar "tranquilos". 

Mientras atravesábamos el puente peatonal, Benjamín me agarra e intenta besarme y yo respondo con un rechazo explicándole que abajo de nosotros había gente que nos miraba y además nosotros debíamos ir para allá, así que no. En su caso, la insistencia es su arma, así que empezó a acercarse más a mí y decirme que él sólo quería "un beso". Por eso, cuando caminamos más adelante por el puente, llegó un momento en que la gente no nos veía, entonces sólo le di un beso que me mojó todos mis labios. Caminamos, bajamos del puente y nos acercamos a la parada mientras hablábamos más de lo mismo... el colectivo no paraba o nunca pasaba; por ende, nos tomamos otro que relativamente nos iba a dejar cerca, pero había un problema que era el mismo: él en su casa no tenía nada para comer y todo estaba cerrado. Por eso, él dijo que antes de tomar otro colectivo iríamos a pedir una pizza y una Coca-cola. Al subir, recuerdo que nos sentamos atrás de todo y fuimos hablando, al menos yo, más liberado que la anterior vez, es que ya lo conocía a Benjamín pero algo me pasó durante el viaje: primero, cambié mi punto de vista porque lo veía más a él como un amigo que como algo más y, segundo, yo no sé que hacía ahí porque no quería estarlo. Todo esto que había estado viviendo últimamente me tenía fuera de órbita y, ni siquiera, sentía nada por Benjamín. Quizás el hecho de tener un "amigo" más era lo que quería. Es muy común en el ambiente que conozcamos a una persona y nos atraiga a simple vista, pero que al conocernos nos demos cuenta que nos somos compatibles o llevarnos mejor como amigos, que vayamos perdiendo el interés de a poco, sobre todo si se tuvo relaciones sexuales casi sin conocerse. 

Durante el viaje, él me comento algo al respecto, no recuerdo si también fue la anterior vez pero me manifestó que él necesitaba un amigo varón para confiarle sus cosas y salir juntos a todos lados. El tema es que se confunden los términos muchas veces, sobre todo si existe alguna atracción entre los dos o uno de ellos. En mi caso particular, también sentí esa necesidad, la de tener un mejor amigo varón hace varios años atrás. Aunque me di cuenta que no es necesario que todos lo tengamos, entre los pakis es distinto. Entre los gays juegan en contra dos cosas: la envidia y la atracción. Descubrí que las mujeres eran ideales para ser mejores confidentes, hoy en día podía llegar a considerar que mi mejor amigo varón es Elías porque nunca nos peleamos, solo habernos alejado unos meses pero nada más. Benjamín me relató una anécdota por parte de uno de sus ex amigos, que al ser invitado a una fiesta familiar, él acaparó todas las miradas en un juego de baile y su amigo estalló en celos, tirándole encima un vaso con agua. También, veníamos hablando sobre la eterna discusión en el ambiente: confesarse frente a la familia o dejarlo ser. En ese momento me dio bronca porque él creía que era lo mejor decirle a la familia que uno es gay, aunque yo le respondí rotundamente que no. Yo no siento la necesidad y tampoco sé cómo reaccionaría tanto mi mamá como mi papá, y no se los diría por más que no haya problemas al confesarlo. Benjamín me habló sobre su primera insinuación gay, un vecino de la cuadra que lo veía siempre y se daba cuenta que era gay. Fue así como, un día, ese chico se le acercó a la casa y su mamá lo atendió. Pidió hablar con Benjamín, supuestamente un "amigo" y, cuando él salió, se encontró con este chico. Entonces, se empezaron a hablar pero él no dejó de sorprenderse cómo ese vecino tomó coraje y se las ingenió para hablarle. 

A mitad del viaje a su casa, me confesó algo que me cayo fatal: "andaba en algo" con un chico, que se hablaba seguido con un chico que era de Salta pero que había estado en Buenos Aires o que era de Salta e iba a venir a Baires, no recuerdo pero algo así me dijo. Mi cara de ese momento fue muy mala y él se dio cuenta:
-Bueno, igual no pasa ni pasó nada, somos amigos. Aparte como vos dijiste, entre nosotros tampoco hay nada, vos sos libre de hacer lo que querés y estar con quién quieras como seguramente lo estás haciendo - Lo que me dio bronca fue el hecho que me esté atrás y diciendo cosas porque yo le parecía lindo pero también se estaba chamuyando a otros chicos.
-Disculpame pero estás equivocado, yo no ando atrás de nadie, yo no me chamuyo a cualquiera - Le respondí un poco enojado porque era verdad, en ningún momento yo andaba con alguien más. Que me guste otra persona es otra cosa y, es más, ni siquiera le hablaba.

Tras casi una hora de viaje todo por Panamericana, entramos a un barrio a la altura de Pacheco y él me dijo que era hora de bajarnos.  Bajamos en una estación de servicio ya que íbamos a comprar algo para comer. Estaba todo descampado y encima hacía frío. Recuerdo que cruzamos la autopista porque no sé a dónde quería ir él pero después la volvimos a cruzar, y empezamos a caminar. Benjamín me aclaró que debíamos caminar muchísimas cuadras y hasta me ofreció tomarnos otro colectivo. El tema es que a mi no me gusta gastar plata porque sí, hubiéramos esperado otro colectivo en Pte. Saavedra. Yo me sentía que no era yo el que estaba ahí, me sentía fuera de mi persona, que no sé por qué estaba ahí y con qué necesidad me fui tan lejos de mi casa. Si algo sucediera esa noche, iba a estar a 3 horas de mi casa sin saber cómo volver porque estaba en una ciudad a la que nunca volvería pero por el hecho que no tuviera necesidad de volver. Si bien, yo he estado en Nordelta que es la ciudad siguiente hacia el norte y Don Torcuato que limita al sureste, esta ciudad me parecía más lejos que todas. Cuando debía ir a Nordelta, Santiago me pasaba a buscar en Tigre a donde yo llegaba con un solo colectivo (o colectivo + tren), y a Don Torcuato llegaba a casa de Patricio con un colectivo + tren. En cambio, para ir a Pacheco me tomé dos colectivos que tardé casi 3 horas, y encima era un lío para combinar con el segundo. En fin, a Benjamín le contesté que era mejor ir caminando a su nueva casa y que yo no tenía problema. Recuerdo que caminamos y caminamos, mientras tanto él me iba hablando de cosas y cosas que no recuerdo, pero sí yo le advertí acerca de mi personalidad para no provocarle una desilusión como me suele pasar siempre:
-Eso sí, mirá que yo soy un poco raro. Tengo que decirte que a mí realmente no me gustan los hombres. No, a ver, ¿cómo te puedo explicar? No me gusta cualquier hombre, a eso voy. No puedo enamorarme de ellos - Quizás era más una excusa aunque, en parte, cierta. Parece que él me creyó eso de que a mí no me gusta cualquier hombre, sino que debe contar con algunos rasgos físicos. En ese tramo, seguramente Benjamín me besó, aunque sea un 'pico'. 

Paramos en una pizzería y acordamos comprarla para comer cuando lleguemos al igual que una gaseosa, ahí estuvimos esperando y, algo con respecto al mundo homosexual estuvimos hablando. Hablábamos en voz casi baja porque no había casi nadie en el lugar ni en la calle ya que era alrededor de la 1am un jueves por la noche:
-¿Podríamos comprar helado de postre, no? - Me preguntó Benjamín.
-Sí, estaría bueno - Díganme si eso no es típico de pareja, el de llevar cosas agradables para compartir cuando lleguemos a casa. Me parecía que las cosas se me estaban yendo de las manos, tenía que frenarlas un poco porque los términos se confundían - Tomá, pagá al menos la pizza - Le dije y le di mis únicos $50 que llevaba
-No, está bien, no te hagas problema. Yo pago - Me respondió él.
-Pagá, en serio, tomá - Le dije hasta que él aceptó. Yo no quiero tener problemas a futuro cuando todo se termine donde me echen en cara cosas de este tipo. Por suerte con Joel, mi ex novio, íbamos 'a media' en todo y evitábamos problemas de plata. Los gustos de helado los elegimos entre los dos. Tras comprar seguimos caminando por mucho tiempo, cruzamos la plaza de Pacheco, un hermoso y grande espacio verde el cual me hubiera gustado visitar de día y, es más, también cruzamos las vías del tren y le pregunté si ese era el que salía de Ballester o de Victoria ya que me especializo en trenes pero como por esa zona nunca había estado, tenía dudas. Mientras cruzábamos las vías totalmente desoladas, ya que los autos pasaban por un puente, vimos dos muchachos en bicicleta, pensé que nos robarían pero gracias a mi Dios aparte no, me puse nervioso pero bueno, supuse que Benjamín conocía la zona:
-¿Falta mucho para llegar? - Le pregunté después de haber caminado como 30 cuadras.
-Por eso, te dije que íbamos a tener que caminar bastante. Ahora a 5 cuadras nos podemos tomar el 60 u otros colectivos que nos van a dejar cerca - Fue así como llegamos a la parada, totalmente solitaria, eran ya como las 2am y nosotros no habíamos llegado a casa, encima la pizza se nos habría enfriado y el helado derretido. 

El tiempo pasaba, nosotros ya nos habíamos quedado sin temas para hablar, sólo teníamos frío y ganas de llegar porque al final, iría a conocer su nueva casa y lo único que hicimos fue caminar y caminar. En un local a metros de ahí, había cada cara que ni ganas de quedarnos, ningún colectivo aparecía a esa hora:
-¿Querés que vayamos en remis? Es cerca, no más de 30 cuadras - Si no me equivoco, rechacé su propuesta porque teníamos fe de que el colectivo aparecería pero tras varios minutos más de espera, caminamos hasta la vuelta de la parada y nos tomamos un remis hasta su casa. El viaje fue "cómodo", el auto retomó esa vía que habíamos cruzado anteriormente, todo por una calle paralela y después entró a un barrio donde a dos cuadras de la vía, nos bajamos. 

Entramos y nos dirigimos a una casa, él abrió la puerta y rápidamente la cerramos. Por fin habíamos llegado, su nueva casa era mejor, Benjamín se lo merecía porque era un buen chico a pesar de que eso lo tuviera que mantener sólo él. Era algo así como un monoambiente, pero con bastante lugar, tenía su cama a metros de la puerta, y la mesa con las sillas en el centro de la casa. Lo primero que hizo él fue encender la estufa y después abrimos la caja de pizza para comer, al igual que la gaseosa, y el helado lo guardó para después. Nos sentamos enfrentados y comíamos, Benjamín me habrá dicho cosas lindas en ese momento, exactamente no recuerdo (y eso que pasó hace 4 meses nada más), lo único que sé es que yo tenía sueño y me sentía muy raro. Él no le dio mucha importancia a la pizza, sólo tomó unos tragos de gaseosa y se dispersó por la casa. Acomodó su ropa que andaba tirada por ahí:
-Disculpa pero soy un poco desordenado, bah, en realidad es que no tengo tiempo - Me dijo mientras yo seguía sentado comiendo. Siempre me pasa lo mismo, me quedo con hambre pero no como por el desinterés de la otra persona.
-Ah, che ¿tenés mis llaves y mis auriculares de aquella vez que se me cayeron en tu casa? - Le pregunté, y él inmediatamente se acerca a un bolso que tenía por ahí, los busca y me los da en la mano. Ese auricular no era el que oy había perdido, pero bueno, no le iba a decir nada. Una vez que él preparó la cama, me hice el tonto y le tiré la indirecta que yo tenía sueño. Benjamín amablemente me dijo que nos acostemos, me prestó un short para ponérmelo. Al final, terminamos los dos hablando en su cama, recuerdo que yo le recalqué una y otra vez de lo complicado que soy en el amor, de las malas experiencias que tuve, pero todo era para que él no se enganche conmigo porque yo no quería nada con él. 

La conversación nos fue llevando por ramas que ni yo me daba cuenta, porque cuando empiezo a hablar de mis cosas personales, hablo y hablo: supongo que, por lo que terminamos hablando, el tema de inicio fue la geografía, el hecho de que él viva demasiado lejos para mí y para todos. Me atreví a contarle, como amigo, que yo había estado en Nordelta casí a principios de año. Si amigos era lo que Benjamín quería que fuésemos, entonces le pedí su consejo si lo que yo había vivenciado y por lo que había pasado estuve bien o mal:
-No sé, mi primera vez fue con 2 chicos, o sea hice trío en mi primera vez como hombre. O sea, yo ya sabía que era gay pero nunca había estado con chicos, hasta que cuando entré al ambiente, hace poco, unos 4 meses. Mi primera relación sexual fue con dos a la vez - Yo lo quedé mirando, era verdad eso de que hacía unos 6 meses como mucho que se había inicializado en el ambiente. ¡Pero qué cosa, che! Yo me había inicializado hacía casi 2 años. Y qué suerte de haber hecho trío la primera vez. Bah, "suerte" digo yo aunque eso me hacía dar cuenta de cómo era Benjamín, por más que no lo aparentara - Ah, hey, está el helado en el freezer ¿querés?
-Emm, bueno dale - Le respondí y él se levantó a servir helado para los dos. Yo me puse de costado en la cama y, mientras comía, seguíamos hablando.
-¿Ves? Yo necesito alguien con quién hablar de estas cosas, yo siento que vos realmente me entendés porque en parte pasás las mismas cosas que yo. Siento que además vos sos muy buenito, no tenés maldad - Justamente eso era lo que yo siempre intento hacer: llevarme bien con todos. 

Al terminar con el postre, recuerdo que nos volvimos a acostar y salió el tema de Tony, eso por relatarle a Benjamín que hacía 3 meses andaba "en algo" con un muchacho de Béccar. Él quiso que apaguemos las luces así estuviésemos "mejor", por eso nos quedamos charlando a oscuras. Le conté todo: cómo, cuándo y dónde lo conocí a Tony hasta que nos alejamos:
-Sinceramente, si todo se hubiera dado de otra forma, yo iba a terminar en pareja con él pero este muchacho sólo quería cojer, o sea le interesaba el cuerpo masculino. Igual fue sincero y me lo dijo de entrada, la primera vez que íbamos a cojer dijo que "no quería que le haga el amor, que no involucre sentimientos porque sino yo se la bajaba". El tema es que a mí eso no me iba porque inconscientemente siempre involucro algún tipo de sentimiento, al menos en el momento de cojer. Una vez me shockeó porque, a la semana que nos vimos, me dijo que yo no era su tipo, sino el de su amigo.
-Ah, pero qué hijo de puta. ¿Y vos qué le dijiste?
-Yo salté y le pregunté "entonces qué hago acá" Fue así como intentamos ser algo pero nunca definimos. Otra situación que me acuerdo fue cuando me celaba diciendo que yo andaba con otros, y que si si eso era así, que no había problema, que lo llevara así hacíamos trío, o de última que le avisara y que él conseguiría a alguien. Claro, era tantas las veces que me lo repetía que yo lo interpreté como más allá de una broma. Y una vez hablando por teléfono, le dije que "aceptaba su propuesta"... para qué, no sabés cómo se enojó y me dijo de todo. Lo malo fue que ese día él estaba reunido con sus amigos, seguro que se lo contó a ellos y yo habré quedado como la trola número uno. Pensé que quería hacer como los chicos estos de acá, de Nordelta que te conté. Él siempre me decía que si yo quería salir, que vaya a bailar con mis amigos, que él no tenía problemas. El tema que yo prefería quedarme con él a que salir con mis amigos. El 'chabón' tenía la re plata, auto, casa de lujo, tenía dos baños en la casa aunque a mí eso no me importaba... ah, y hablando de baños. A ver, ¿cómo te explico? Esto es algo que nunca se lo dije a nadie pero, porque en parte, nadie sabía que yo salgo con él. Salvo Agustina, una amiga que estuvo el día que lo conocí.

-Ok, contame, sabés que entre nosotros ya hay confianza, no pasa nada - Asintió Benjamín.
-Mis amigos cercanos nunca vieron una foto de él ni nada, sabían que yo andaba en algo "serio" si se puede llamar así, que él era de zona norte y tenía plata, nada más. Un día mientras merendábamos, antes de ir a un evento de su círculo íntimo de conocidos, me reveló una verdad que, al principio, me dejó perplejo pero nada más. Creo que yo ya estoy acostumbrado a lo raro. Él me dijo que era psicólogo, que tenía un consultorio en su casa y que atendía gente importante y demás, eso era mentira. En realidad, me contó que él era una especie de curandero que tenía la capacidad de curar a la gente y ayudarla con sus problemas, un brujo digamos. Cuando me contó eso me quedé un poco pensativo, helado, pero lo acepté rápidamente porque tuvo la confianza de decírmelo y, según él, yo era la primera persona que no formaba parte de su círculo íntimo que él se lo decía. Algo así me pasó cuando me confesó que tenía un hijo de 10 años... Él tenía cámara de seguridad en su casa por un tema de que su papá, que está muerto, era comisario y dejó una herencia que se peleó con toda su familia para quedársela él, según deduje yo. ¿Y qué tiene que ver esto con el baño? Me acuerdo un día, una tarde que íbamos a salir a pasear... resulta que yo me metí al baño y entré a maquillarme, sí, así es, me maquillo con un poco de base y me arqueo las pestañas; entonces yo generalmente hablo en voz baja en inglés cuando estoy solo, y como las paredes del baño eran de espejos, me miraba y me hablaba a mí mismo. Cuando salí, él me pregunta medio enojado "tanto tardabas, ¿y por qué hablabas inglés? Yo lo miré de repente pero me hice el tonto. No sé si también tenía cámaras en el baño o realmente adivinó lo que yo estaba haciendo. Eso no es nada, una noche que salimos a otro evento, yo me la había pasado la tarde en su habitación y, cuando íbamos a salir, él me dice "No te asustes por lo que hay en la cocina, es parte de mi trabajo. Es algo urgente por una nena que tiene algunos problemas, me llamaron de urgencia" Fue así que cuando salimos, vi velas encendidas, la foto de una chica y una olla, no me acuerdo con qué.
-¿En serio, boludo? Pero qué flash, que raro todo, es muy de película. ¿Cómo hiciste para no asustarte ni nada por el estilo?
-No sé, sólo sabía que Tony no era una mala persona, porque me ayudaba a mí también aunque él no me lo dijera. Hizo que mientras yo esté con él me hablara con mi familia, y quién sabe si hizo algo para que yo conociera otros chicos, porque mientras "andaba" con él, lo cagué.
 
-Ay, todo esto me asustó, boludo - Me dijo Benjamín mientras estábamos en la oscuridad. Y a mí también me había hecho asustar.
-Prendé la luz entonces, es todo muy extraño - Él se levantó y encendió la luz, nos sentamos en la cama, y yo le seguí contando - Terminamos cuando él se fue un fin de semana largo a visitar su casa en Villa Gesell y dejamos de enviarnos mensajes y de preocuparnos uno del otro - Finalmente nos quedamos en silencio con Benjamín, aflojamos un poco porque toda esta situación extraña, aparte de mi relato, nos había provocado miedo. Además, estábamos cansados. Antes de dormirnos, Benjamín se acercó a mí y me besó los labios de una forma suave. Fue ahí cuando yo dije "Esta es la parte de la cual no podía escapar" Yo me quedé quieto, y él siguió hasta besarme le cuello, que me volvía loco, fue así como puse mis manos en su espalda para apretarlo porque era uno de los pocos que me besaba el cuello como a mí me gustaba. Él aprovechó y me siguió besando hasta que yo entré en éxtasis, continuó besándome los labios hasta que puso sus manos en mis nalgas y yo le toqué el bulto. Me prometí a mí mismo que si realmente no quería estar con él, esta sería la última vez que nos veríamos, cumplí con lo que debía. No sé cómo pero terminé chupándole la pija debajo de las sábanas mientras él quería "garganta profunda" y, a pesar de no tenerla grande, me hacía dar arcadas. Estuve así como más de 10 minutos y era un logro si me acababa así. Benjamín quiso que hagamos 69 nuevamente, yo le dije que no estaba acostumbrado pero me entregué igual, fui un poco 'activo' que no está mal tampoco.  

Eso sí, Benjamín no sabía chuparla bien, sólo pocos supieron chupármela bien; por eso, a continuación me puse de costado mirando la pared, y él me la puso. Estaba lubricada, yo también me lubriqué con saliva pero aún así me hacía doler como si fuera mi primera vez. Benjamín me cojió en esa posé de forma suave, estaba más tranquilo, sus movimientos de 'poner y sacar' eran suaves, pero igual yo sentía que podía haber algún escape. La comida y el postre tampoco ayudaron pero no quería rechazar su idea de cenar con él. Tras unos 15 minutos que me estaba cojiendo, le pedí que me acabara nuevamente en la boca, fue así como se sentó encima de mí y se pajeó hasta que la leche le saltó, la mantuve en mi boca mientras yo me pajeaba y acabé. Él me miraba en la oscuridad como un tonto mientras esperaba que yo acabara, me daba besos en le cachete sin que él se manchara de su propio semen. Encendimos la luz y quiso que nos bañemos, miré las sábanas pero más allá de estar mojadas, nada más pasó, pero yo me sentía como si se hubiera escapado algo. En realidad, caí en la cuenta que eso me sucede cuando la persona no me convence físicamente, es un signo de que la persona no es la correcta y que me replantee la situación por la que estoy pasando. Esta vez, nos bañamos más tranquilos porque era su casa, nos tomamos nuestro tiempo y lo observé bien: desnudo y en la luz. Nos besamos y hasta me secó la espalda. Benjamín no era un chico feo, tenía lindo cuerpo, pero no acorde a su edad, parecía de unos 26 o 28 años y, en realidad, tenía 20 y una pija no tan grande.

Caímos dormidos, yo le había avisado que debía despertarme temprano aunque, en realidad, era una excusa. Si bien era verdad que yo tenía que ir al médico, mientras más temprano me liberada de él mejor. A las 8am suena el despertador, mis ojos estaban super pegados, a él le costó despertarse y a mí también pero me vestí lo más rápido y ordené mis cosas para irme. Me ofreció helado como desayuno que había sobrado de la noche anterior, tomé un poco y ni bien pude decirle que era hora de irme, lo hice. Benjamín me dio unos besos de despedida y me acompañó a la parada del colectivo, salimos de su casa y en el patio encontramos despierto al dueño: él lo saludó. Caminamos mientras el sol nos daba en la cara, cruzamos esa vía que mencioné antes y caminos una cuadra hasta la avenida. Ahí vino el colectivo y me fui, dejándolo solo a Benjamín, y yo tuve casi 3 horas de viaje a casa para después ir al médico. No era por malo pero no quería saber más nada con él...

 


Nuevamente volví a la rutina: al estudio y al trabajo. Pensé que llegaría por lo menos a enero de 2014 en las vacaciones de verano pasadas pero no pude. Mañana me voy de viaje a Mendoza a visitar a Andrés que se tuvo que ir hace como 4 meses. Ya leerán pronto la historia. Sólo les pido paciencia, por otro lado, yo necesito detener el tiempo para contar todo porque las cosas suceden rápido y de una forma que es muy evidente, el destino me conduce a esos camino y no sé por qué.

F.A.M