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lunes, agosto 29, 2016

#93 - Morir Jóvenes

Fines de Enero de 2014.
El verano ardía literalmente en la Ciudad de Buenos Aires, yo lo único que quería era volver a Mar del Plata y vivir de vacaciones. Como dije, era la primera vez que me iba de vacaciones con amigos, eso es que todos deseamos cuando somos adolescentes, y a mí se me dio a temprana edad. La característica que teníamos todos era la de ser gays y nada mejor que poder disfrutar de la vida sin ocultarse. La vuelta se me hizo un poco dura, descubrí que con Diego no me llevaba; sin embargo, acá en Baires estaban mis amigos de siempre: Elías, Anabella y Agustina, etc. Qué mejor que saber que, a la vuelta, ellos me van a estar esperando con muchas ansias. Llegué de Mar del Plata y ya estábamos planeando vernos el fin de semana lo antes posible, salir a bailar y pasarla regio. Lo nuevo e innovador que trajo ese verano de 2014 fue la mudanza definitiva de Plop al complejo Privilege casi cerca de Mandarine, en Costa Salguero, Costanera Norte, al menos durante todo el verano. El lugar era hermoso, re cheto mal: grande, con una pista a cielo abierto donde se podía ver el mar, con un primer piso con sillones para descansar y hasta chapar. Si bien, antes de irme de vacaciones, ya estuvimos frecuentando ese lugar, sobre todo con Agustina, esta vez era fijo que los viernes estaríamos ahí.

En mi primer fin de semana en Baires, organizamos juntarnos con Elías y Anabella e ir a comer al McDonalds del Obelisco. Nos reíamos a carcajadas de boludeces ahí adentro, nos sacamos fotos en la escalera y hasta en el cajero automático de donde saqué plata después. Después de mi pelea con Diego, esta fue la primera vez que reestablecí contacto con él mediante una publicación en Facebook que decía:
-Tampoco hay ketchup en el Mcdonalds del Obelisco, Almeyda - Alo que él me contesto un poco cortante
-Se viene el fin del mundo #pánico - Lo que recuerdo ese día de Privilege fue habernos puesto ebrios y bailar por primera vez en la historia Like a Virgin/Hollywood de los MTV 2003, donde yo era Madonna, Elías Britney y Anabella Christina Aguilera. Lógicamente, con los besos incluidos como se debe. Durante la semana que siguió, quise enfocar mi cabeza en disfrutar la vida pero pensar en Martín me destruía por dentro, y yo sabía que necesitaba olvidarlo para poder empezar algo con alguien. También hablé con Rebecca que nos volvimos a reconectar después de varios meses estando ausentes uno en la vida del otro. Hablamos, ella me escuchaba y me aconsejaba, y yo lo mismo para con ella. Nos reíamos, surfeábamos por internet para descubrir cosas interesantes que se relacione con nuestras vidas.

Arrancó Febrero y planeamos al siguiente fin de semana salir nuevamente a Plop en Privilege aunque no era barra libre. Elías y yo íbamos a ir vestidos casi iguales: él de chaleco, camisa y pantalón de vestir con corbatín; y yo con camisa, pantalón de vestir, zapatos y tiradores. También vendrían Anabella y un amigo de Elías llamado Jerónimo, que es un chico con el que salimos a bailar a Amérika en nuestros comienzos pero después se perdió, y después volvió, y así sucesivamente. Recuerdo habernos juntado en el Obelisco y caminar por Av. Corrientes para hacer tiempo, nos reíamos como siempre a carcajadas y siempre tratábamos a Anabella de que trabaje de prostituta para obtener beneficios, como por ejemplo, no pagar el taxi. Caminamos por la Av. 9 de Julio porque Elías quería que nos sentáramos en el boulevard frente a Cerrito Mix, el boliche semi bailanta para gays que está en Cerrito y Av. Santa Fe, donde fuimos una vez y no me sentí cómodo. Todo para que los gays esos nos miren por cómo estábamos vestidos. Tomamos taxi rumbo a Privilege y fuimos hablando de las vacaciones, planear irnos juntos pero la cosa era que Elías y Anabella se iban dentro de una semana y ellos querían que yo fuese con ellos. Pero yo no tenía plata. Me hicieron ilusionar y hasta quedé en confirmarles que si mi tía Edith me prestaba plata, yo iba a ir con ellos. Decisión que cancelé porque no conseguí dinero. Esa noche nos sacamos fotos en los banners de la entrada y bromeábamos conque Jerónimo era Rihanna por lo morocho. De esa noche recuerdo muchas anécdotas: yo estaba ebrio, nos bailamos todas las canciones... 

En un momento crucé a Damián, sí, el amigo de Agustina que no había vuelto a ver desde hacía meses. Nos saludamos y él se sorprendió porque también tenía tiradores pero con una remera rosada y una bermuda. Bailamos sensualmente y me dijo que le gustaba cómo llamábamos la atención de todos alrededor hasta que en un momento me dijo que vayamos a chaparnos a alguien. Yo lo único que quería era chapármelo a él, no sé, me gustaba algo de Damián que quizás era su masculinidad pero no entendía cuál era su rol sexual. Al mirar a un costado, vi a Daniel Terra que, tras varios cruces de miradas e ignorarlo, se me acercó y nos saludamos preguntándome cómo la estaba pasando. Yo regio porque tenía a Damián bailando conmigo. Nos perdimos por ahí y dejé a Jerónimo, Elías y a Anabella solos. Igual nada pasó entre nosotros dos. Volvimos más tarde e hice que todos se saluden para conocerse, le pedí a los chicos que me sacaran una foto con Damián por lo parecido que éramos en gusto y casi físicamente. Cuando ya estaba amaneciendo, viendo como el sol salía con ese paisaje de mar de fondo, recuerdo que Anabella se sacó los tacos porque le hacía doler los pies, y yo hice lo mismo con mis zapatos. Algo que causó mucha gracia entre los chicos por querer parecerme a una mina, lógicamente en broma. Hasta el día de hoy, esa es una anécdota muy recordada pero porque yo estaba un poco ebrio. Recuerdo habernos vuelto en taxi hasta Once y habernos despedido ahí.

Esa foto que nos habíamos sacado con Damián, la subí a Facebook diciendo que era mi primo. Causó un poco de revuelo, cosa que Alejo comentó que ese chico era muy lindo, y hasta Lautaro después me preguntó de dónde lo había sacado, que también le parecía lindo Damián. Durante la semana, Damián le pidió mi facebook a Agustina y me agregó. También, Rebecca vino a visitarme a casa y seguimos hablando, le mostré a Damián y le dije que me sentía un poco confundido porque me atraía, que nos habíamos besado hace algunos meses atrás y que lo había vuelto a encontrar el fin de semana en el boliche aunque nada pasó entre nosotros. De repente, mirando mi facebook, Rebecca ve una foto de un chico que yo lo había agregado hacía como un año y algunos meses por ser fanático de Madonna, que era de Córdoba y a quién le había preguntado si asistiría al recital porque yo quería ir. Rebecca me dijo que éramos parecidos, entonces como otra persona me había dicho lo mismo, le hablé al privado y le conté, siendo su respuesta que una amiga de él también vio una foto mía y dijo que nos parecíamos. Esa noche de lluvia, con Rebecca nos reímos porque le conté la experiencia que yo había tenido con una tarotista de la zona de Parque Chas el año anterior, cuando fui a preguntarle por qué no podía estar en algo serio con nadie y sobre situaciones laborales. Entonces le relaté que me pareció mentira algunas cosas que me dijo como que yo iba a morir de viejito... de repente, yo empecé a toser e hice que me moría, y ambos estallamos de risa.

Ricky había vuelto también de sus vacaciones luego de visitar a Andrés y a su familia allá en su Mendoza natal. Algo hablé sobre esto, que si hubiese tenido un poquito más de confianza con Andrés, quizás yo me iba con Ricky pero bueno, cuando yo volvía de Mar del Plata, Ricky se iba. La cosa que, como Elías, Anabella y Jerónimo se habían ido de vacaciones, justo Ricky quiso salir a bailar pero esta vez a Plop en el teatro de Flores. Aquel lugar que vio surgir a Plop, donde hace muchos años se hacía y que después pasó a Vorterix en Colegiales. Agustina iba a asistir y también Damián que, como nosotros llegamos tarde porque el colectivo nunca apareció (Ricky vivía cerca de mi casa en aquel entonces), los encontramos adentro. En ese viaje eterno, Ricky me fue contando que la pasó brutal con Andrés. En sí, ellos no estuvieron en el pueblo donde vive Andrés, sino que, después, se fueron a Mendoza Capital y pasearon, salieron a bailar y miraron muchos chongos. Ricky quedó fascinado. 

Una vez que entramos a Plop en el teatro de Flores, recorrimos todo, subimos las escaleras para el segundo piso, y hasta me llamó la atención cuando bajamos, escuchar por primera vez en Plop 'Primadonna' de Marina and the Diamonds en la pista de la entrada al teatro. Me shockió un poco ver algo que me pareció una fatalidad ese día: a Damián con otro chico medio rubiecito y carilindo llamado Matías. Lamentablemente, yo tenía que poner cara buena sobre todo para presentarlos a Damián y a Ricky por primera vez en sus vidas. Ellos se la pasaron besándose frente a todos, y hasta en un momento se sacaron la remera cuando la espuma (porque era fiesta de la espuma) nos tapó de pies a cabeza. Ricky se agarró a un chabón y se corrió un poco de la escena, Agustina también se enganchó con una chica y se perdió. Yo quedé ahí entre medio de los dos y me sentía raro, era como que no estaba disfrutando la noche porque me sentía aparte. Si mal no me equivoco, en el medio de la espuma me besé con alguien, y Damián y Matías (su compañero de esa noche) me miraron. Era como que ellos eran la parejita de enamorados y yo el infiltrado. Recuerdo que Ricky volvió pero ellos dos desaparecieron y no los volvimos a ver esa noche. 

Terminé bailando sin remera yo también, en un costado del escenario, así como en Vorterix, ese día me sentía lindo, como que no tenía inhibición para mostrarme sin remera, quizás por el bronceado que adquirí en el verano en las playas de Mar del Plata. Muchos chicos quisieron acercarse, o al menos eso percibí porque habían muchos que se ponían alrededor de mí. Pero nada, estaba bailando con Chris 'La Cachaca' de Marixa Balli, 'Hot N Cold' de Katy Perry, 'Traición' de Miranda y hasta Xuxa. Ese día ahí me sentí, por única vez en mi vida, un modelo musculoso de boliche a quien todos contemplaban y adoraban. Y es más, hasta un chico lindo se me acercó, bailé con el dos minutos pero me hice el que "estaba con mi amigo y era muy tímido yo para besarlo". A la salida, encontramos a Agustina destrozada, quebrada de lo ebria, hablando con una chica. Le gritamos y volvió con nosotros, la saludamos y la despedimos porque nosotros nos queríamos ir. Ricky tenía las zapatillas que hablaban solas por lo rota, y largaban espuma cada vez que caminaba acompañado de un ruido gracioso y molesto a la vez. Encontramos una canilla en una vereda y se lavó los pies ahí. Después fuimos a la parada del colectivo para volvernos a nuestras casas.

Me tomé en la semana siguiente, un pequeño break y me mandé solo a Parque Chacabuco, a conocer un poco la geografía de mi Ciudad, Buenos Aires. Nunca antes me había sentido con esta vitalidad y sensación de ser libre. Estuve como tres horas mirando chicos, disfrutando del día espléndido y liberándome de algunas toxinas de la vida. Me tomé unas selfies como la que tenía Martín en su facebook: con uns gafas y el cielo celeste con algunas nubes blancas de fondo. En forma de tributo porque, en días, se cumpliría el segundo aniversario de nuestro encuentro por primera vez. También, durante las primera semanas de Febrero, descubrí que no sólo Patricio, mi ex mejor amigo, me había estado vigilando y controlando todos mis movimientos en Facebook para contárselos a Joel. Sino que había alguien más que sabía más cosas de mí de las que yo pensaba. Me había creado un Ask.fm para que alguien cayera en la trampa, y que mejor que este chico, que era el mismo que yo había agregado a Facebook por ser fanático de Madonna, al cual yo me acerqué un día para hablarme y me dijo que yo era con el que él había discutido en la fila del recital. él era la única persona de todos mis amigos de facebook con la que nunca me había hablado y me tenía bronca, lo supe por descarte. Había empezado a escribirme anónimamente que yo vivía en una villa, que no sé qué, la cosa que lo terminé eliminando y nunca más volvieron a "atacarme" de esa forma por Ask.fm. Una noche, a los meses siguientes, mientras yo estaba en Puerca, apoyado sobre una columna de metal, ese chico se me acerca y me dice al oído "Pasiva". Pero lo noté con tono de bronca y con ganas sexuales a la vez. Fue medio raro, pero se lo conté a Elías que si no era porque estaban ellos, yo iba a ir a pegarle una piña.

Después de la fiesta Plop en Flores, Damián me habló a Facebook y, luego, le pidió a Agustina mi número de whatsapp para preguntarme si salía el próximo fin de semana y a dónde así combinábamos y salíamos juntos. Ricky propuso salir a Mandarine, como aquella vez que salimos a los días se habernos conocido. Agustina se prendió y confirmó que sí saldría con nosotros, la cosa era que ella trabajaba e iba a llegar un poco tarde. Como hacíamos con Agustina, le dije que era mejor encontrarnos en el Obelisco, que yo la esperaría con Damián porque Ricky iba a ir directo hacia allá. Llegó ese viernes y yo salí re coqueto hacia el Microcentro porteño; sin embargo, eran las 0hs y Ricky todavía estaba en Lanús esperando el 160, Agustina recién salía de su casa. Damián me dijo que él estaba en la parada del Metrobús con otros chicos, entre ellos Matías, su chongo. Fui hacia allá y los encontré, eran tres y una chica aunque no recuerdo quiénes más estaban junto a Damián. Si mal no recuerdo, estábamos vestidos iguales otra vez, yo con esa camisa blanca y pantalón de vestir:
-¿Qué onda, nene? - Me sentí un poco inhibido y lo vi a él condicionado por sus amigos y Matías.
-¿Y Agustina, no estaba con vos?
-La boluda recién está viniendo así que, ponele que tarde como más de media hora más en llegar.
-Bajón. Nada, boludo. Escuchame, los chicos quieren ir a otro lado porque dicen que es muy lejos la costanera norte. ¿Sabés como ir, vos?
-Sí, es re fácil. Nos tomamos el 45 acá en el metrobús y nos deja en la puerta.
-No sé - Me contestó - Por ahí, nosotros vamos a este otro lugar a conocer y ver qué onda, es en San Telmo. ¿Vamos? - Y yo dudé pero, en sí, no quería ir con ellos porque estaba seguro que Damián y Matías se iba a pasar la noche juntos y besándose sin despegarse.
-Mmm, no creo, boludo. Ya planeamos ir a Mandarine, además, tengo a mi amigo Ricky, el que conociste el finde pasado, que va a ir directo a allá.
-Uh, bueno. Mal ahí - ¿Qué hacemos, entonces?
-Y mirá. Yo estoy al pedo hasta que venga Agustina, que me dijo que en media hora llega.
-Bueno, escuchame, vamos caminando para... ¿dónde queda? - Le preguntó a sus amigos - Ah, para Av. Independencia.
-Vamos. Igual yo después me tengo que volver a buscarla a Agustina - Juro que, en ese trayecto que empezamos a caminar con Damián, Matías y otras dos personas que no recuerdo, yo me sentí re incómodo. Veía a Matías estar pegado a Damián, casi pisándole los talones, aunque, también, notaba a Damián incómodo, como si Matías estuviese muy cargoso. Quizás Damián no quería que yo los viese besarse... eso percibí. No recuerdo de qué íbamos hablando pero dejé que los demás tomen protagonismo ya que yo me sentía "de otro pozo". Llegamos a Av. Independencia y Av. 9 de Julio, y los chicos tenían ganas de ir al baño, por eso paramos en la estación de servicio y nos dirigimos al baño. Yo creo que, como mucho, me lavé las manos y salí; no obstante, vi una situación rara que, hasta el día de hoy, me quedó en la mente: Damián y Matías tardaron mucho en el baño, de hecho, me parece que entraron al mismo cubículo. Para no estorbar, y haciéndome el superado, los dejé solos pero, por dentro, sentía una especie de celos y ganas de saber qué estaba suciendo ahí. 
Al rato sale Damián primero, abrochándose el pantalón y limpiándose la boca, y después Matías... como si no se pudieron contener las ganas de besarse desaforadamente. Yo quedé ahí con cara de nada. Agustina empezó a llamarme y a preguntarme dónde yo estaba, que ella ya había llegado. Le conté que había estado caminando con Damián y los demás, que se venga para el lado de Av. Independencia así nos encontrábamos en el camino. Despedí a los chicos, aunque Damián me insistió para que vaya con ellos pero, sorry, prefería ir a Mandarine. Al ubicarla a Agustina en el camino, nos abrazamos y partimos en el  45 juntos, lleno de algunos gays que también iban hacia la costanera, re evidentes. Ese día recuerdo haberla pasado bien, que Agustina me hizo conocer a un chico y con el que me besé en más de una ocasión en la noche. Creo que hasta lo dejamos a Ricky por ahí porque, a toda costa, quería ir a la pista de reggaeton; en cambio, yo quería estar en la pista principal, o sea la de pop. En un momento de la noche, Ricky asi me obliga meterme en la espuma que había en esa pista, pero no acepté. Esa noche quería estar impecable. Bailando cuarteto, al amanecer, se me pone a bailar un muchacho, el cual vi que me estaba mirando mucho desde hacía rato, y me lo comí. Y estuvimos un buen rato juntos, aunque después lo solté y nos fuimos. Hermoso amanecer vimos junto al paisaje del mar.



F.A.M.