Pages

martes, octubre 17, 2017

#191 - Amutuy Soledad

Si hablamos de los chicos, pasé de un chico un año menor a mí a alguien de 17 años para mantener relaciones sexuales. Lo vi tres veces en una semana y media, lo bueno es que hay diálogo y me puedo expresar y hablar. No sólo es "hola, cojemos, chau". Anterior a eso, cojí con un chabón que me lo cruzaba en Puerca y siempre me tiraba onda, aunque yo no le daba bola porque era un pesado y yo me comía a Nicolás, su amigo, allá por el 2014. Me habló por Grindr y nada, fui a su departamento a probarlo. El tema es que tiene pija normal tirando a chica y ya no me gustó. Eso sí, chupa muy bien orto y pija. Me quiso seguir hablando después de haber estado con él aunque le corté el rostro porque no quiero que se enganche. Sí, estoy haciendo la gran Lion 2016. Por otro lado, lo vi a Byron que, después de haber festejado el cumpleaños de Cecilia, mantuve una charla totalmente ebria con él. Y acordamos vernos, pero listo. Eso es todo, no quiero que me insista ni que procure exclusividad sexual porque nunca confié en él. Total, ahora estoy hecho un profesional en el sexo y puedo mantener relaciones todos los días, cosa que antes no podía y siempre "chocolateaba". Me siento pleno en este sentido, no me faltan chongos, no me falta sexo.


Después del cumpleaños de Cecilia, donde ella terminó quebradísima, Elías, Mauricio y yo optamos por irnos a un boliche porque eran las 2.30am y nosotros estábamos re borrachos y nos mandamos a Warhol. De más está decir que el lugar no nos gustó, a mí no me pareció tan desagradable pero estamos acostumbrados a Puerca. Al día siguiente, nos fuimos a Puerto Madero y vimos a un muchacho que nos comimos con Elías que andaba paseando con otro chico que lo cruzamos la otra vez que fuimos a Palermo los tres. Nos quedamos atónitos, sobre todo por cuán chico es el mundo. Y sí, me sigo sorprendiendo a 5 años y medio de haber entrado. El pibe, pasivo obviamente, con pelos de colores gris y azul, serio, con lentes negros y una mirada despectiva y sobradora (tal como lo vimos aquella vez en Palermo ya que él y sus amigas se sentaron cerca de nosotros) seguramente estaba conociendo a este muchacho que es flor de gato. Y como éste es masculino, nadie se le niega. 

Me bajó un poco la autoestima, aunque de más está decir que yo me lo comí hace como tres años atrás, que después pasó por boca de Andrés y, por último, Elías con quien hasta se vieron afuera de un boliche. Es un re gato ese chabón, no me modifica nada, sé que tengo una personalidad muy chocantes y asquerosa que hasta irrito. Con pocos chicos logré verme fuera del ambiente, generalmente no me gustaban. Como me decía mi ex amiga Débora: "Aunque no sea tu tipo ni te vayas a casar, está bueno que alguien te hablé y te esté encima siempre, que te mande un mensaje al empezar el día y quiera hablarte".

Otra de las cosas de mi personalidad es eso de mendigar amor. Jamás fui así, si no quieren saber de mí o me rechazan (a pesar de que todos tenemos miedo al rechazo) yo hago borrón y cuenta nueva. Me pasó con un montón de chicos, inclusive con mi último ex y, como sabrán, ahí fue más difícil porque el tiempo y los sentimientos fueron muchos como para deshacer todo de un día para el otro. Pero hoy me estaba acordando que no lo estoy recordando tanto. Es un claro punto a favor para mí. Lo que sí, cuesta volver a encontrar a alguien, cuesta que el chico ideal aparezca. Cuesta engancharse con alguien y que todo sea correspondido. Me da por las pelotas que a mí me dan vuelta y te dicen que no se quieren enganchar, pero ¡ah! Los ves a los meses atrás de uno, en pareja y sufriendo por amor por esos que no valen ni dos centavos. Es así, todos se meten con chicos que los hacen sufrir. Parece que lo lindo, romántico y sentimental no los atrae, les gustan sufrir y andar atrás de vagos que andan de fiesta en fiesta. A pesar de que me cataloguen de puta, trola y otras cosas más, yo me siento una de esas personas especiales, distintas, que aún existen pero que nadie se anima a acercarse por mi coraza de piedra. Frente a un desinterés de la otra persona, lo único que siempre hago es alejarme y cortar todo vínculo. ¿Es lo correcto, no? Quizás me deje llevar por los impulsos, quizás sea agresivo. Pero me siento mejor así, nunca me detuve o me estanqué en mi camino por alguien. Ni por quien amé como jamas he amado a alguien. ¿Mendigar amor? Y perdón por la soberbia, aunque no soy un chico como para andar arrastrado a alguien. Y sorry, pero es mi forma de ser. Lo lamento por aquellas personas que pensaron que el ego se les iba a subir al querer que yo corra por detrás de ellos. Al contrario, a mí me tienen que rogar y andar por atrás. Sin embargo, también soy de pocas pulgas en ese sentido. Si alguien no me gusta, prefiero que ni me moleste. Más de uno debería aprender a decirse a sí mismo "Vamónos, sin mendigar" y no pasar vergüenza.



F.A.M.