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martes, diciembre 31, 2013

#47 - PeaCOCK

Un día me llega un mensaje de parte de Chris invitándome a pasar una tarde a orillas del río con Lautaro, una tarde que hiciera mucho calor. Yo no recuerdo de dónde volvía ese día, le respondí que sí, que me gustaría y que pongamos fecha así yo ya reservaba el día. De repente, Chris no me contestó más y a los 4 días me habló como si nada sucediese, me enojé tanto que yo también le hice lo mismo: no le contesté. Qué raro Chris y su bipolaridad latente. Haciéndome un auto-análisis me había dado cuenta que no sabía la verdadera razón por la cuál yo estaba actuando de esa forma, estar con chicos por estar, sin ningún sentimiento de por medio, sólo por sexo ¿acaso qué es lo que yo realmente andaba buscando? Porque, de hecho, muchas de mis experiencias carnales no fueron buenas tampoco, además yo estaba siendo muy fácil porque ya en el primer encuentro yo aceptaba tener sexo. Igual no permitía que nadie me llame fácil o peor aún, trola. Mirando un año atrás, esto era un completo desastre ya que yo ya había conocido a mi chico ideal y me enamoré pero eso ya pasó ¿y ahora? Todo este rollo me condujo a empezar terapia con una psicóloga aunque cabe aclarar de entrada que yo no iba a ir para volverme heterosexual ni ninguna de esas patrañas. Yo ya soy un chico gay aceptado desde hace muchos años, ahora iba a empezar estas sesiones con una psicóloga para poder sobrellevar mis pensamientos que estaban un poco confusos.

En un momento determinado en las vacaciones de verano, me empezaron a agregar varios chicos gays a Facebook, era muy raro porque como que sabían que yo era gay. Entre uno de esos chicos me agregó un tal Franco Bernal, entonces cuando empezamos a hablar por primera vez le pregunté si era de Bernal a lo que me contestó que ese era su apellido. Me contó que era de Banfield, tenía 17 años y todavía iba a la secundaria, que al ver mi foto de perfil en Facebook me agregó enseguida porque le parecí lindo. Él era un chico alto, ojos marrones y pelo castaño claro, a los pocos días intercambiamos números de celulares y hablamos por ahí, según él quería que cojamos y por eso me enviaba fotos de su pija argumentando que hace mucho no se pajeaba porque no le gustaba y buscaba a alguien que se lo hiciera. Wow, hasta cierto punto me excitaba eso. Otro de los que me había agregado a Facebook era un tal Nacho, de Temperley pero cada vez que hablábamos lo que menos hacía era tirarme indirectas o algo por el estilo para vernos y concretar algo. Para tenerlo como uno más en mi facebook, no; así que lo eliminé a la semana que él me agregó. A este chico Franco le pregunté entre otras cosas si todo su entorno sabía que él era gay, a lo que me contestó que no, ya que sus compañeros no tenían por qué y que él besaba mujeres cuando estaba con ellos. Yo mucha importancia no le daba, un chico de 17 años que busque algo conmigo es, en parte, una pérdida el tiempo. ¿Yo tengo que tomar la iniciativa, dar los pasos, buscar los lugares, etc? Nah, eso lo hacen los chicos más grande por mí.

Le conté a Débora la situación que se me había presentado, que me gustaba el chico pero que sea menor de edad la cagaba, igualmente no era un problema grave tampoco. El problema es que yo estoy acostumbrado a chicos más grandes, de edad y físicamente, era la primera que iba a estar con un menor después de Naim. Débora me aconsejo que lo intentara, que yo también necesito estar con chicos de mi edad. Este chico, Franco, me había preguntado si yo conocía algún telo por Lomas de Zamora, él nunca había ido a uno de por ahí y tenía miedo que algún conocido lo viera. Yo sí conocía uno, barato y feo pero para coger 1 hora al menos venía bárbaro: era el telo al que había ido con un viejo en un encuentro casual. Se lo propuse, Franco había escuchado algo sobre el mismo telo así que si él quería podíamos ir, al principio dijo que sí, que le gustaría pero después se arrepintió diciendo que escuchó que en realidad el telo era un asco. Entonces yo saqué de la galera mi selección de lugares para cojer en Lomas, y le propuse el pasaje que se encuentra al costado de las vías, una calle angosta por donde no circulan ni coches ni colectivos, sólo gente aunque de noche es el mejor lugar. Yo había estado ahí con Joel ni bien lo conocí, creo que era una buena oportunidad para estar con otro chico en el mismo lugar y borrar que alguna vez estuve con mi ex ahí. 
Los días fueron pasando y seguíamos con Franco intentado vernos y que algo pasara, algo así como un encuentro casual pero no tan casual ya que prácticamente lo conocía, lo vi por fotos, su pija y sus intenciones. Otra vez él volvió al tema, que no se tocaba y que la pija le explotaba, que necesitaba a alguien quien le sacara toda la leche acumulada, y hasta en un momento me preguntó si yo me animaba a tragar ¡Qué propuesta! Este pendejo sí me estaba haciendo calentar. Obvio, si es lo que más me gusta. Franco seguía pensando porque no sabía dónde era que yo lo quería llevar para hacerle un pete, tampoco era un lugar como para que yo le entregara la cola aunque si él quería. También recuerdo que este chico me contó que hacía teatro y le gustaría que yo lo pasara a buscar un día y vayamos a tomar algo e ir a un telo de más categoría por Capital Federal: buena idea pero primero concretemos esto para poder conocernos. 

Después de varios intentos fallidos, no podíamos coincidir con los días u horarios, apuré los trámites y le dije para vernos con día y horario prefijado, íbamos a coger seguramente si íbamos al telo y yo quería boludear por ahí después. El punto de encuentro era la Plaza central de Lomas de Zamora a las 20hs, lo estuve esperando a qué llegara porque se había retrasado ¿acaso no era de por ahí cerca? Al principio me dijo que sí pero después me explicó que él vivía por Banfield.
-Ya llegué, estoy parado en la esquina - Me dijo y yo que estaba sentado en la plaza, me levanté y caminé aunque repentinamente veo un señor mayor en la esquina
-Por Dios, no me digas que en realidad era un señor el que me estaba hablando - Me dije a mí mismo y me moví para la derecha ya que había un auto en frente de mí. Y ahí lo vi a Franco, fue cuando el corazón me volvió al cuerpo. Crucé la calle y le sonreí antes de saludarlo:
-¿Todo bien? Perdón por hacerte esperar pero el colectivo no venía más.
-Hola, no, no hay problema - Típico, mientras caminábamos empezamos a hablar de nuestras vidas, a qué nos dedicábamos, dónde vivíamos, etc. Yo lo iba conduciendo hacia la callecita que se encontraba al costado de las vías, estaba ya casi oscuro y quizás él quería ir al telo por eso yo estuve atento a cualquier propuesta de él
-¿Y dónde es ese lugar? ¿Seguro que nadie nos va a ver, no? 
-No, quedate tranqui. Este lugar lo usé una vez con mi ex hace 10 meses atrás.
-¿Tuviste novio? Yo nunca estaría en pareja.
-Si, siete meses; yo decía lo mismo pero bueno, la pasé bien mientras duró - Nos detuvimos antes, en una calle cerca de las vías donde todo estaba oscuro. 

Nos sentamos uno al lado del otro en la vereda de una casa, haciendo de cuenta que vivíamos ahí, miramos a los costados y nos empezamos a besar, estuvimos un buen rato así porque a mí me gustaba, este chico, Franco, era muy limpito, tenía lindo perfume pero lo que más me gustaba era su aroma natural que se le sentía desde que me acerqué a saludarlo. Nos detuvimos de repente porque a unas pocas casas había un auto saliendo del garaje de una casa. Hicimos de cuenta que éramos amigos sentados afuera de una casa como cualquier otro amigo. Cuando el auto desapareció de nuestra vistas continuamos con lo nuestro y nos seguimos besando, intercambiando nuestras salivas; aunque cabe destacar que Franco no era como yo supuse por medio de las fotos que vi en su facebook y las que me pasó por celular, aun así era un chico lindo como para ser un encuentro casual:
-Wow, besas re bien, guacho - Me dijo Franco y yo quedé un poco perplejo. 

Después de toda esta situación le contaba un poco de mi historia pasada a Débora, unos traumas que tuve en la escuela secundaria. A la edad de 14 años, yo tenía una preocupación muy grande porque no había dado mi primer beso y yo estaba seguro que la mayoría de los chicos de mi escuela ya lo habían dado; entonces eso era algo que me tenía muy mal pero más allá, yo tenía miedo de dar mi primer beso porque pensaba que las chicas se iban a dar cuenta que yo no sabía besar y lo iban a divulgar por el mundo quedando yo como un ridículo. Después de que esa idea rebotara en mi cabeza por mucho tiempo, me animé y di mi primer beso en el cumpleaños de 15 de una prima cercana, besé a una chica que no era linda para nada, sólo lo hice para no ser el virgen para siempre. Sin embargo luego de varios años sucedido ese hecho, me pongo a pensar y me doy cuenta que yo ya había dado mi primer beso, se lo di a mi primo Naim pero claro, yo no lo contaba porque fue a un chico y no en público como para que todos sepan que alguna vez sí le di un beso a alguien. A los 16 años tuve mi "primera novia" antes de darme cuenta que me estaba fingiendo a mí mismo y aceptarme como gay, a ella también le di muchas vueltas para besarla por el mismo tema: hacía bastante tiempo que no besaba a nadie entonces no quería que ella se diera cuenta de ese tema. Después a los 2 meses me cansé de esta chica y cortamos la poca relación que habíamos tenido. 

Volviendo al tema actual, me había dejado perplejo el comentario de Franco porque me dijo que yo besaba muy bien, ¿entonces es necesario pasar por situaciones extremas para después superar cada uno de los complejos que nosotros tenemos? Ahora lo que menos hago es pensar si beso bien o no, pero que alguien te elogie está bueno; uno no va por la vida diciéndoles a todos que besan bien. Le agradecí a Franco por el comentario y seguimos besándonos hasta que le dije que vayamos al lugar que yo le había dicho. Caminamos unas pares de cuadras hasta que cuando estuvimos cerca le señalé dónde era este lugar:
-¿Pero seguro que lo vamos a poder hacer tranquilos?
-O sea tampoco vamos a hacer una película porno, creo que para un pete va - Nos acercamos a ese lugar y nos sentamos justo en la vereda de la misma casa donde yo había estado con Joel, nos seguimos besando hasta que le metí mano, primero por la panza y después le toqué el bulto: ya tenía la pija parada y casi por explorar. Él me metió una mano adentro del pantalón, me apretó las nalgas pero como la pose era un poco incómoda me pregunta:
-¿Me la chupás? - Le respondí afirmativamente sin pensarlo. Franco miró para los costados y se desabrochó el pantalón, se bajó el cierre y peló su pija que era como me la había mostrado por fotos. Ambos estábamos sentado, entonces yo me hice el tonto y balanceé sobre él y le empecé a chupar la pija. Por suerte no hicimos ninguno desnudo público, sólo lo justo y necesario; la cosa que él empezó a gemir levemente y yo continué chupándosela hasta que él ve una luz a lo lejos.
-Pará, pará - Me dijo y veíamos como el tren pasaba - Ah, no nada, era el tren - Me agarró de la cabeza e hizo que se la siga chupando. Mientras tanto yo pensaba en lo que él me había preguntado hace algunos días atrás: si yo tragaba o no. No es algo que lo medite, si el chico es lindo, obvio que la trago, sino la escupo o prefiero que acabe en otro lado. 

Estuve chupándosela unos 10 minutos más hasta que la pija se le empezó a endurecer más y más, yo la sentía adentro de mi boca, entonces me dijo que iba a acabar y me acabó en la boca, yo no desperdicié ni una gota. La leche era bastante líquida pero muy espesa también, tenía un gusto muy concentrado, ahí comprobé que era cierto que Franco no se pajeaba hace tiempo. Yo la tragué, volví a chuparle la cabeza para dejarle la pija limpita y nos levantamos del piso.
-Wow, estuvo bueno - Acotó él y caminamos hacia la Av. Alsina, nos paramos en la esquina y yo pregunto
-¿Y ahora qué hacemos? - Pero veo en su rostro un pequeño gesto y lo entendí todo.
-Yo me tengo que ir ¿arreglamos para otro día, dale?
-Ok, dale. No hay problema - Le contesté, aunque seamos sinceros, yo tampoco tenía muchas ganas de seguir haciendo algo con él ese día.

Todavía nos había quedado pendiente esa salida a algún telo de Capital, me dijo que le gustaría que el lunes lo pasara a buscar a la salida de teatro, eso fue lo que pactamos hace días atrás. Entonces le mando un mensaje y veo que no me contesta, pasaron las horas, y aún así nada. Vi que se conectó al whatsapp pero no tenía intenciones de contestarme entonces yo me dije a mí mismo que este chico ya no quería saber más nada. Qué lastima, parecía que sí quería realmente salir conmigo por ahí, al menos eso se notaba cuando hablábamos. Lo seguí teniendo como amigo en facebook pero a los 2 o tres meses lo eliminé y hasta lo bloqueé para que no se diera cuenta, no me servía tenerlo para nada si nunca más iba a pasar algo entre nosotros.

F.A.M.