Con Tony habíamos perdido contacto por completo, al final no hacía falta que yo le diga "Quiero cortar la relación", con Lautaro no hablamos más pero con quien yo seguí hablando fue con Chris. Generalmente él conmigo no tenía problemas. Facundo me contó que el chico que conoció era de Adrogué, zona cercana donde vivo yo, que lo invitó a la casa y que él estaba considerando ir. Por otro lado, con Nadia nos hablábamos por whatsapp en un promedio de día por medio y ya estábamos organizando para vernos el próximo fin de semana, seguramente a Plop, con la diferencia que no era una "salida con la amiga de mi <novio>" sino que era una "salida con mi amiga". Otra vez hicimos la previa en el Mc; y sí, nosotros en vez de tomar bebidas alcohólicas, nosotros íbamos a tomarnos un café con torta. Si no me equivoco yo pedí un helado y Nadia me convidó un pedazo de torta. Volvimos a hablar de los mismos temas: la colombiana, con quién ella se dejó de hablar, de su hermano Valentín que ambos están peleados, y Tony parece que también le tiene rencor a él. Me terminó de contar por qué desaparecieron de la escena la semana anterior, si bien me avisó que se habían ido, no me dijo el por qué: Fernando se sentía mal y le había agarrado dolores de cabeza, además Nadia entraba a trabajar a las 8am y no quería ir amanecida. Algo así también iba a pasar este día.
Esta vez con ella hablamos íntimamente, pude contarle algunas cosas que la semana anterior no me animaba:
-Todos los chicos de mi facebook, al ver la foto de la semana pasada, me preguntaban "¿quién es él?" Por Lautaro, y me preguntaban a mí si él es gay porque no se le nota.
-Sí - Sonreí yo - Es lindo.
-Si vos no me decías que Chris era su pareja, yo ni cuenta me iba a dar. No parecen.
-Sí, es que yo hubiera creído lo mismo - Hubo un silencio entre los dos hasta que yo rompí el hielo - Te voy contar: ellos en realidad son algo así como "open mind". O sea, yo conocí a Christopher primero y, después, a Lautaro. Nos vimos por primera vez porque ellos me habían propuesto hacer trío, y de ahí lo hicimos unas pares de veces más pero hubo líos porque Chris me buscaba y Lautaro también. Yo también fui el tonto porque acepté, yo estaba soltero. Pero bueno, ellos siguen, no soy nadie para juzgarlos; lo que no me parece es que si no se aman no deberían estar juntos aunque esa es sólo una conclusión mía. Tal parece que ellos hacen tríos frecuentemente porque, no sé si te diste cuenta, pero Lautaro me hacía la competencia para comérselo a Diego, el otro chico, y estaba Chris en frente de él.
-Sí, me di cuenta de algo raro. Además tenés que tener cuidado porque los re problemas te genera estar metido en una relación así. Fijate porque a veces hasta ellos mismos deben competir por "cuántas veces estuve con fulanito".
-Sí, es más Lautaro se confundió conmigo, me dijo para vernos en mi casa y hasta me dijo "te amo" por mensajes. Yo no lo podía creer lo que me tocaba vivenciar.
-Por eso mismo, son casos especiales - Otra vez nos quedamos en silencio.
-Al final con Tony nos dejamos ¿viste? Las cosas no funcionaron - Ella me miró sorprendida
-¿Ah si? ¿Pero por qué? - Dijo tomando su café.
-No sé, pensó una cosa de mí y después vio que yo no la era. Quería que yo sea una máquina sexual en la cama y yo tengo mis reglas, que no son las mismas para él. Una vez me dijo que yo no era su tipo, sino el de Valentín; que no éramos parejas, y además el ex lo empezó a buscar y ese chico Maxi también. Entonces yo lo notaba más interesados en ellos. Igual todavía "no cortamos", desde que se fue a la costa que ni nos hablamos.
-Igual tranqui, vos sabés que yo no digo nada.
Esa noche fue tranqui, bailamos y nuevamente ella se encontró con el ex cuñado, al cual le tiene mucho aprecio. Nos reunimos con el grupo de amigos de él. Más tarde con Nadia fuimos y vinimos para todos lados hasta que ella se tuvo que ir alrededor de las 5am, por eso mismo se fue, no sin antes de saludar a su ex cuñado; sin embargo yo me quedé en el boliche. Era muy temprano para mí para irme. Da la casualidad que, no sé por qué, me puse a bailar cerca de este chico y su grupo de amigos, entonces se me acerca al rato y me saca tema de conversación:
-¿Así que sos el novio de Tony? - Me responde
-Algo así - Le respondí yo tratando de ser cortés - Se acercó a bailar junto a mí, se me pegó y meneamos hasta que me quiso dar un beso y al instante le corrí la cara. ¡Es un atrevido! ¿Cómo me va a querer besar sabiendo que "era" la pareja de un conocido de él? Cero códigos. Él me miró de arriba-abajo con cara de asco y se fue dio la media vuelta ofendido. Yo seguí bailando, pero no porque le iba a ser fiel a Tony, de hecho nunca lo fui, sino porque ese chico no era lindo y además seguía teniendo contacto con los del grupo de Tony. Nuevamente caí en la conclusión que los gays son así, no les importa si estás en pareja o no, o ellos en pareja porque ven un cuero más lindo que el de sus parejas y se tiran. Me alejé de ahí y me fui a bailar solo e indignado al medio, estuve ahí mirando con disimulo a todos los chicos lindos y entregado al primero que me viniera a hablar.
Se acercaron dos chicos, de mi edad pero de baja estatura, ambos me miraban, estuve un rato ahí hasta que uno de ellos se acercó a hablarme muy buena onda. Su nombre era Javier, tenía ojos grandes, y un poco rellenito, con una noción distinta de la vida. Obviamente hablamos de lo básico, me dijo que era lindo y algunas de esas boludeces hasta que nos besamos. A los minutos, me dijo que estaba con su amigo pero que si daba para ir afuera del boliche así "hablábamos bien". Eso fue guiño, guiño, y yo no sé por qué acepté su propuesta; en realidad supuse que íbamos a hablar. Qué ingenuo que fui. El día estaba un poco nublado, ya era de día y caminamos hablando de nuestras vidas, hasta que me dijo que doblemos en una esquina a dos cuadras del boliche. Le hice caso, seguimos caminando hasta que me preguntó si me gustaría chuparle la pija.
-Pero pará, ¿conocés alguna plaza por acá? - Le pregunté.
-No, pero hagámoslo en la esquina, ahí nadie nos ve. Una plaza es peligrosa por acá.
-¿Seguro? Pero ya es de día y nos van a ver - Le dije mientras doblamos en otra esquina, él se apoyó contra un auto estacionado.
-Dale, vení, acá no nos ve nadie.
-Pero están las persianas abiertas de esas casas - Le respondí mirando para todos lados.
-Vos agachate, no pasa nada. Arrodillate ahí - Me planteó el mientras se desabrochaba el pantalón - Chuapala - Me volvió a repetir y bueno, me agaché y le chupe la pija. No sé si era por el entorno o porque tenía mucho alcohol en sangre pero encima que la tenía chiquita, no estaba parada del todo. Él era el encargado de mirar para todos lados a la vez de hacer presión contra mi boca, tampoco sé si él estaba caliente o qué pero era un poco agresivo - Dale, chupala. Así, dale, así - Repetía él - ¿Querés la lechita en la boca, eh? ¿Querés la lechita? - Dijo y tras 5 minutos me acabó prácticamente nada, sólo fue un orgasmo. Nos besamos una vez más y me levanté como si nada hubiera pasado y nos fuimos de ahí, yo rezando para no aparecer en ningún programa de televisión acerca de las cámaras de seguridad en las calles.
Se ofreció a acompañarme hasta la estación Lacroze y fuimos hablando de nuestra relación con nuestros padres siendo gays. Él hablaba y hablaba, yo me quería ir a la mierda porque me dolían los piel, él compró una gaseosa en el kiosco de la estación y parecía quedarse. Fuimos al baño y volvimos hasta que en un momento le dije que me iba porque ya eran como las 9am. Lo despedí y quedamos en seguir en contacto, me pasó su facebook sin embargo nunca lo encontré. Con Nadia hablamos a los días siguientes pero al parecer, ella estaba muy ocupada con su trabajo, más que ocupada, cansada por eso de a poquito fuimos perdiendo el contacto. Yo no sé si seré yo o las demás personas que cómo que se dejan estar y de esa forma perdemos el contacto. Sin embargo, nunca la eliminé de facebook ni nada por el estilo.
Al día siguiente, arreglamos con Agustina ir a Puerca. Tampoco se sorprendan de que yo soy fiestero en ese caso, o sea que me gusta salir a bailar y demás. Es por el hecho de que me gusta la música y bailar, en parte menor, también me gusta tomar. Aparte, durante la semana trabajo y estudio todo el día, así que... Sin embargo, años atrás yo no hacía nada de eso, muchas veces Rebecca me dijo que estaba contenta por mí porque yo supe encontrar mi espacio, mi lugar al cual pertenezco: el ambiente gay. Quedamos encontrarnos en la fila a un horario, recuerdo que yo estaba llegando antes que ella ¿pero pueden creer que ni bien llego me encuentro con Facundo y su chico ahí primeros en la fila?
-¡Hola nene! ¿Pero qué andás haciendo por acá? ¿Por qué no me avisaste que venías?
-¡¿Qué haces?! - Nos emocionamos los dos - Nada, pensé que por ahí tenías otros planes, por eso no te avisé.
-No, para nada. Arreglé con Agustina, una amiga, así que ya debe estar llegando - Bueno, Facu me presentó a su chico, supongo que ya
andaban en algo, y es más, si no me equivoco, él fue a la casa del chico durante la
semana que había pasado. Yo estaba contento por él, es un buen pibe Facu así que se lo merecía. De repente él rompe el hielo.
-Te tengo que decir: me encontré con tu ex – Yo lo
miré
-¿Con mi ex? ¿Cómo? – Le pregunté yo un poco
confundido
-Sí, lo vimos ayer en Whip
-Pero pará, ¿vos lo conocés? – Le volví a preguntar
-Joel ¿él era tu ex? Bueno sí, él mismo.
-Que es policía o algo por el estilo – Me pregunta el chico de Facundo confirmándomelo – Yo lo conozco de hace un tiempo, nos cruzamos varias
veces.
-Fue así: yo ayer fui con él – Me contaba Facundo
mientras lo señalaba a su chico – Y en un momento alguien me saluda con la mano
desde lo lejos, yo lo miro y lo saludo. Capaz me conocía de por ahí. La cosa
que después se me acerca y me saluda con un beso y me dice “¿vos qué sos de
Federico?” Yo confundido le pregunté “¿qué Federico? ¿Milán? Somos amigos ¿por
qué?” Entonces él con su cara de asco me contesta “Ah, porque yo soy el ex de
él” Y yo me quedé mirándolo con cara de “¿Y?’”
-¿Posta te dijo eso? Es un hijo de puta, ¿pero qué quería?
-Me dijo que vio la foto que nos sacaron la semana
pasada en la Jolie. No sé, supongo que habrá pensado que éramos novios y se
quiso sacar la duda. Yo no puedo creer que hayas estado con ese chico, Fede. Es
muy… flaquito para vos, no sé, hasta parece pasivo.
-Sí, qué se yo. Ni sé por qué me puse en pareja si
nunca quise estarlo pero bueno, yo salía de una situación amorosa complicada y
lo conocí a él y sin pensarlo nos pusimos en pareja.
En ese momento llegó
Agustina y nos pusimos a charlar, pero eso de “Soy el ex de Fede” no nos
olvidamos en toda la noche. Los presenté y entramos al boliche, hablando y
riéndonos. Nos acercamos a “nuestro” lugar y empezamos a bailar, yo con
movimientos que a Facundo le da cosa porque yo llamo la atención. Estábamos
tranqui, íbamos a pedir algunos tragos los 4 juntos y volvíamos a nuestro lugar
pero la noche era larga, mucho consumo de alcohol al menos a mí, me desinhibe,
entonces bailo cada vez más “atrevido”. ¿Podés creer que el amigarche de
Facundo me empezó a mirar? Sentía sus miradas y parecía que Facundo también se
dio cuenta de eso, por eso yo aflojé un poco con el erotismo. Paseamos por todo
el boliche, fuimos arriba y volvimos a bajar para terminar nuevamente en
nuestro lugar. Creo que en parte entendía por qué Facundo quiso salir con su
chico solo y nadie más. En un momento bailé con Agustina, tratando de evitar
cualquier tipo de mirada o de comentario por parte de ellos, sin embargo este
chico no me sacaba la mirada, era cada vez peor hasta que de repente siento que
me toca el culo. Yo lo miré y me hice el boludo, seguí bailando. Si se lo decía
a Facundo se peleaban ahí nomás, por eso preferí callarme sin embargo él me
seguía mirando. Y eso que no era la primera vez que nos veíamos.
Al pedir otro trago, mientras veníamos, un chico me
agarra la mano:
-¿Estás solo? – Me pregunta.
-Emm, precisamente no – Le respondí yo, y Facundo
quién estaba detrás de mí, me empuja despacio contra este chico y me dice.
-Dale, vos andá – Entonces ellos 3 se fueron
dejándome a solas con este chico. Y nada, empezamos a hablar de lo básico hasta
que terminamos contra la pared besándonos como si no hubiera un mañana. Él era
alto, muy alto, con voz gruesa, se me hizo haberlo visto antes; él me respondió
que siempre me veía y nunca se animaba a hablarme. Estuvimos un buen
tiempo juntos, se llama Nicolás, es de zona noroeste, y trabaja de control de cámaras de seguridad
en una empresa, le gusta mucho el teatro y el baile, es más, hace teatro. Nos
pasamos whatsapp y acordamos para hablarnos por ahí. Volví con mis amigos no sin antes continuar con los besos atroces, por
suerte al chico de Facundo ya se le había pasado la calentura instantánea conmigo, bailé con ellos
un tiempo; sin embargo cuando me doy cuenta lo tengo al alto detrás de mí.
Ok, bailé un poco sensual frotándole mi culo hasta que se dio vuelta, me miró y nos besamos un
rato más; todo por acción del alcohol.

Las cosas sucedieron de la siguiente manera:
recuerdo que al día siguiente, Facundo me he habló enojado por facebook,
diciéndome que al chico llevó a Puerca lo mandó a cagar porque al final le dijo
que no quería nada serio con él, que sólo era un “garche” (sexo) y ese chico
era tan caradura que hasta le dijo que me quería besar a mí:
-Gracias por refregarle el culo, vos también.
-Ay ¿pero qué decís, tonto? Si sabés que yo bailo
así. Además no se lo refregué a él, que él me haya tenido ganas es otra cosa –
Facundo aflojó un poco y cedió. Él tema era que Facundo pensaba entablar una
relación seria con él, típica ilusión que se hace un gay cuando encuentra a
alguien que a primera vista parece correspondido. Entre otras cosas Facundo me
contó que lo agregó a Joel a facebook y que parecía buen chico:
-Sí, eso te lo aseguro, es muy buena persona. Muy
carismático. Eso sí, ojo con lo que hablás con él, y si te dice algo sobre mí,
me lo contás.
Durante la semana, yo había estado hablando con
Nicolás, el chico alto. Me había agregado a facebook y ahí teníamos contacto
fluido: me contó que no estudiaba, que en tiempos de ocio le gustaba mirar
películas y asistía a clases de teatro. Por eso mismo me invitó un día para ir
a ver una obra de teatro. En estos últimos tiempo me di cuenta que me gusta
mucho lo artístico, descubrí que esa es una faceta de mi personalidad guardada
en el cajón porque no tengo tiempo ni plata como para invertir en teatro y
demás cosas. A mitad de año le había dicho a la psicóloga que quería dedicarme
a la música y al teatro pero como estoy en la facultad, no quiero abandonar mis
estudios terciarios como para dedicarme a algo en donde pocas personas tienen
suerte en ese entorno acá en Argentina. No sé si mi verdadera vocación es la
que estoy siguiendo, si bien desde chiquito quise ser docente, desde que entré
al ambiente gay, me di cuenta más que nunca que a mí me gusta actuar, bailar y
llamar la atención de todo el mundo. Nicolás propuso que el próximo fin de
semana vayamos a ver una obra de teatro pero lamentablemente yo no tenía ganas,
por eso acordamos y el día anterior le cancelé.
Los días siguieron pasando y él
me volvió a decir que yo le debía una salida y demás, entonces volvimos a
acordar para el sábado siguiente, yo más que nada lo hacía de compromiso porque
Nicolás no era mi chico ideal ni nada por el estilo, tampoco quería que él se
ilusione porque no íbamos a ir “más allá” Yo andaba sin plata y sin línea de
celular en esos entonces, acepté su propuesta para conformarlo, su plan era encontrarnos
en el obelisco para ir a: Paseo la plaza, cerca de Av. Corrientes y Av. Callao nuevamente,
sin embargo mi colectivo tardó mucho por ende hice el recorrido como si
estuviera yendo a la facultad y los esperé en esa esquina propiamente dicha, no
sin antes avisarle que lo iba a esperar ahí cuando él me llamó por teléfono. Lo
esperé, el vino a las corridas, ya era un poco tarde para ver la obra que él
quería pero igual nos arriesgamos, sacamos la entrada y entramos a la sala que estaba un poco llena. Nicolás pagó casi $400 por las dos entradas, obviamente no dejó que yo ponga nada, más allá que yo sólo tenía $120 encima. La obra estuvo buena pero no me acuerdo el nombre y si no me equivoco era la segunda vez que iba por mi cuenta a un teatro, rara vez fui.
Me causaba gracia que sólo Nicolás se riera fuerte en algunas escenas, yo lo único que hice fue poner mis manos en su pierna e ir acariciándolo, entonces cuando se apagaban las luces para el cambio de escena, ambos aprovechábamos para besarnos mientras el ruido se escuchaba en toda la sala: algunas personas nos miraban, a otras no les importaba. Bueno, cumplí con lo que Nicolás quería: que vayamos a ver una obra de teatro; aunque después de salir de la sala, él me propuso ir a comer a un restaurante y yo acepté. Estaba buena la idea porque ese tipo de cosas son las que a mí me gusta hacer; mientras tanto él se congelaba porque se había traído sólo una remera. Caminamos hasta un restaurante en la esquina del teatro pero estaba lleno entonces seguimos caminando un poco más hasta que encontramos otro no tan lleno. Pedimos una pizza y mientras tanto yo le contaba de mi vida, de mis estudios terciario y mi trabajo: algunos problemas que tuve durante el año, también le conté sobre mis sueños y proyectos por encima. Por otro lado, él me contó sobre su vida y yo le pregunté si sus padres saben que él es gay, cosa que me le pregunto a todos los chicos que conozco porque me interesa saber cómo vivencia cada uno ese proceso.
Mientras comíamos, me contestó que sus padres no sabían nada pero seguramente sospechaban, que su vida cambió cuando conoció a sus amigos con los que sale a bailar, compañeros de teatro. Estuvimos un buen rato en el restaurante hasta que se hicieron las 0.30hs y supongo que era hora de irnos sobre todo yo que había organizado con Agustina volver a salir: era sábado; sin embargo yo no sabía cómo hacer para decirle que me tenía que ir. Él me habla:
-¿Qué querés hacer? Hay dos opciones: vamos a un lugar que yo tengo pensado, pero me faltaría plata, así que si vos estás dispuesto vamos. O si no, ir a Puerca porque mis amigos hoy van a bailar allá - Ok, los dos teníamos pensado ir al mismo lugar parece. Por eso mismo elegí la segunda opción argumentando que mi amiga también me había invitado a bailar a ese lugar. Nos levantamos y fuimos en colectivo los dos juntos no sin antes caminar unas pares de cuadras, haciendo el mismo recorrido que alguna hice con Mauro o con David hasta Av. Callao y av. Córdoba. En ese tramo, fuimos juntos, y es más, si no me equivoco fuimos agarrados de la mano... es tan raro, yo me olvido tan fácilmente de las cosas porque hasta el día de hoy me lo cruzo a Nicolás cuando salgo a bailar pero yo lo miro como si fuese un conocido con el que nunca tuve nada: y sí, es que en realidad nunca pasó nada.
Al llegar a la fila me encontré con mi amiga Agustina, los presenté a ambos y bueno, nada, entramos al boliche y bailamos. Sin embargo yo fui malo, porque él quería besarme a cada instante, quería estar encima de mí en todo momento. Y yo no me voy a arriesgar a perder al chico ideal si es que estaba en ese lugar porque él se comportaba como mi novio, por ende me hice el tonto y bailaba, prácticamente lo ignoré, Agustina se daba cuenta más allá que yo le haya contado por sms que no quería ir con él a bailar porque sabía que esto iba a pasar, pero bueno. Él me avisó que se iba a ir con sus amigos que estaban en alguna parte del boliche, se fue y yo quedé solo porque Agustina también fue a hacer la suya. Lo bueno de esa noche fue que vi algo que me llamó poderosamente la atención, estuve en el lado opuesto al que yo llamo "nuestro lugar", vi una imagen de un chico muy parecido a simple vista a mi Martín, con un poco más de pelo ya que cuando yo lo conocí a Martín, él se había rapado. Puedo decir que me gustó a primera vista ese chico, lo miré y lo miré sin sacarle la vista; él se dio cuenta y me miró en más de una ocasión pero nada, a los minutos lo veo besándose con otro chico. Obviamente conmigo no iba a tener oportunidad entonces.