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martes, enero 22, 2019

#22 - This Is Us: The Tour [Parte I]

Creo que acá arranca mi historia y vida sexual: en marzo de 2011 cuando yo tenía 17 años e iba a cumplir 18. El trasfondo personal era el siguiente: hacía dos meses había terminado la secundaria, por lo tanto recién iba a vivir la primera experiencia que no tuviese que ver con la escuela. Mientras tanto, empezaba a eliminar gente de Facebook con la que no me llevaba y que pronto no iba a ver más. Tenía que rendir algunas materias que me habían quedado porque iba a arrancar el profesorado, y con mi compañera y amiga Gaby habíamos empezado un plan para rendir esas materias. Mientras tanto, iba a arrancar cursos de computación, de cocina y contabilidad para no perder tiempo en mi vida. Lo que voy a contar a continuación tiene que ver con el recital y las dos personas que conocí y fueron y son muy especiales para mí: Anabella y Débora. Esto que voy a contar ahora, lo relaté después del recital cuando caí en una post-depresión recital, como se le suele decir (hace 8 años).


I. SENSACIÓN ANTES Y DURANTE LA SEMANA DEL RECITAL:
Hoy y ninguno de estos días son ni van a ser días comunes, sólo hasta que vuelva a la realidad. y todo se debe al recital de los BSB en donde choqué con un mundo de fantasías, con mi pasado y la actualidad distorsionada por mis recuerdos emocionales que ellos me impusieron. Hoy, a una semana de mi llegada al Luna Park, puedo decir que fue lo más sorprendente que me pasó en la vida y no sé cómo voy a seguir. En aquel momento que me enteré vía Facebook sobre una nueva visita a la Argentina, por Diciembre, yo no tenía ni dónde caerme muerto aunque pensé lo que me había pasado en el 2009 cuando ellos vinieron (me enteré el mismo día que ellos estaban en Argentina mientras era el cumpleaños de Naim. Yo lo fui a visitar a su casa y él estaba con todos sus amigos jugando a la PlayStation inclusive con Tiago) y pensé que quizás esta podía ser la última oportunidad. Casi sin pensarlo, publiqué en Face que los iba a ver, no sé cómo pero me las iba a ingeniar.

Estoy en la Plaza San Martín porque la angustia que siento porque un capítulo de la historia que llegó a su fin, me impedía estar en mi casa, encerrado como siempre. Fue una desesperación y, sin destino, me adelanté a salir casi corriendo de mi casa. Ellos son mi pasado, sin duda, mi infancia y todo lo que resta hasta dos años después del nuevo milenio. Sus canciones me marcaron la vida, momentos en los cuales pienso y me pierdo en mi propia memoria. Son mis dioses junto a las Spice Girls, y no puedo negar que, sin su música, yo moriría. Les debo una, una de las tantas que si hay otras oportunidades, desde ya me estaría preparando. Ellos son con quienes yo me encariñé y nunca los olvidé. Desde lejos, veía la oportunidad de verlos en persona, no los podía tocar ni ver, salvo en fotos y/o en sueños. De un día para el otro, ellos vuelven a reaparecer y yo estaba casi entrando a mi adolescencia y no quise cerrar la historia. Igual las cosas habían dejado de serlas hace rato, ya nada es como ellos solían hacerlo.

Pasaron los meses desde ese Diciembre y cuando tuve la plata, sin dudarlo me arriesgué más allás de mis deudas y obligaciones. Tantas fueron las emociones y las ansias que la noche anterior  a la compra de la entrada no pude dormir. Ir al Luna Park por primera vez y comprar la entrada para verlos a ellos se me hacía imposible creer en lo que estaba haciendo. Eran veinte días de espera y en un momento pensé en que no tenía quién me acompañara a la fila.

II. El lunes 28/2/11. Ida y Llegada
El lunes, tomé el atrevimiento de venir al Luna y acampar hasta el día siguiente donde mi papá iba a retomar mi lugar por unas horas así yo podía ir a descansar. Me preparé con comida para la noche, con una campera y su libro en caso que estuviese aburrido. Tomé colectivo y sube para llegar. Cuando salí de la estación, en la vereda del frente al Luna Park había una fila y yo pensé que esa ya era la fila de acampe; sin embargo, al acercarme más, noté que en la Puerta 5 del Luna Park había gente sentada y esa era seguramente la gente que iba a acampar.

III. Puerta 5. Anabella y Débora
Para el sector campo había dos entradas disponibles (la 5 y la 9). A mí me tocó la 5 que estaba del otro lado, y la 9 era la que estaba en la entrada principal. Se podría decir 'la peor'. Últimas estaban Anabella y Débora, dos chicas excelente y súper fans de los BSB, las cuales habían ido a verlos en 2009 y con las que rápidamente entablamos una amistad preguntándonos cosas personales. Ambas tenían 21 años y viven en zona Oeste. Con ambas pasé momentos grupales e individuales aunque me encariñé más con Anabella, no sé por qué.

IV. Anabella: Hermana Backstreet y angustia.
Tras varios comentarios, ella me hizo saber, y después yo lo noté, que estaba angustiada, podría decirse más angustiada que feliz por la simple razón que después todo se terminaría. (Al finalizar el recital, me envió un SMS diciéndome "Amigo Backstreet" y a mí me hubiese gustado decirle "Hermana Backstreet" ya que mi hermana fue súper fanática y ella fue quién me traspasó sus gustos).

V. La vieja
Apenas empezamos a hablar, una señora se acercó a hablarnos y nos preguntó quién era el último porque iba a hacer la fila por su nieta y el club de fans. Un ejemplo de abuela que todos quisiéramos tener. Algo de lo que no me voy a olvidar de esta aventura: ¡ella estuvo en todas: en la fila, en el hotel, al otro día en la fila, y más tarde, alentando a su nieta! Algo realmente conmovedor e increíble.

VI. A.J. y Raquel. Malena
A la hora y media, llegó Raquel, amiga de Anabella a mostrarnos fotos y llorando sin consuelo mientras nos trataba de explicar con su voz afónica que A.J. había ido a saludar a los de la puerta 9 que estaban acampando (ya que esa era la que daba a la avenida). Primera maldición de la puerta 5. Ella también tuvo la suerte de que él le firmara la remera de argentina que tenía puesta, abrazarlo y darle la mano. Su amiga Malena se quiso matar porque se había ido a comprar con Débora al negocio frente a nuestra fila. Con ellas dos también me encariñé aunque haya sido poco lo que nos conocimos (ya que por lo vivido fue mucho) y me hubiese gustado hacerlo pero el garrón fue que ellas estaban en la puerta 9

VII. La noche y Pto. Madero
Después de haber ido a comprar un fibrón con Débora por las duda, cayó la noche y empezó a correr la bola que ellos 5 estaban en el hotel a punto de salir. Por suerte, las chicas del fan club (Carla y Ludovica) habían repartido números de llegada para la fila. Entonces, Débora, Anabella, Malena, Raquel y yo nos fuimos de inmediato. Ellas fueron en taxi y nosotros caminando para ahorrar plata. El hotel quedaba en Pto. Madero, a unas 20 cuadras del Luna Park, y nosotros recorrimos de punta a punta los diques esa noche. Anabella decía que se veía todo hermoso y que pronto volvería. Mi intención también lo era.

VIII. Howie y el hotel. Semáforo/Estacionamiento.
Al llegar al hotel, había un montón de chicas y nosotros estábamos ahí para verlos en persona. Ya lo de A.J. me hizo caer en la cuenta de mi pasado, aquello que parecía imposible, ahora estaba cerca de mí. Tras media hora, salió Howie, mi preferido, salió y yo me puse tan histérico por el simple hecho de que no podía creerlo. Nos estábamos yendo porque al parecer nadie más iba a salir, pero con Débora nos quedamos en un semáforo en caso de que la camioneta de ellos pasara. Un SMS de Anabella nos hace volver al hotel porque parecía que Brian y Nick iban a salir. Sin embargo, tras dos horas al pedo hablando en la plaza de en frente, nos volvimos al hotel caminando por el costado de los diques con Débora, Malena y Raquel. También surgió la idea que ellos podían salir por el estacionamiento del hotel que estaba a la vuelta, a mitad de cuadra, pero nada. Ahí también estaba la "vieja" o la señora que le hacía la segunda a la nieta.

IX. Vuelta al Luna. Baño. Las chicas de Uruguay
Tras llegar, nos encontramos con Carla y Ludovica y con las chicas que habían venido especialmente para la ocasión y también se iban a quedar a acampar. Tanto a mí como a anabella y a Débora nos agarró ganas de ir al baño, pero minutos antes de la medianoche, todo estaba cerrado y nosotros tuvimos que recorrer Bs. As. a las 23.30 para encontrar un lugar. El McDonalds de Florida estaba abierto y entramos. al volver, comenzó la medionoche y lo mejor (después del show, obviamente).

F.A.M.